Silvina Luna, internada: ¿Por qué Aníbal Lotocki sigue ejerciendo la medicina a pesar de haber sido condenado por mala praxis?
Hace 22 días, el juez Luis Schelgel procesó sin prisión preventiva al cirujano como autor del homicidio simple con dolo eventual del paciente Rodolfo Zárate, ocurrido en abril de 2021; en febrero del año pasado un tribunal lo encontró culpable del delito de lesiones graves y le fijó una pena de cuatro años de prisión y cinco años de inhabilitación
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Hace 22 días, el médico Aníbal Lotocki fue procesado sin prisión preventiva. El juez Luis Schelgel lo consideró autor del homicidio simple con dolo eventual de Rodolfo Zárate, fallecido en abril de 2021 a los 50 años después de haber sido sometido a una dermolipoctomía programada, una cirugía que consiste en la remoción de tejidos en distintas partes del cuerpo. No es su primera causa judicial: en febrero del año pasado había sido condenado a la pena de cuatro años de prisión y cinco de inhabilitación para ejercer la medicina tras haber sido encontrado culpable del delito de lesiones graves, donde las víctimas fueron Silvina Luna, Estefanía Xipolitakis, Gabriela Trenchi y Pamela Sosa.
Como la sentencia condenatoria, al igual que el procesamiento, no está firme, todavía puede ejercer la práctica médica. Mientras el médico, de 53 años, sigue con su derrotero judicial, las víctimas viven un calvario. Como Luna, que sufre un cuadro crónico de hipercalcemia e insuficiencia renal.
En las últimas se supo que a la actriz y modelo de 43 años, que está internada en terapia intensiva en el Hospital Italiano por una infección pulmonar provocada por una bacteria, la extubaron. Está a la espera de un trasplante de riñón.
Lotocki, nacido el 2 de febrero de 1970 en Oberá, Misiones, “no es un médico especializado en cirugía general ni cirugía plástica y reparadora registradas”, según sostuvo en abril pasado el fiscal Pablo Recchini, al solicitar la ampliación de la declaración indagatoria del facultativo en el marco de la investigación de la muerte de Zárate.
“Lotocki es médico cirujano. Tiene un título expedido hace 25 años por la Universidad Nacional del Nordeste. En esa época solo tres universidades del país expedían ese título. Como en la currícula tenían prácticas quirúrgicas, le otorgaban el título de cirujano”, sostuvo la abogada Ileana Lombardo, defensora del médico, en una entrevista con Radio con Vos. La letrada recordó que la sentencia condenatoria por el caso de Luna, Xipolitakis, Sosa y Trenchi, fue apelada ante la Cámara Nacional de Casación Penal.
El fiscal Recchini solicitó que Lotocki sea indagado por el delito de homicidio simple con dolo eventual. “[El imputado] tomó una decisión voluntaria y consciente al llevar adelante la cirugía que desencadenó la muerte de Zárate, la cual incluyó los dos presupuestos que requiere el elemento subjetivo indicado, la representación seria y concreta del peligro de muerte, y su aceptación como un resultado posible. Se representó el alto riesgo de muerte, ya que conocía perfectamente los antecedentes clínicos del paciente”, sostuvo en su dictamen, según publicó oportunamente el sitio de noticias de la Procuración General de la Nación, www.fiscales.gob.ar.
En un primer momento, el médico había sido procesado por el juez Schelgel, que instruyó la investigación como “averiguación de causales de muerte” y dispuso el allanamiento de la clínica donde se hizo la intervención. En su momento, Lotocki quedó imputado por el delito de homicidio doloso y, tras su indagatoria, su defensa solicitó su excarcelación, pero el fiscal Recchini se opuso.
En mayo de 2021, la Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional confirmó el procesamiento de Lotocki por alteración de prueba, aunque la investigación continuó para determinar la responsabilidad del médico en la muerte de Zárate.
“En julio de 2022 se incorporó al expediente el informe de la Junta Médica ordenada en abril de 2021 por el juez. Los especialistas concluyeron que Zárate, que tenía antecedentes de diabetes tipo II, tabaquismo y recientemente había padecido Covid-19, falleció como consecuencia de ‘una severa congestión meningoencefálica y congestión y edema pulmonar provocados por un desequilibrio hemodinámico que no logra ser compensado a raíz de un acto quirúrgico con múltiples vías de abordaje, al que se adiciona antecedentes clínicos, metabólicos, reposición insuficiente de fluidos, ausencia de controles médicos y de laboratorio, enfermería y sin [registro] de correcciones ni controles de glucemia, electrolitos, fluidos y dolor postoperatorio’”, según se precisó.
Finalmente, hace 22 días, tras el pedido del representante del Ministerio Público, el magistrado procesó al médico.
“Está comprobado que Zárate no falleció por un problema estructural de salud previo, que no fue advertido en los escuetos exámenes pre quirúrgicos que le practicó Lotocki, ni por culpa de las ambulancias que tardaron en llegar a la clínica, ni porque estaba apurado por ser operado, ni porque intervino la mala fortuna, sino pura y exclusivamente porque, como bien propone el fiscal [por Recchini], el acusado se representó que el paciente podía morir y, aun así, nada hizo para evitarlo”, afirmó el magistrado en la resolución.
“Violento con sus pacientes”
Como se consignó, en febrero del año pasado Lotocki fue condenado a la pena de cuatro años de prisión por haber sido encontrado culpable del delito de lesiones graves. En el fallo, el juez Carlos Rengel Mirat, integrante del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°28, no hizo lugar a la inhabilitación inmediata y la detención del médico, solicitadas por las partes acusadoras, porque la sentencia no se encontraba firme.
En el debate, el Ministerio Público estuvo representado por el fiscal Sandro Abraldes, quien en su alegato había pedido la pena de siete años y nueve meses de prisión y la inhabilitación especial para el ejercicio de la medicina por 10 años e inhabilitación por el mismo tiempo para el ejercicio del comercio en el ámbito de la estética y cosmética.
“Lotocki es un médico que ha sido violento con sus pacientes: en el marco de la confianza que estableció con las cuatro víctimas, las usó para sus propósitos personales y les estropeó la salud”, sostuvo Abraldes en parte de su alegato.
Según se informó en www.fiscales.gob.ar, Lotocki le causó lesiones en el cuerpo y en la salud a Sosa como consecuencia de la intervención médica que le practicó, donde le colocó un producto de relleno no identificado que contenía “microesferas de polimetilmetacrilato” (PMMA) en lugares del cuerpo en que está prohibido su uso y en cantidades superiores a las sugeridas por los médicos, lo que le provocó cuatro tumoraciones en glúteos y muslos, con un proceso inflamatorio crónico.
“Una situación similar atravesó Luna, que fue intervenida en octubre y noviembre de 2011. También se le colocó microesferas de PMMA, lo que le provocó alteraciones anatómicas en los glúteos y en los muslos, lo que fue advertido y documentado por otro médico en junio de 2013. Las lesiones sufridas por Xipolotakis se dieron luego de la intervención médica de marzo de 2014, donde también se le colocó PMMA”, según se informó en la citada web de noticias del Ministerio Público.
Y se agregó: “Con respecto a Trenchi, Lotocki había acordado con ella que le colocaría ´hilos tensores´ en los glúteos y que le extraería grasa de la pelvis, de la rodilla y de la cadera para mezclar con plasma de su sangre e inyectarle eso en la zona de los glúteos. La paciente le pagó 30.000 pesos y fue operada en agosto de 2015. Sin embargo, y pese al pedido de la víctima, Lotocki le colocó un producto de relleno que contenía microesferas de PMMA, que le provocó lesiones en el cuerpo y en la salud: una ‘normoanatomía del tejido celular y de los glúteos mayores y en los grupos musculares de muslos y de las piernas, caracterizadas por granulomas o farmacomas, como así también por un componente inflamatorio’”.
El fiscal Abraldes hizo un repaso de lo que las cuatro víctimas relataron durante el juicio y las consecuencias que les había traído a su salud los distintos procedimientos.
El representante del Ministerio Público recordó que el imputado se presentó como experto en cirugía plástica ante las víctimas, aunque no lo era. “Como médico cirujano puedo realizar cualquier acto médico y tengo el aval de lo que estudio, mi experiencia”, dijo el imputado durante su indagatoria. Abraldes, entonces, recordó el testimonio de uno de los médicos que declaró como experto en el debate, donde explicó que si uno realiza un procedimiento en un área en la que no es especialista, puede cometer un daño.
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