“Estaba en un desequilibrio total”: la madre de la menor que denunció haber sido abusada en Pinar de Rocha contó detalles de esa noche
“Me dijo: ‘No me saques el corpiño, me vas a hacer mal’”, dijo Laura que le pidió su hija tras volver del local bailable, por lo que ella la llevó al sanatorio y después fue a la comisaría
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El boliche Pinar de Rocha se encuentra en el foco de la atención después de que una mujer de nombre Laura denunciara que su hija de 14 años fue abusada sexualmente en ese histórico local bailable de Villa Sarmiento, Morón. Hoy la madre de la menor aportó más detalles de lo que ocurrió esa noche en que su hija dijo haber sido violada por un hombre “de gorrita”, cuando visitó Pinar de Rocha con un grupo de amigas.
“Estaba en un desequilibrio total”, describió en Radio Mitre esta mujer sobre el estado de su hija de 14 cuando ella se enteró de lo ocurrido, con total sorpresa, ya que pensaba que la adolescente estaba en la casa de una amiga.
“Ella fue al colegio el viernes. Me dijo: ‘Me voy a la casa de una amiga después del cole, nos quedamos a dormir, vamos a hacer una pijamada’. Charlamos un par de veces, no había ningún inconveniente. El sábado llega la noche, uno se acuesta, se va a dormir tranquilo. Y a las cinco de la mañana mi otra hija me dice: ‘Mamá, me están llamando porque mi hermana se está sintiendo mal en el boliche’”, indicó Laura sobre cómo comenzó todo.
“¿En qué boliche? Si está en la casa de una amiga”, pensó ella. Fue así que se enteró que su hija se había escapado al local que está ubicado en el límite con Ramos Mejía, en la zona oeste del conurbano. Pero todavía no sabía nada de lo que allí había pasado.
Cuando intentó comunicarse al celular de la adolescente, la atendió una amiga, que le contó que su hija estaba “muy descompuesta” y “muy mal”, afuera del boliche. Entonces, partieron su hermana, con otra de sus hijas, a buscar a la menor.
“Se encontraba en un estado de desequilibrio total, había vomitado, estaba como que no se le entendía bien. Cuando llega a casa se acostó, lo primero que quiso fue acostarse. Yo pensé que era ingesta de alcohol, al ser menores uno supone que no tienen tolerancia a esas bebidas”, reveló Laura, quien anticipó que como los análisis toxicológicos que luego le efectuaron a su hija todavía no están terminados, no puede presumir si ingirió -voluntaria o involuntariamente- alguna droga.
“No me saques el corpiño, me vas a hacer mal”
Pero su percepción cambió cuando pasó un tiempo desde que su hija volvió a la casa y se acostó. ”A las dos horas se hace pis y me dice: ‘Mamá, me duele la vagina’. La bañamos entre todos y me dijo: ‘No me saques el corpiño, me vas a hacer mal. El de gorrita, el de gorrita’. Y ahí lo primero que hago es llevarla a un sanatorio por mi obra social”, contó Laura al respecto de cómo se enteró del presunto abuso sexual, a la vez que pidió “capacitar más” al personal de las clínicas privadas para atender a las víctimas de este tipo de violencia. “Me sentí como ‘vengan, escóndanse, que esto no nos suele suceder’”, consideró en cuanto al abordaje en el Sanatorio Güemes, de Palermo.
“Fueron doce horas de exhaustivos exámenes, de terror. La legista me dijo que había lesiones y que por eso ella habilitaba el protocolo de profilaxis. Las primeras horas eran importantes”, remarcó la madre en cuanto a los cuidados que recibió su hija para evitar las infecciones de transmisión sexual.
La noche en Pinar de Rocha
Según recabó, esa jornada era “noche de gala” en el boliche y había ciertas exigencias para acceder a los VIP, como por ejemplo que los hombres tenían que llevar camisa y las mujeres, pollera. Además, precisó: “Son mesas que se pagan, que no salen dos pesos, salen 58.000 aproximadamente. Entonces se juntan entre 58, ponen 1000 pesos y los tragos sobre la mesa. No es que los chicos van a una barra. Están todos los tipos de tragos, de todos los colores habidos y por haber, al alcance. Y 1000 pesos para la inflación de ahora es nada, los chicos los tienen. Con las billeteras virtuales todos los chicos tienen acceso al dinero”.
“Mi hija se la pasa acostada, está como un bebé”
Ya con la denuncia radicada en la Comisaría Vecina 14 A de la ciudad de Buenos Aires, Laura reflexionó: “Como mi hija hay millones de chicos menores [en el boliche]. Y no estamos hablando de 16 años, sino de 14, como la mía. Y de 15 también. Gente que trabaja para el boliche, que tiene la misma edad. Hoy me pasó a mí, pero que no le pase a nadie más”.
En ese sentido, aseveró que toda su familia “está afectada” por la denuncia de abuso sexual a la adolescente de 14 y, sobre eso, relató: “Como mamá no se lo deseo a nadie. Tengo dos hijas más y no las estoy mandando ni al colegio porque se sienten súper mal. A mí me dieron una licencia y puedo estar en casa, no estoy yendo a trabajar. Las amigas de mi hija están de igual manera, no van al colegio, las madres están mal por todo lo sucedido. Mi hija se la pasa acostada, se levanta y se acuesta, ni come, está como un bebé”.
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