Encontraron el cuerpo de Susana Cáceres, la mujer desaparecida hace 10 días
El hallazgo ocurrió en las últimas horas, a la vera del río Reconquista, a metros del Camino del Buen Ayre; se hallaban en el lugar buzos tácticos, personal de Bomberos, la División K9 de perros adiestrados y peritos forenses
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El cuerpo semicalcinado que fue encontrado hoy al costado del río Reconquista, en el partido bonaerense de Ituzaingó, pertenece a Susana Cáceres, quien permanecía desaparecida desde hace diez días, cuando salió de su casa de la localidad de Villa Trujui, partido de Moreno. Quien confirmó la identificación ante la prensa fue una de sus primas, llamada Adriana.
El el estado del cadáver evidenciaba que, en principio, llevaba varios días en descomposición. Si ese dato es confirmado por la autopsia quedarían en duda los testimonios que indicaban haber observado a Cáceres el pasado lunes en los alrededores del barrio Mariló, donde vivía. Incluso se había realizado un rastrillaje en un precario vestuario lindero con una cancha de fútbol amateur y perros adiestrados en la búsqueda de personas marcaron la presencia en ese lugar del rastro de la mujer. Por eso, los investigadores alentaban la esperanza de encontrar con vida a Cáceres. Todo cambió al encontrarse el cuerpo, que estaba en tan mal estado que solo fue identificado por el tatuaje del logo de Chevrolet, que la mujer portaba en uno de sus brazos.
La fiscalía espera el informe de los forenses para definir los próximos pasos de la investigación. Sin embargo, las primeras apreciaciones de los peritos en el lugar del hallazgo expusieron que la mujer fue víctima de golpes y cortes con un arma blanca. Parte del cuerpo estaba quemado.
Cáceres, de 42 años y madre de cuatro menores, había sido vista por última vez el miércoles 9 del actual. Sus amistades confirmaron en los últimos días que estaba en una difícil situación económica, sin empleo y que incluso había vendido electrodomésticos. Su cuerpo apareció a unas 20 cuadras de su casa. Y los forenses estiman que esa zona es solo una escena secundaria, ya que habría sido asesinada en otro lugar y luego arrojado el cadáver donde fue finalmente hallado. En un área que cambia el distrito judicial, algo que los investigadores toman en cuenta ya que podría tratarse de un intento de poner obstáculos en la investigación.
El hallazgo ocurrió en las últimas horas, a la vera del río Reconquista, a metros del Camino del Buen Ayre, en jurisdicción del citado distrito de la zona oeste del conurbano. Trabajaron peritos de la Policía Científica y la fiscal Luisa Pontecorvo, quien investiga la desaparición de Cáceres. Los investigadores informaron que el cuerpo fue encontrado tras un rastrillaje realizado por personal de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Moreno.
En primera instancia y por cuestiones de jurisdicción, iba a intervenir una fiscalía de Ituzaingó, pero como el cadáver apareció durante un operativo por el caso de Cáceres, la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de Moreno continuará con las directivas.
Además de la policía científica, trabajaron en el lugar buzos tácticos, personal de Bomberos, la División K9 de perros adiestrados y peritos forenses, explicaron las fuentes consultadas.
También se hicieron presentes algunos familiares de Susana Cáceres, quienes ayudaron a identificar el cuerpo de la mujer, que tenía quemaduras en el cuello, cabeza y tórax. Fueron los tatuajes que tenía en sus brazos los que permitieron a Adriana reconocer el cadáver de su prima.
Los allanamientos previos
Más temprano, dos domicilios de ese partido fueron allanados, el primero en la casa de la expareja de Cáceres, Alejandro Alberto Peralta, ubicada en la calle Maza al 2300, del barrio Lomas de Mariló.
En tanto, el otro allanamiento, en el mismo barrio, se desplegó en la casa de un amigo de la mujer con la que testigos dijeron haberla visto por última vez.
En ninguno de los domicilios se hallaron rastros de la mujer, quien era buscada con vida por los investigadores, añadieron las fuentes.
“Se van a seguir realizando otras búsquedas en otros sectores y barrios linderos. Seguimos buscando a Susana Cáceres con vida”, había dicho un vocero judicial consultado por Télam.
Durante la jornada del miércoles, perros adiestrados que buscan personas vivas marcaron la cancha de fútbol ubicada sobre la calle José Hernández de la localidad de Villa Trujui, a unas siete cuadras de la casa de Cáceres.
Según las fuentes, este tipo de perros están capacitados para hallar rastros odoríficos de una persona viva hasta 48 horas después de haber estado en un lugar determinado.
Los canes se detuvieron en el lugar y, al profundizar la pesquisa, los efectivos hallaron rastros de la mujer en el interior de un vestuario precario perteneciente al predio, por lo que los investigadores creen que Cáceres durmió en ese lugar entre lunes y martes de esta semana.
A raíz de ello, la fiscal Pontecorvo ordenó la presencia de los peritos de la Policía Científica, quienes acudieron al lugar para recolectar pruebas.
Sobre la expareja de Cáceres, Peralta, detenido por portar una pistola calibre .45 con la numeración limada -pero no por la desaparición de Cáceres-, los voceros contaron que se negó a declarar ante el fiscal Federico Soñora, que lleva la causa por tenencia ilegal de arma de guerra.
Susana Cáceres, madre de cuatro hijos, de tez trigueña, cabello largo color rubio, de 1,50 metros de altura y con tatuajes en ambos brazos, una pierna y una mano, salió de su casa de la localidad de Villa Trujui el martes 8, cerca de las 16, y dejó a la menor de sus hijas, una beba de un año y medio, al cuidado de su madre.
“Ahí vengo Má”, le dijo a la mujer antes de ir a pagar una deuda por unos electrodomésticos que había comprado la semana anterior. La última vez que fue vista fue la madrugada del miércoles, en el barrio de Mariló, en Moreno, y vestía un short de jean azul y zapatillas negras.
Ante testimonios que indicaron que la mujer estaba con unas personas a bordo de una camioneta se secuestró el vehículo y fueron citados a declarar su expareja y los hermanos de ésta.
A su vez, los policías bonaerenses realizaron rastrillajes en cuatro lugares de Moreno: el domicilio de Cáceres, el de Peralta, la canchita “Los Apaches” y el barrio Candia.
Además, los investigadores realizaron el relevamiento de cámaras públicas y privadas y sobre sus redes sociales, para conocer sus movimientos previos a la desaparición, aunque por el momento sin resultados.
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