Escándalo. Un abogado de San Martín, condenado por intentar abusar sexualmente de un botones de un hotel cinco estrellas de San Juan
El ataque ocurrió en una habitación del establecimiento, el más importante de la capital provincial, donde el letrado se había alojado junto a su esposa; la víctima fue un recepcionista, que denunció el hecho de inmediato; el letrado admitió su responsabilidad y lo condenaron a dos años de prisión en suspenso
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Mario Roberto Cordone Cabrera llegó a San Juan el 21 de junio pasado. Eligió el único hotel cinco estrellas de la capital provincial para hospedarse junto a su esposa. Dos días más tarde fue detenido, acusado de intentar abusar sexualmente de un recepcionista, de 24 años. A las 72 horas, fue condenado a dos años de prisión en suspenso.
El caso constituyó un escándalo en la capital sanjuanina por el lugar en el que ocurrió la agresión: el hotel más importante de la ciudad. Y también porque el atacante es un letrado que, hasta hace un año, integró el Tribunal de Disciplina del Colegio de Abogados del Departamento Judicial San Martín, en Buenos Aires.
Durante la audiencia, realizada el lunes pasado, después de escuchar los argumentos y la acusación del representante del Ministerio Público Fiscal, la jueza Celia Maldonado le preguntó al imputado por sus datos personales y se le explicó sobre el derecho que tenía de declarar o abstenerse. Sin embargo, el abogado se abstuvo de formular cualquier expresión.
Luego del juicio abreviado, el abogado fue condenado por “abuso sexual con acceso carnal en grado tentativa” y deberá someterse a la supervisión del Patronato de Liberados. Tendrá que abstenerse de usar estupefacientes y evitar el consumo de bebidas alcohólicas en forma abusiva. También se le fijó una prohibición de acercamiento a la víctima, “botones” del Hotel Del Bono Park.
Cordone Cabrera, que había sido detenido al día siguiente del ataque sexual, fue liberado después de que la jueza Celia Maldonado hizo lugar al acuerdo de juicio abreviado entre el abogado y la fiscalía, en el que el agresor admitió la condena de dos años de cárcel de ejecución condicional debido a que “el acusado aceptó plenamente y de manera libre el relato presentado por el Ministerio Público Fiscal”.
Cómo fue el ataque
A partir de la reconstrucción del hecho realizada por la fiscalía se determinó que el letrado se alojó el 21 de junio pasado en la habitación 217 del hotel, junto a su esposa. Como se quejó de distintos inconvenientes, la dirección del establecimiento le ofreció mudarlo a una habitación de más categoría en el mismo piso, aunque rechazó el ofrecimiento.
No obstante, dos días después informó que llegaría al hotel un primo suyo y que era su deseo que se alojara en la 211; por eso, pidió ver la habitación. Entonces, la encargada del hotel dispuso que uno de los bellboys del hotel acompañara al abogado al cuarto. Según el relato de la víctima, D.F.S., cuando ingresaron en la habitación, el letrado –que vestía pantalón de jogging gris, buzo celeste y zapatillas– le dijo: “Cerremos la puerta”. El botones se negó, y adujo explícitamente que el protocolo de la empresa prohibía que el personal y los pasajeros estuvieran solos en la habitación.
A pesar de la negativa del recepcionista, el abogado cerró la puerta de forma violenta y expresó: “Yo no quiero alquilar la habitación, yo en realidad quise traerte a vos para hacerte cosas”, y, acto seguido, se bajó el pantalón y dejó al descubierto su miembro viril enhiesto, según consta en el expediente judicial que terminó con la condena contra el abogado.
Según la denuncia, la víctima –cuya identidad se mantendrá en reserva– advirtió al abogado que si lo atacaba quedaría grabado por las cámaras de seguridad. No obstante, según el relato de la víctima, el abogado se bajó el pantalón junto al bóxer, lo arrojó sobre la cama y se tiró sobre él.
Como pudo, el joven logró escabullirse del cuerpo que tenía encima y trató de salir del cuarto; sin embargo, el abogado fue veloz: se incorporó, tomó al botones de la cabeza, se la bajó a la fuerza y le introdujo su miembro en la boca. Otra vez se escapó de las garras de su agresor sexual y, esta vez, sí llegó hasta la puerta, desde donde le indicó al letrado que saliera de inmediato de la habitación. Cordone Cabrera le dijo: “Te vi y me gustaste. No puedo quedar así”. Aunque la víctima le rogaba “¡Señor, salga, salga!”, el abogado fue hasta el baño, donde, según consta en la denuncia policial, “se masturbó y eyaculó en la bacha, limpiándose luego el pene con una toalla que estaba en el lugar”.
Durante la reconstrucción del hecho realizada por la fiscalía, el representante del Ministerio Público logró determinar que, después de la agresión, el abogado se dirigió a la recepción del hotel y preguntó el precio de la habitación 211, donde había ocurrido la agresión. Inmediatamente, el recepcionista advirtió a sus superiores sobre el ataque sexual y realizó la denuncia.
Luego de escuchar el relato de la víctima, el representante del Ministerio Público ordenó el allanamiento de la habitación del acusado y su detención. Además, la fiscalía dispuso el secuestro de las prendas de vestir del abogado y la incautación de las sabanas y toallas de la habitación 211 en la que ocurrió el ataque.
Las prendas de vestir fueron un elemento importante en el sumario, porque en su denuncia, la víctima describió cómo estaba vestido el acusado –pantalón de jogging gris, buzo celeste y zapatillas– y esa era, precisamente, la misma que usaba el agresor, según se vio en las grabaciones de las cámaras de seguridad del hotel.
Además, el fiscal ordenó la realización de hisopados, examen médico, croquis de las habitaciones 211 y 217 y que se tomen declaraciones a todos los empleados que estaban en el hotel en el momento del ataque. A estos elementos, el fiscal agregó la constancia del horario en el cual se abrió y cerró la cerradura magnética de la puerta de la habitación 211 y las planillas con los horarios del personal.
“Cabrera Cordone y su defensa, aceptan en forma expresa los hechos materia de la acusación, reconociendo el imputado su participación como autor del hecho relatado, el modo en que fue expuesto por la fiscalía, la calificación legal, y aceptando el acuerdo de juicio abreviado y la imposición de la pena de dos años de prisión de cumplimiento condicional”, sostuvo la jueza Maldonado al finalizar la audiencia.
Después de escuchar la resolución de la magistrada, el abogado acusado pudo recuperar la libertad y, así regresar a Buenos Aires, pero con una condena por intento de abuso sexual. Al avalar el acuerdo por el monto de la pena de cumplimiento condicional, la magistrada tuvo en cuenta la falta de antecedentes penales del letrado condenado.
LA NACION se comunicó, en dos oportunidades, con el estudio de Cabrera Cordone, en San Miguel, para conocer su punto de vista sobre el hecho por el que había sido condenado en San Juan, pero, a través de un asistente respondió que no haría ningún comentario.
La celeridad con la que se desarrolló el proceso penal desde el momento en que ocurrió el ataque sexual, la radicación de la denuncia, el relevamiento de pruebas y la homologación del acuerdo entre la fiscalía y la defensa del acusado en un juicio abreviado forma parte del denominado Sistema Acusatorio aplicado por la Justicia de San Juan, desde febrero de 2021.
Los procesos por delitos contra la integridad sexual fueron los que se resolvieron en menos tiempo.
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