Robo fatal en Bernal: torturaron y asfixiaron a un empresario hasta que murió por un infarto
Leonardo Abel Espósito, un empresario de 52 años, fue asesinado por delincuentes luego de ser torturado y golpeado. El grupo de ladrones lo asfixió con toallas alrededor del cuello y le tiró agua para que les revelara dónde guardaba "el maletín con los dólares". Apenas regresó de Punta del Este, la víctima fue sorprendida al llegar a su casa en la localidad bonaerense de Bernal, partido de Quilmes. Los atacantes estaban dentro de la vivienda y para los investigadores no se trató de un robo al azar.
Espósito, propietario de curtiembres y hermano de un integrante de la comisión directiva de Independiente, regresó de sus vacaciones hoy alrededor de la 1.30. Unos minutos antes, un grupo de al menos cinco delincuentes había ingresado en su casa, en la calle Avellaneda 178 -a dos cuadras de la comisaría 2a.-, por la puerta trasera. Espósito le había pedido a la empleada doméstica que dejase abierto ese ingreso, porque él iba a llegar a tarde.
Al entrar, Espósito se encontró con la temible escena del grupo de delincuentes revisando la vivienda. Los ladrones al verlo, según precisaron los investigadores, se sorprendieron y fueron tras él. Lo maniataron y preguntaron si estaba acompañado. El empresario indicó que la empleada, Dilma Yolanda Casco, de 61 años, cuidaba la casa. Fueron tras ella.
Los delincuentes tras sujetar a las dos víctimas las encerraron en el cuarto principal. Según contaron las fuentes con acceso al expediente, los ladrones le exigían a Espósito "el maletín con los dólares". Lo que hace pensar a los investigadores que la banda buscaba un botín en especial. Espósito, según relataron, no tenía el dinero. Además, indicaron que en un momento los ladrones hostigaron a Casco para que les dijera donde estaba el resto de la familia del empresario. Ella les respondió que estaban en la costa atlántica y ellos le retrucaron con que no les mienta porque sabían que estaban en Uruguay
Tras una golpiza inicial a Espósito, lo llevaron al baño. Allí lo torturaron. Le pusieron una toalla en la cara y le tiraron agua sobre la boca para intimidarlo. Según la autopsia, Espósito falleció por la asfixia que le produjo la serie de castigos que sufrió. El agua le ingresó por las vías respiratorias causándole la muerte.
Voceros judiciales indicaron que, tras asesinar a Espósito, los delincuentes se escaparon. Lo llamativo de la fuga, según señalaron, es que dejaron $30.000 y varios objetos de valor. Casco, en estado de shock, llamó al 911 para informar lo sucedido. En el hecho intervino la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIJ) N°2 de Quilmes, a cargo de Leonardo Sarra, quien envió a la Policía Científica al domicilio para buscar rastros.
En tanto, las fuentes precisaron que hay una cámara de seguridad que captó el ingresó de los delincuentes, por lo que se analizan distintas filmaciones de casas linderas y además la ruta que realizó Espósito desde el aeropuerto para saber si fue seguido.
Quejas de vecinos
Para los habitantes de Bernal, un ataque tan violento no es una sorpresa en la zona. En un recorrido realizado por LA NACIÓN en el barrio donde fue asesinado el empresario, los vecinos reclamaron más presencia policial y denunciaron que "la situación está cada vez peor".
"A cualquier hora te roban. Esta parece toda zona liberada. Tenemos la comisaría acá a dos cuadras. No hay patrulleros dando vueltas. Pasan muy de vez en cuando", señaló Oscar, un vecino que vive cerca de la vivienda de Espósito.
Y agregó: "Hace tres meses que se pudrió mal. Antes no pasaba nada. Acá andabas tranquilo. A mi hija le robaron acá a media cuadra; acá a la vuelta, a dos muchachos también los quisieron robar encapuchados, les apuntaron, les gatillaron y el tiro no salió. Además del otro lado asaltaron una casa. A mi sobrina que vive allá le robaron en la puerta de la casa al mediodía, venía con los chicos del colegio".
Eduardo, que trabaja en el barrio y conocía a Espósito, explicó: "La semana pasada robaron en la farmacia, a dos cuadras de acá, y después los ladrones hicieron 20 metros y entraron a una dietética y les robaron a todos los que estaban adentro. Y al día siguiente robaron la casa de quiniela sobre la calle 9 de Julio -la principal de Bernal-. Últimamente viene muy seguido esto. Tenemos miedo".
Paula, dueña de un comercio en la zona, contó: "Nos entraron a robar y nos mudamos a unos condominios con seguridad privada del susto que nos agarró". Agregó que Espósito era su cliente y que la familia quería vender la casa, pero que el hombre había expresado que "del barrio lo sacarían con los pies para delante, aunque la familia se quería ir".
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