En un año hubo otros 28 homicidios como el de Daiana Abregú en comisarías de la policía bonaerense
El informe del Comite Nacional para la Prevención de la Tortura indicó que, en 2021, hubo 83 muertes de detenidos en seccionales policiales en todo el país; pedirán la detención de la forense que hizo la primera autopsia
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La muerte de Daiana Abregú en la comisaría de la policía bonaerense de Laprida no se trató de un hecho aislado. Según el informe del Comité Nacional para la Prevención de la Tortura, durante 2021 fallecieron 83 personas que estaban bajo custodia policial. La fuerza de seguridad con mayor número de muertes fue la policía bonaerense con 28 homicidios.
Por el homicidio de Daiana, de 26 años y madre de un hijo, hay cinco efectivos detenidos. Entre los acusados figuran tres mujeres y dos hombres. Cuatro de ellos fueron imputados por el asesinato de Daiana; mientras que al quinto policía lo acusaron de encubrimiento.
Según fuentes judiciales, los cinco efectivos apresado e indagados por su presunta responsabilidad en el homicidio triplemente agravado de Daiana habrían sido identificados como Vanesa Núñez, Pamela Di Bin, Juliana Zelaya y Adrián Núñez. Mientras que Leandro Fhur fue imputado de supuesto encubrimiento.
El cuerpo de Daiana fue hallado el el 5 de junio pasado en un calabozo de la Estación de Policía Comunal de Laprida, a 430 kilómetros al sudoeste de la ciudad de Buenos Aires. Había sido detenida a las 7 debido a que, alcoholizada, provocaba disturbios en la vía pública. En el momento de la muerte, Daiana estaba bajo custodia policial.
Con respecto a la posibilidad de que se concreten más detenciones, el letrado que representa a la familia de la víctima, Sergio Roldán, anticipó que, en las próximas horas pedirá la captura de la médica legista de la Morgue Judicial de Azul que hizo la primera autopsia en el cuerpo de la víctima y que concluyó que se había ahorcado con la campera.
Dicha solicitud se fundó en el hecho de que la segunda autopsia, realizada en la Asesoría Pericial, en La Plata, concluyó que no había marcas de lazo en el cuello de Daiana, una lesión característica en los casos de suicidio por ahorcamiento.
Con esta prueba, el fiscal José Ignacio Calonje solicitó a la jueza de Garantías Fabiana San Román, las detenciones de los cuatro policías que estaban en la comisaría de la Laprida la noche de la muerte de Daiana y del efectivo que habría ayudado a encubrir el asesinato.
La segunda autopsia concluyó que en el cuerpo de la víctima “se constataron hallazgos compatibles con un síndrome general asfíctico, sin que se advirtiera surco de ahorcadura, lesiones en partes blandas, músculos del cuello ni alteraciones en laringe ni del hueso hioide”
Con esta prueba, se descartó la presunción del suicidio, provocado mediante el ahorcamiento con la campera, según indicaron los policiales y de acuerdo con lo que se consignó en la primera autopsia.
El martes pasado, en su indagatoria, la suboficial Vanesa Núñez, que estaba a cargo de la custodia de los calabozos, insistió con la versión de que la víctima se suicidó.
“La función de Núñez era la de imaginaria, o sea la de atender cualquier necesidad de los detenidos. A las 13.40 le avisó a su superior de la situación de alteración de la detenida y la cambiaron de calabozo porque había sacado parte del revoque. Entonces la llevaron al locutorio, tal como se conoce el lugar donde los abogados se entrevistan con las detenidas, a través de una reja,”, explicó el abogado César García, a cargo de la defensa de Núñez.
Según explicó el letrado, Núñez no podía observarla porque en ese lugar hay una pared de por medio, por lo que al pasar los minutos y al darse cuenta que estaba en silencio se acercó para ver cómo estaba.
“La encontró ahorcada con la campera. Ante esa situación, comenzó a hacerle reanimación durante quince minutos hasta que vino la ambulancia”, aseguró García, por lo que negó que se haya cometido un crimen, en tanto que solicitó que su defendida sea excarcelada o beneficiada con un arresto morigerado porque está embarazada de dos meses.
Además de García, los cuatro abogados que representan al resto de los acusados coincidieron en que la víctima se quitó la vida.
“La víctima no fue torturada, ni la mataron: se suicidó, es contundente. Hay una omisión en las consideraciones de la segunda autopsia, donde omiten que la extracción del surco de ahorcadura se hizo en la primera pericia, donde le extrajeron ocho centímetros de cuello y no describen que esa ausencia fue producto de una intervención previa”, manifestó el letrado Carlos Fernández, defensor del policía Adrián Núñez.
Debido a que hay efectivos de la policía bonaerense acusados, la investigación quedó a cargo de detectives de Delegación Olavarría de la Policía Federal, supervisados por el fiscal Calonje.
En sus declaraciones indagatorias, dos de las policías habrían deslindado responsabilidades en la jefa de la dependencia, una subcomisaria quien, según las imputadas, las habría obligado a falsear el libro de actas. Esta información fue difundida por la Comisión Provincial de por la Memoria, que asiste a la familia de la víctima.
Al solicitar las detenciones de los cinco efectivos que se desempeñan en la comisaría donde ocurrió el homicidio de Daiana, el fiscal expresó: “adviértase lo trascendente del resultado del peritaje realizado en segunda instancia sobre el cuerpo de la víctima en discordancia con consideraciones emitidas en el primer acto de operación de autopsia. Se reconduce el panorama y se sustenta la plataforma fáctica del hecho que nos ocupa, siendo contundente en cuanto a la causal de muerte síndrome general asfíctico”.
Además, el representante del Ministerio Público tuvo en cuenta los dichos de la madre de Abregú y otros testigos que aseguraron que la joven no había evidenciado conductas suicidas ni depresivas, sino que planeaba mudarse en esos días a la ciudad de La Plata con su hijo para estudiar.
Al describir el hecho, el fiscal afirmó en su pedido de detención que “para efectivizar la muerte de Daiana, los imputados, actuaron de manera conjunta, mediante distribución de roles”.
También sostuvo que aprovecharon “el estado de indefensión de la damnificada, por encontrarse privada de su libertad, sin posibilidad de ser asistida por terceras personas o pedir auxilio, posiblemente esposada; realizando los encartados maniobras de asfixia sobre la víctima, ocasionándole la muerte al provocarle un edema hemorrágico pulmonar con motivo de un síndrome general asfíctico”.
Con respecto al hecho de que la muerte de Daiana no constituyó un hecho aislado de violencia institucional, en el informe presentado el miércoles pasado por el Comité Nacional para la Prevención de la Tortura, se indicó que, de los 83 fallecimientos registrados durante 2021, al menos 28 personas murieron cuando estaban detenidas en dependencias de la policía bonaerense.
De las 83 víctimas registradas, cinco eran mujeres y dos mujeres trans.
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