Escándalo en Itatí: acusan al intendente de participar del tráfico de marihuana
Natividad “Roger” Terán fue detenido por orden del juez federal Sergio Torres; sospechan que desde su puesto “facilitaba y aseguraba el contrabando de droga”; hay policías aprehendidos
En cuestión de minutos Itatí, la ciudad de la Virgen y situada a orillas del río Paraná, en Corrientes, quedó acéfala y sus calles fueron invadidas por más de 600 gendarmes en uno de los operativos más grandes contra el narcotráfico en esa región considerada como la puerta de entrada de la marihuana paraguaya al país. Un golpe a lo que se dio en llamar “la narcopolítica”.
El intendente Natividad “Roger” Terán, que ganó las elecciones en 2013 encabezando la lista del Frente para la Victoria (FPV); su vicejefe, Fabio Aquino, y el comisario Diego Ocampo Alvarenga, máxima autoridad de la Policía de Corrientes en esta ciudad de 9100 habitantes, fueron detenidos ayer a la mañana en un operativo ordenado por el juez federal porteño Sergio Torres, en el que quedaron presos otros 20 imputados. Anoche 14 sospechosos estaban prófugos.
Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes judiciales. Se sospecha que todos ellos formaban parte de un entramado narco que funcionaba desde las entrañas del estado local. Ese engranaje distribuía en siete provincias cargamentos de marihuana.
“El intendente Terán, el vicejefe comunal Aquino y el comisario Ocampo Alvarenga, desde sus funciones facilitaban y aseguraban el tráfico de marihuana”, dijo a LA NACION una calificada fuente del caso.
También fueron detenidos integrantes de fuerzas federales de seguridad como el subcomisario Rubén Ferreyra y el sargento Carlos López, que estaban destinados en la Delegación Corrientes de la Policía Federal Argentina, y el segundo comandante de la Gendarmería Fernando Alcaraz, que tiempo atrás cumplió funciones en Itatí. Además fueron apresados otros dos efectivos de la Policía de Corrientes: el sargento Mario Molina y su compañera Gabriela Quintana.
Durante la mañana, cuando desembarcaron en Itatí los uniformados de la Gendarmería Nacional, la ciudad quedó desierta. Los “chajás”, jóvenes que avisan a los narcos del posible peligro de un operativo de seguridad, se esfumaron de las calles de una localidad que vive del turismo religioso por la Virgen de Itatí y, se sabe ahora, de un sistema clientelar dominado por un gobierno municipal perforado y contaminado por el narcotráfico.
La dimensión del operativo fue inédita en esa región: más de 600 efectivos, helicópteros y patrullas terrestres y fluviales golpearon lo que se presume es el corazón del tráfico de marihuana en el país. El presentimiento que rondaba por el pueblo, según contó una fuente de la investigación, era que “esta vez iban por todos”. Así parece ser.
Fuentes de la investigación dijeron que el subcomisario federal Ferreyra fue detenido en la localidad de Goya, pero en su oficina de la delegación, en la ciudad de Corrientes, se descubrieron 17 panes de marihuana que no estaban justificados por ninguna causa judicial.
“No nos importa si son políticos, jueces o miembros de las fuerzas de seguridad; si actúan como cómplices del delito están del lado enemigo. Nosotros queremos un Estado que sea parte de la solución y no del problema”, dijo ayer, en Itatí, la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich.
Desde la villa 21
La investigación que derivó en las detenciones de ayer en Itatí y en otras ciudades de la provincia de Corrientes es fruto de un expediente judicial que llevan adelante el juez Torres y su equipo de colaboradores desde hace dos años y medio. Se trata de la derivación del operativo del 16 de mayo de 2014, cuando quedaron bajo la lupa judicial tres mujeres acusadas de vender drogas en la villa 21, en Barracas.
En ese momento, las escuchas telefónicas y las tareas de campo realizadas por los detectives de la Gendarmería pusieron uno de los focos de investigación en Itatí, puerto de entrada de la marihuana en el país, según calificadas fuentes judiciales. De la investigación también participó la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), a cargo del fiscal federal Diego Iglesias.
El mes pasado, en otra causa judicial a cargo del juez federal de Corrientes Carlos Soto Dávila, la Gendarmería detuvo a Mariela Alejandra Terán, una de las hijas del intendente, y a su pareja Ricardo Piris. Seis días más tarde fue capturado con 521 kilos de marihuana Hernán Aquino, un hermano del viceintendente; era la tercera vez que le secuestraban droga. Todo el entorno del poder político local estaba quedando rodeado.
Ayer, la casa del intendente fue una de las primeras en la lista de los allanamientos. En esa casona de estilo colonial de paredes blancas con arcadas y tejas rojas, los gendarmes detuvieron a Terán –que no opuso resistencia– y le secuestraron una camioneta Toyota Hilux.
“Hay escuchas telefónicas que comprometen seriamente al intendente de Itatí. En las conversaciones intervenidas el jefe comunal habla de concretar ciertos «negocios». Según los investigadores, con eso hacía referencia al tráfico de marihuana”, explicó a LA NACION un detective judicial.
En esas escuchas telefónicas otros integrantes de la organización narcocriminal hablan de “surubí” o “dorado”, peces tradicionales de las aguas del Paraná. Se cree que así hablaban de droga.
Como publicó LA NACION en enero pasado, tres bandas dominaban esa zona perforada por el contrabando de cannabis de Paraguay, cuya frontera líquida con Corrientes es el río Paraná. Estas bandas eran lideradas por Carlos Bareiro, Luis Saucedo, alias “Gordo” y Federico Marín, apodado “Morenita”. Estos clanes funcionaban desde 2011 de manera coordinada y con el amparo político del poder político local y parte de las fuerzas de seguridad.
La cercanía con Paraguay –de costa a costa hay entre 2500 y 3000 metros nutridos de islas– puso a Itatí como una zona caliente del contrabando. Pero la actividad delictiva mutó hace menos de una década. El salto fue veloz: del tráfico ilegal de cigarrillos se pasó al más lucrativo narcotráfico.
El papa le había dado su apoyo al juez Torres
El juez federal porteño Sergio Torres, que tiene a su cargo la causa por narcotráfico en la que ordenó la detención del intendente y el viceintendente de la ciudad correntina de Itatí, participó en noviembre pasado junto a otros magistrados de una visita al Papa Francisco , quien les manifestó su apoyo para profundizar la lucha contra narcotráfico en el país.
Torres participó, junto a sus pares Daniel Rafecas, María Servini y la chaqueña Zunilda Niremperger, entre otros, de un encuentro sobre narcotráfico organizado por la Academia Pontificia de Ciencias Sociales. Anteriormente, en junio, había protagonizado otro encuentro en la Santa Sede, como parte de una comitiva encabezada por el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, e integrada por una veintena de jueces y fiscales argentinos.
En ese caso, participaron de un seminario sobre trata de personas y crimen organizado, también auspiciado por la misma academia, que preside el obispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo.
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