Narcos africanos. La trama secreta detrás de la banda que engañó y usó como “mula” a una ciudadana de los Estados Unidos
La detención de Cindy D. N. en el aeropuerto de Ezeiza con siete kilos de cocaína puso al descubierto una organización criminal con vínculos en Nigeria
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Durante seis años, Cindy D. N., una ciudadana de los Estados Unidos, estuvo convencida de que tenía una relación sentimental con Marcus Lloris, al que conoció por redes sociales y con el que después intercambiaba mensajes por WhatsApp. El encuentro personal se hacía esperar porque él, momentáneamente, vivía en Afganistán por cuestiones laborales. Hasta que llegó la propuesta para conocerse: una cita romántica y turística en Glasgow, Escocia, para después vivir juntos en los EE.UU.; pero antes él le pidió un favor: un viaje a la Argentina para buscar documentación para finalizar su jubilación y unos regalos para entregarle a la gente que lo había ayudado en el último tiempo. Él se encargó de todo: pasajes para volar a Buenos Aires, reservas de hotel y tickets aéreos para viajar a Londres, donde se encontrarían para iniciar sus vacaciones.
Pero todo era una trampa. Cindy D. N. nunca conoció a su supuesto novio o la persona detrás de los mensajes románticos. Su viaje a Buenos Aires terminó de la peor manera. Fue detenida en el aeropuerto internacional de Ezeiza cuando se preparaba para volar a Londres, Inglaterra. En el equipaje que había despachado fueron descubiertos siete kilos seiscientos gramos de cocaína ocultos en frascos de dulce de leche y botellas de shampoo y loción corporal.
Era el 25 de octubre de 2022 y el comienzo de una investigación que derivó en el descubrimiento de una organización narcocriminal con vínculos internacionales con delincuentes radicados en Nigeria y que financiarían actividades de terrorismo.
Así lo informaron calificadas fuentes judiciales. En los últimos días de diciembre pasado, el juez en lo penal económico Diego Amarante procesó con prisión preventiva a dos integrantes de la organización narcocriminal: Prince Gidi, un ghanés de 44 años nacionalizado argentino, y Natalia Carvalho, una ciudadana argentina de 31 y conocida por el apodo de Naty. Además, el magistrado ordenó la detención de otros dos sospechosos de nacionalidad nigeriana.
Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes judiciales. Gidi y Carvalho no solo fueron procesados por el intento de contrabando del cargamento de cocaína descubierto en el aeropuerto internacional de Ezeiza en octubre de 2022, sino también por el delito de trata de personas del que fue víctima Cindy D. N., la ciudadana de los Estados Unidos reclutada bajo engaño para ser utilizada como “mula” (eufemismo con el que se define a las personas que introducen estupefacientes en su organismo, lo pegan a su cuerpo o lo ocultan en el equipaje para intentar burlar los controles y concretar el tráfico de drogas) de la banda narco.
“En este caso podemos afirmar que Cindy D. N. fue captada por la organización objeto de pesquisa valiéndose y abusando de su situación de vulnerabilidad con la finalidad de explotarla, es decir, con el fin de obtener de ella un servicio bajo una condición servil, circunstancia que configura un caso de trata de personas”, sostuvo el juez Amarante al procesar a los dos sospechosos, según la resolución a la que tuvo acceso LA NACION. En el expediente, el Ministerio Público está representado por el fiscal en lo penal económico Claudio Navas Rial.
Si bien Cindy D. N., en un primer momento, fue procesada con prisión preventiva por el delito de intento de contrabando del cargamento de cocaína, terminó sobreseída por haber sido víctima del delito de trata.
La génesis de la investigación, en realidad, fue un aviso de la DEA, la agencia antidrogas de los Estados Unidos, a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). En un correo electrónico advirtió que una ciudadana sudafricana viajaría a la Argentina y “se hospedaría en un hotel de esta ciudad y estaría actuando como correo/’mula’ para una organización de tráfico de metanfetamina y cocaína”.
Pero nunca llegó a la Argentina. La mujer fue detenida en el aeropuerto de San Pablo cuando le descubrieron droga oculta en un chaleco que llevaba puesto.
Hubo un segundo aviso de la DEA a la PSA con la información del viaje de Cindy D. N.: “La nombrada estaría siendo utilizada como correo/’mula’ para una organización de contrabando de drogas, organización aparentemente de origen nigeriano”. El dato era certero, como determinó la investigación que llevó adelante el juez Amarante.
A partir de la información aportada por la DEA, el magistrado le encargó las tareas investigativas a la Unidad Operacional de Control del Narcotráfico y el Delito Complejo del Este de la PSA.
Cindy D. N. arribó a la Argentina el 20 de octubre de 2022 en un vuelo de Viva Air Colombia. Desde ese momento, fue seguida de cerca por detectives de la PSA que controlaron sus movimientos por la ciudad de Buenos Aires desde su llegada al aeropuerto internacional de Ezeiza.
En sus cinco días en la Argentina, según pudieron reconstruir los investigadores a partir de la información que surgió en el teléfono celular “la mula”, Cindy D. N. continuó con los mensajes de WhatsApp con su supuesto novio.
Tres días después de su llegada, dos personas de “rasgos africanos” visitaron a la mujer estadounidense en el hotel donde estaba alojada. Le entregaron una carpeta roja, la supuesta documentación que necesitaba su novio, y una bolsa.
Después, chateó con el supuesto Marcus. “Por favor escucha mis instrucciones. Coloca el documento en el fondo de la valija con algunas ropas. Luego poné la bolsa que recibiste en el medio, envolvela con una toalla y cubrila con otras ropas. Por favor, seguí esas instrucciones”, fue el mensaje que recibió Cindy D. N. de su supuesto novio.
Antes, ella le había preguntado si la habitación del hotel de Glasgow ya estaba reservada. Como la respuesta fue afirmativa, Cindy D. N. le comentó al que creía su novio: “Bueno rezo a Dios que sea mejor que este hotel”, en referencia donde estaba alojada en Buenos Aires.
Los detectives de la PSA pudieron identificar a la persona que había ido a buscar a Ezeiza a la “mula”. Era Gidi. Él, en su declaración indagatoria, sostuvo que no conocía a Cindy, que trabaja para aplicación que conecta a pasajeros con choferes de auto, pero las pruebas incorporadas en el expediente demostraron que era parte de la organización narco.
“Gidi concurrió al aeropuerto con el propósito de ejercer una función de control y vigilancia sobre Cindy N. D. a los fines de asegurarse el lugar de alojamiento de la ‘mula’”, entre otras funciones, sostuvo el magistrado en la citada resolución.
Sobre Carvalho, junto con uno de los nigerianos prófugos, visitó a la “mula” en uno de los hoteles donde estuvo alojada durante su estadía en Buenos Aires.
“Carvalho cumplía una función de control con el objeto de asegurarse que la sustancia estupefaciente sea efectivamente entregada”, explicó el juez Amarante.
El magistrado agregó: “Tanto Gidi como Carvalho ejercieron en el tramo de la operación que les correspondía una función de control y de vigilancia sobre Cindy D. N. a efectos de asegurar el éxito de la empresa ilícita que esta última intentaba emprender”.
Gido y Carvalho, según surge en el expediente judicial, tienen viajes a Brasil, Paraguay, Gran Bretaña y Etiopía.
“Este tribunal considera acreditada la participación de Gidi y Carvalho en el hecho de contrabando llevado a cabo por Cindy D. N., quienes conforme a un plan común en el que cada uno cumplió un rol definido -asegurar el traslado y alojamiento de la nombrada y suministrarle la sustancia estupefaciente que a la postre sería exportada al exterior-, efectuando a su turno los aportes esenciales para llevar a cabo el plan criminal”, sostuvo el juez Amarante.
Además, según se sospecha, la banda que reclutaba “mulas” para traficar droga tendría una vinculación con una organización desbaratada por el juez nacional en lo criminal y correccional Manuel de Campos y la Policía Federal Argentina (PFA) dedicada a estafas y sospechada de financiar actividades terroristas y de narcotráfico y que estuvo liderada por el ciudadano nigeriano Obinna Chukwuemeka Ejikeme, conocido por el apodo de Bobby.
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