Escándalo en Santa Fe: un fiscal habría recibido droga y dinero de narcos

ROSARIO.– “¿A qué fiscal le diste plata?”, preguntaba el narco Nahuel Novelino, preso en la cárcel Piñero, en esta ciudad. “A Blanco, Blanco, Blanco...”, respondía una mujer. El fiscal de Venado Tuerto Mauro Blanco, la persona a la que habría hecho referencia en esa conversación, fue detenido hoy en el marco de una investigación por supuesto enriquecimiento ilícito, luego de que se detectara que el funcionario tenía estrechas relaciones con dos narcotraficantes del sur santafesino, que supuestamente le proveían de drogas y de información para investigar causas en el Ministerio Público de la Acusación (MPA) de Santa Fe. Además, según las escuchas telefónicas incorporadas en la causa, le daban dinero.

La detención de Blanco se realizó a la par de 16 allanamientos simultáneos en las provincias de Santa Fe y Córdoba. En esta última se sospecha que Blanco realizó importantes inversiones durante los últimos meses, como la compra de propiedades, cuyo origen, según la investigación, podría ser ilícito.

“[Blanco] Habría comprado una hostería en Villa Dolores”, señalaron fuentes con acceso al expediente.

Los allanamientos fueron ordenados por el fiscal Leandro Mai en el marco de una investigación que inició en enero de 2020 a partir de una denuncia radicada por el fiscal federal de Venado Tuerto Javier Arzubi Calvo, funcionario que detectó en una investigación por narcotráfico que aparecía Blanco en las escuchas telefónicas.

En octubre pasado, la Legislatura de Santa Fe suspendió a Blanco por 180 días, luego de que la Auditoría General del MPA, a cargo de María Cecilia Vranicich, emitiera un dictamen lapidario contra el desempeño del fiscal que aparece en escuchas telefónicas que se realizaban sobre la línea telefónica de una narco del sur de Santa Fe.

Funcionarios bajo sospecha

Con la detención de Blanco, ya son tres los fiscales detenidos por distintas causas judiciales en las que aparecen funcionarios del MPA. Los fiscales Gustavo Ponce Asahad y Patricio Serjal están en esa condición en la causa de juego clandestino, aunque el exfiscal regional (Serjal) cumple la prisión preventiva en su domicilio.

Hay otros dos fiscales que fueron imputados en la causa que tiene al empresario Leonardo Peiti como principal acusado.

El fiscal de Reconquista Rodrigo González fue acusado por su colega Matías Merlo en marzo pasado de tener contactos con dos operadores de Peiti en las salas de juego en Reconquista, Avellaneda y Vera. La semana pasada fue imputada también la fiscal de San Lorenzo Melisa Serena por incumplimiento de deberes de funcionaria pública y por no investigar un supuesto delito vinculado al juego clandestino. Mantenía charlas con uno de los acusados, el secretario de Ponce Asahad Nelson Ugolini.

Grave acusación

La acusación contra el fiscal Blanco parece ser la más grave de este lote de funcionarios sospechados de patear en contra de la Justicia. Este funcionario de 41 años está en la mira luego de que a partir de una investigación que realizaba el fiscal federal de Venado Tuerto Arzubi Calvo se detectara a través de escuchas telefónicas que Blanco tenía relación con Javier Roldán, un distribuidor de drogas de la zona sur de Santa Fe, que supuestamente le proveía estupefacientes, pero además, según la pesquisa, le suministraba información que le servía al funcionario del MPA para nutrir sus propias causas, como las de tenencia ilegal de armas.

También la justicia federal acreditó que Blanco tenía relación con Novelino, otro narco preso en la cárcel de Piñero. De las escuchas telefónicas se desprende que Blanco tendría relación con una mujer apodada Mili, que sería Milagros Manrique.

En una conversación Mili dijo: “Bueno entonces ¿yo qué hice? Fui, hablé con el fiscal y le di plata porque le dije, para que no me haga una causa, porque o sea nos va a hacer una causa a los dos, a mí y a vos”. Novelino preguntó: “¿A qué fiscal le dista plata?”. La mujer respondió: “Blanco, Blanco, Blanco...”. La suma sería de 50.000 pesos que pagó la dealer al fiscal.

El otro caso que compromete a Blanco es la relación que tenía conRoldán. El fiscal federal Arzubi Calvo descubrió contactos telefónicos en diciembre de 2019 entre Blanco y Roldán, a quien el fiscal provincial visitaba en su casa, donde luego de un allanamiento se encontraron armas, plantas de marihuana y una balanza de precisión.

En la acusación que realizó el senador Joaquín Gramajo en la Comisión de Acuerdos de la Legislatura, donde en octubre pasado se lo suspendió a Blanco por 180 días, señaló que “queda acreditado que entre el fiscal y Roldán existía una doble relación: de suministro de estupefacientes y de suministro recíproco de información ilegal y fuera de los estándares institucionales permitidos”.

Las escuchas son lapidarias contra Blanco. En una de ellas la pareja de Roldán se comunicó con el narco y le preguntó: “¿Dónde estás? ¿Estás lejos? Mirá que aquí está Mauro”, en referencia al fiscal. El narco respondió: “Decile que pase después, que estoy haciendo un trámite, pero decile que ya tengo las revistas que me pidió. Pero mejor pasame con él”.

En la comunicación interceptada se escucha con claridad la voz del fiscal Blanco: “Hacé tranquilo. Cuando estés chiflame. Yo voy a estar. Miro un rato la fiscalía y después me vengo de nuevo”. La interpretación de la fiscalía federal es que con “revistas” se refería a estupefacientes.

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