La habían expulsado del país y separado de sus hijos, pero ahora la dejan volver
La decisión fue "excepcional". Los motivos, según la explicación oficial, "humanitarios". Vanessa Chayli Gómez Cueva, la enfermera peruana de 34 años que en febrero pasado fue separada de dos de sus tres hijos menores de edad al ser expulsada del país con la prohibición de regresar, podrá volver a la Argentina y reencontrarse con su familia. La mujer había cumplido una condena de cuatro años de cárcel en una causa por comercialización de estupefacientes. Cumplida la sentencia, consiguió trabajo, crió a sus hijos, nacidos en el país, estudió y se recibió de enfermera. Aun integrada a la sociedad, fue deportada. Un decreto deja ahora sin efecto esa medida. Solo resta que Vanessa pueda conseguir el dinero para costearse el pasaje desde Lima, donde vive desde hace siete meses con su hijo de 2 años. Los otros dos, de 6 y 14, la esperan en Villa Lugano.
El director Nacional de Migraciones, Horacio García, decidió dispensar la prohibición de reingreso a la Argentina. "No somos un Estado insensible", dijo el funcionario nacional a LA NACIÓN, en comunicación desde Suiza.
El funcionario dio a conocer la novedad en el 31º Período de Sesiones del Comité de Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares de la Organizaciones de las Naciones Unidades (ONU), que se desarrolla en Ginebra.
"La decisión del Estado es sumamente significativa ya que permite restituir los derechos vulnerados de los niños/as, considerando el interés superior de los mismos y garantizar el derecho a la unidad familiar", afirmó en un comunicado de prensa la organización global Amnistía Internacional, que desde febrero pasado llevaba adelante una "acción urgente" para que Vanessa pudiera regresar a la Argentina.
García hizo hincapié en que la decisión tomada en este caso es excepcional y se fundó en razones humanitarias. "En este caso hay una cuestión humanitaria atendible. Es un caso especial", sostuvo el funcionario nacional.
Gómez Cueva, de 34 años, recibió la noticia de boca de su abogado, Juan Villanueva. "Se emocionó y lloró. Está shockeada por la novedad. Primero no entendió que podía volver a vivir en la Argentina y pensó que era una autorización para estar de visita. Lo primero que me preguntó fue: '¿Esto quiere decir que puedo ir a visitar a mis hijos?'", dijo a LA NACIÓN el letrado de la enfermera.
En febrero pasado, cuando la Dirección Nacional de Migraciones (DNM) hizo efectiva la expulsión de Gómez Cueva y de su niño de dos años –a pesar de que es argentino–, Amnistía Internacional lanzó una campaña global para que la mujer pudiera volver a la Argentina y reencontrarse con sus hijos mayores, que se quedaron viviendo con su abuela materna.
Tras casi 7 meses de separación de sus hijos y una enorme presión de la sociedad civil Argentina y del mundo, @Migraciones_AR anunció que levantó la prohibición de reingreso al país de Vanessa Gómez Cueva!¡Vanessa se va a poder reunir con sus hijos! pic.twitter.com/olwJ9S5CUy&— Amnistía Internacional Argentina (@amnistiaar) September 2, 2019
"El 1° de febrero de este año agentes de la policía buscaron a Vanessa Gómez Cueva en su casa y le pidieron que los acompañara para firmar una notificación. Vanessa llevó con ella a su bebé de dos años y dejó a sus otros dos hijos en casa, uno de 5 años y la otra de 14. Vanessa había sido engañada: fue trasladada directamente a una celda policial sin luz ni agua junto con su bebé, y de ahí a un centro de retención en el Aeropuerto de Ezeiza. El 4 de febrero fue expulsada de la Argentina junto a su bebé, sin haberse podido despedir de sus otros dos hijos. Sus tres hijos son ciudadanos argentinos", se explicó en la web de Amnistía Internacional cuando se lanzó la "acción urgente" en favor de la mujer.
Para el abogado de Gómez Cueva fue fundamental la presión de los organismos internacionales. "Las cuestiones humanitarias que suscribe ahora el director nacional de Migraciones fueron planteadas desde un primer momento. Desde un inicio estaban dadas esas cuestiones humanitarias. Fue expulsado un bebé argentino de dos años. En Grecia, las expulsiones de nacionales se abolieron hace más de 2000 años. Celebro que la DGM haya tomado una decisión por cuestiones humanitarias y espero que de ahora en más esto sea la norma", afirmó Villanueva.
Gómez Cueva fue condenada en 2013 a la pena de cuatro años de prisión al ser encontrada culpable del delito de tenencia de estupefacientes para su comercialización. Acordó una sentencia en un juicio abreviado. Como había estado con prisión preventiva, la pena se agotó en 2014.
Según su abogado, en el domicilio donde fue detenida Gómez Cueva no se encontró droga. "A ella le hicieron firmar un acuerdo de juicio abreviado [instituto donde el imputado reconoce su participación en el delito a cambio de una reducción de la pena], pero nunca le avisaron que si lo hacía corría el riesgo de ser expulsada del país", sostuvo Villanueva.
El director nacional de Migraciones explicó que en este caso en particular quedó en claro que la etapa judicial está cerrada. "La medida [de expulsión] había sido dispuesta en 2015 por la gestión anterior del organismo y se materializó en febrero de este año. Tanto el Fuero Contencioso Administrativo Federal como el Criminal y Correccional, en todas las instancias, revisaron la legalidad de la medida de expulsión y prohibición de reingreso adoptada por Migraciones, confirmando y avalando tal decisión, la cual se fundó en una condena por comercio de estupefacientes", afirmó la DGM en un comunicado de prensa.
Reencuentro
Gómez Cueva puede regresar al país a partir de hoy. Pero todavía no se sabe cuándo se reencontrará con sus hijos mayores. "Así como la DGM la puso arriba de un avión y la mandó a Perú podría haber hecho lo mismo y traerla al país, pero no lo hizo. Ahora tenemos que ver cómo compramos el pasaje de avión porque ella no tiene dinero para pagarlo. Pensamos en hacer una colecta o pondré el dinero de mi bolsillo", dijo Villanueva.
La dispensa de la decisión administrativa de expulsar del país a un ciudadano extranjero es una potestad que tiene el director nacional de Migraciones.
"Esta determinación se da en el contexto de la política migratoria del Poder Ejecutivo, abierta con la inmensa mayoría que viene a trabajar, estudiar y a contribuir al desarrollo del país, e inflexible con la pequeña minoría de migrantes que pudiera delinquir, rompiendo el contrato de confianza con nuestra sociedad", se agregó en el comunicado de prensa difundido por la DGM.
Durante y desde el cumplimiento de su condena, y hasta su expulsión, Gómez Cueva tuvo una conducta ejemplar. "Ella tuvo una sola condena en Argentina. Desde entonces no delinque, estudió, se recibió, trabajaba como enfermera; tiene tres hijos argentinos que están escolarizados. Es un paradigma de resocialización", había dicho Villanueva en el momento de la expulsión, siete meses atrás. Ahora se reabrió la puerta. Es solo cuestión de tiempo para que pueda regresar. Para el reencuentro.
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