Explosivo y peligroso: desde la cárcel, el Rey de la Efedrina compró bombas, fusiles y silenciadores
En la investigación se detectó que Mario Segovia, preso en Ezeiza, lideraba una organización criminal; los pagos se habían tercerizado a través de un contacto en la ciudad mexicana de Sinaloa
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ROSARIO.- Cuando aún no había amanecido, los vecinos del barrio residencial de Fisherton, a metros del Rosario Golf Club, se despertaron con el ruido de una decena de patrulleros de la Policía Federal Argentina (PFA) que tenían como destino la casona de Mario Segovia, el llamado Rey de la Efedrina, que fue este martes blanco de un allanamiento en una causa donde se habría detectado que el capo narco compró, por medio de correos electrónicos del gobierno de Formosa, explosivos en Canadá para ingresar en la cárcel de Ezeiza, donde está alojado desde 2008, condenado por tráfico de drogas. También traficó, a través de encomiendas y de personeros de su entornos, piezas de fusiles automáticos de asalto y silenciadores.
Tras una extensa investigación del fiscal federal de Lomas de Zamora Sergio Mola y de su colega Diego Iglesias, a cargo de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), el juez federal Luis Armella ordenó más de una decena de allanamientos sobre el entorno de Segovia.
En el operativo quedaron detenidas cinco personas, entre ellas, Matías Segovia, el hijo del Rey de la Efedrina, que fue aprehendido en la mansión de Álvarez Condarco 472 bis, en Fisherton. También quedó preso su hermano Hernán Segovia, su cuñado Gonzalo Ortega, cuñado, y un miembro del entorno de Segovia Miguel Ángel Morel.
La historia que derivó en los allanamientos de hoy comenzó el 12 de septiembre del 2016, en el Aeropuerto Internacional Silvia Pettirossi, de la ciudad de Luque, Paraguay, se secuestró un paquete remitido por encomienda, proveniente de Canadá. Previamente había pasado por el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, de Ezeiza. Contenía dispositivos para la fabricación de explosivos. En ese momento se informó que la compra del material incautado se habría realizado desde una extensión de correo electrónico “gov.ar”
En la investigación se verificó que mediante las casillas de los correos electrónicos oficiales del gobierno de Formosa gsalomonon@formosa.gov.ar y satorres@formosa.gov.ar, que pertenecían a los empleado públicos y docentes Gustavo Salomón y Antonio Torres, “se adquirieron estos artefactos explosivos”. Esos mails fueron utilizados sin que los titulares de las cuentas estuviesen al tanto de la maniobra, según contaron los investigadores.
Según fuentes judiciales, con esos correos se adquirieron “un sobre-bomba, que contenía alambres, cables, tornillos, un detonador y una batería”; un “libro-bomba”, con dos baterías, un detonador, una llave, dos pinzas, cables y papel aluminio y una “carpeta-bomba”.
Consta en un dictamen de los fiscales Mola e Iglesias que por esos explosivos se pagaron US$1155 el 6 de junio de 2016, mediante una transferencia a través de la empresa “Money Gram”, a nombre de Fernando Uriarte Ramírez, desde la ciudad de Sinaloa, México.
Según el expediente judicial, otra de las personas que se contactaba con el proveedor de explosivos canadiense era Matías Segovia, el hijo del Rey de la Efedrina, que accedió a las casillas de correo electrónicos oficiales del gobierno de Formosa desde las computadoras del cyber de una estación de servicio de Rosario.
“El operador de esos correos resulta ser el investigado Matías Segovia, quien dispone de los conocimientos informáticos suficientes para la realización de pagos electrónicos y el uso de sistemas VPN para la encriptación de las direcciones IP. Asimismo, posee un elevado nivel del idioma inglés, al haber sido estudiante residente en Gran Bretaña. Todo ello le permite interactuar con las distintas empresas extranjeras en la adquisición de cursos y artefactos, simulando ser un funcionario del gobierno de Formosa. En efecto, la prevención pudo constatar que dichas cuentas son operadas de forma casi diaria en la actualidad, conforme los datos de logueo suministrados por la Subsecretaría de Sistemas y Tecnologías de la Información de Formosa”, según se desprende del expediente judicial al que tuvo acceso LA NACION.
De esos mails se desprende, según la investigación, que los productos les habrían llegado posiblemente a Rosario y que, para su adquisición, hicieron dos transferencias, vía Western Union, una por 3004,05 dólares canadienses y la otra por 3355,25 dólares canadienses.
“Se determinó que la persona que en realidad había adquirido o intentado adquirir esos artefactos explosivos era Mario Segovia o algún miembro de su círculo cercano, y que su plan, urdido para hacerse con aquel material, era que, en primer lugar, fuera recibido en Paraguay por Denis Pérez para que este se lo entregara a una azafata de una empresa de ómnibus, quien a su vez lo iba a llevar, por algún medio de locomoción terrestre, hasta nuestro país, para entregárselo a un intermediario, quien se lo iba a dar al Rey de la Efedrina, mediante algún método de ocultamiento, en el Complejo Penitenciario Federal N°1 de Ezeiza, donde se encuentra alojado”, sostuvieron los fiscales en el dictamen donde pidieron los allanamientos.
Pruebas
En el dictamen, los fiscales Mola e Iglesias pidieron que en el marco de esta investigación se ordenen las detenciones del Rey de la Efedrina, su hijo, Matías; su hermano, Hernán Jesús Segovia; su cuñado, Gonzalo Ortega, y de los sospechosos Ezequiel Bergara y Miguel Ángel Morel.
Para los representantes del Ministerio Público, las actividades ilegales de la organización eran planificadas y dirigidas por Mario Segovia desde la cárcel.
“[Los imputados] entre otros sospechosos aún no identificados, forman parte de una organización dedicada a realizar actividades vinculadas con el tráfico ilícito de estupefacientes, tráfico ilícito internacional de armas y explosivos -obtención, armado, acopio y comercialización de armas de guerra de uso prohibido, particularmente de fusiles AR15 y accesorios regulados, como supresores sónicos-, los cuales ingresan al país, en su mayoría, en piezas desarmadas, y mediante distintas encomiendas, por el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, y desde allí son enviados a la ciudad de Rosario -donde se encuentra radicado el núcleo de la organización- para completar las maniobras desarrolladas, resultando todas estas actividades planificadas y dirigidas por su jefe, Mario Segovia, desde el Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza, en el que se encuentra actualmente alojado y cumpliendo una condena”, explicaron Mola e Iglesias.
Para los fiscales la organización funcionó desde septiembre de 2016, cuando se descubrieron los primeros explosivos, hasta la actualidad. El jueves de la semana pasada, por orden del juez Armella, detectives del Departamento Unidad Federal de Investigaciones Especiales (Dufie) de la PFA abrieron una encomienda que se encontraba en el depósito de la empresa DHL Express de Rosario, donde se hallaron y se secuestraron se tres silenciadores para armas de fuego.
Según información que le entregaron representantes de la empresa de correo a los investigadores, entre el 23 de abril y el 18 de mayo pasado, integrantes de la organización criminal retiraron otras tres encomiendas.
Además, el día del secuestro de los tres silenciadores, la firma recibió un mensaje de WhatsApp donde el interlocutor preguntaba por la encomienda que terminó siendo secuestrada. Para los investigadores, el remitente del chat era una línea telefónica utilizada por el Rey de la Efedrina.
Dos semanas antes del secuestro de los silenciadores, el 23 del mes pasado, la División Investigaciones Narcotráfico Metropolitana de la Dirección General de Aduanas (DGA) le comunicó a los investigadores que había llegado una encomienda que tenía como destinatario a Bergara, una de las personas bajo sospecha. Se ordenó la apertura del paquete y ante presencia de personal de la PFA se determinó que la carga eran “nueve piezas de color negro, las cuales fueron identificadas por parte del personal policial como piezas de fusiles AR15″.
En algunas comunicaciones del Rey de la Efedrina con su hijo hacía referencia a la “escoba del 15″ para los investigadores era la referencia a los fusiles AR15. En una oportunidad, el sindicado capo narco le preguntó si sabía jugar a “la Escoba del 47″, en referencia al fusil ruso Kaláshnikov AK47.
“Cabe destacar que los fusiles AR15 y AK47 son las armas de dotación más generalizadas en las fuerzas armadas del mundo, cuyos diseños y fabricación tuvieron su génesis durante la Guerra Fría, siendo el modelo AR15 (o sus variantes M16 o M4) representativo del bloque occidental y el fusil AK47, empleado por su contraparte soviética. Siendo que estos son los modelos de fusiles de asalto más conocido a nivel global, es entendible que el juego de palabras empleado por Mario Segovia hace referencia al fusil AK47″, sostuvieron los fiscales en su dictamen.
En la mansión de Segovia los efectivos de la PFA secuestraron manuales para uso de explosivos, y elementos y componentes que se podrían usar para posibles detonaciones, como así también se incautaron accesorios de fusiles y chalecos antibala.
En la casa de Álvarez Condarco a 472 bis se encontraron varios estuches para fusiles varios y carabinas, manuales y reglamentos de armas AR-15, que son similares a la AK47. Entre los materiales recolectados figuran una caja “ignitores pirotécnicos”, conocidos como “prende mechas”, componentes electrónicos, circuitos integrados, micro swiches, plaquetas sensibles al sonido y controles remotos a distancia de activación por radiofrecuencia, entre otras cosas.
En la casa donde vive Hernán Segovia, hermano del Rey de la Efedrina, la PFA secuestró un fusil AR-15 y 75 cartuchos a calibre 5.56. En otro domicilio, en Santiago al 4200 se incautaron municiones de distinto calibre y teléfonos celulares.
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