En un clima de tensión, lanzaron una reforma del control fronterizo en Salta
Los bagayeros se oponen en Aguas Blancas a la medida que busca sacarlos de la informalidad y frenar el contrabando
AGUAS BLANCAS.- en un clima de tensión con los bagayeros, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, junto con el gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey, presentaron el Plan Fronteras Seguras en la ciudad limítrofe con Bolivia, Aguas Blancas, en Salta. Allí se estableció que los importadores que crucen mercadería de Bolivia por los pasos internacionales Puerto Chalanas y Aguas Blancas podrán realizar una operación diaria con un tope de 500 dólares en mercancía -textiles y calzados nuevos- y 24 operaciones mensuales.
La resolución no fue bien recibida entre los pobladores de esa ciudad del norte salteño, apenas separada de Bolivia por el río Bermejo. Cuando la comitiva de la ministra Bullrich y del gobernador se retiraron del lugar fueron apedreados por un grupo de unos 100 bagayeros -las personas que pasan las mercaderías de un lado a otro de la frontera- porque temen que esa medida les corte su fuente principal de trabajo. "No vamos a aceptar el pago de impuestos, ya que no somos los inversores ni los revendedores, solo pasamos la mercadería y en la cadena somos los que menos dinero ganamos", sostuvieron desde el grupo de bagayeros autoconvocados.
La resolución publicada anteayer en el Boletín Oficial -firmada por los ministerios de Seguridad y de Producción y Trabajo de la Nación y la Administración Federal de Ingresos Públicos- obliga además a los bagayeros a anotarse en un sistema regulado por la AFIP llamado SITA, que, según explicaron desde el Ministerio de Seguridad, "modifica la regulación del sistema de importación en la zona de frontera, permitiendo a los residentes de Orán y Aguas Blancas, que comercializan mercadería en pequeña escala, que se constituyan como importadores amparados legalmente y reconocidos por el Estado".
Desde el grupo que porta las mercaderías al hombro afirman que todavía "no se inscribió nadie porque el impuesto sobre la cantidad que pueden ingresar les quitaría la mayoría de las ganancias".
Para la ministra Bullrich, en cambio, se trata de una medida necesaria para incrementar el control en las fronteras. "Estamos en el comienzo de una era distinta para este paso fronterizo, para Salta y para el país. No solo estamos inaugurando el Centro Inteligente de Vigilancia Fronteriza, sino que damos un paso histórico y, como lo hemos hablado con el gobernador Urtubey, se trata de cambiar un sistema de acostumbramiento. Junto con la AFIP, la Aduana, Migraciones, las intendencias y las cámaras de Comercio se va a pasar de un sistema de bagayeros a un sistema de importadores", explicó Bullrich.
Otro de los puntos que señalaron desde el Ministerio de Seguridad es que en Aguas Blancas y Orán las fronteras son porosas y el narcotráfico aparece como un actor principal.
El gobernador Urtubey, por su parte, explicó: "La inauguración de la nueva oficina incorpora tecnologías para no estar trabajando a ciegas frente a la comisión de delitos, nos permite mejorar la capacidad operativa, ser mucho más eficientes. Hay avances en el trabajo articulado con las fuerzas y la Justicia en la lucha contra el narcotráfico".
Tras la presentación del nuevo régimen de importaciones, la ministra Bullrich y el gobernador Urtubey se dirigieron a recorrer las nuevas instalaciones en la ciudad de Aguas Blancas. Allí saludaron a los empleados aduaneros y luego fueron hacía el límite fluvial con la ciudad boliviana de Bermejo. En ese lugar hay dos cruces, el legal, sobre una balsas en que el tránsito entre orillas cuesta $20 pesos, y el ilegal, con botes que amarran a pocos metros del paso habilitado. Allí, los bagayeros van y vienen todo el día con mercadería. Es su única fuente de trabajo. Ya que, según explicó un investigador policial, es parte de la idiosincrasia del lugar.
Cuando la caravana con funcionarios se acercó a la plaza central de Aguas Blancas, un grupo hostigó a los representantes nacionales y provinciales. En otras ocasiones, esa área había sido lugar de enfrentamientos callejeros por el poder de los contrabandistas para mantener sus ventajas. Esta vez, un grupo de unos 100 bagayeros lanzaron piedras sobre los vehículos oficiales y de las fuerzas de seguridad federales. La comitiva tuvo que regresar al centro aduanero. Junto a un grupo de gendarmes que actuaron como guías, la ministra, Urtubey y funcionarios nacionales y provinciales se introdujeron en el monte para caminar hasta el escuadrón de la Gendarmería.
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