En un ataque narco dispararon 52 tiros para matar a un joven en Rosario
PARA LA NACIONGermán de los Santos
ROSARIO. Los sicarios dispararon 52 balas para matar anoche a Joel Mansilla en la zona noroeste de Rosario. Los atacantes usaron dos autos y varias armas automáticas para interceptarlo en la calle y ejecutarlo. Las primeras hipótesis apuntan a que la banda de Los Monos habría protagonizado este ataque narco.
El joven murió a causa de un tiro en la espalda, pero a los investigadores les llamó la atención la cantidad de balas 9 milímetros que los atacantes usaron para el asesinato, una tendencia que se repite en los últimos días, cuando en por lo menos dos hechos se usaron ametralladoras y se dispararon decenas de tiros.
Es el quinto homicidio que se produce en los últimos siete días, lo que marca un recrudecimiento de la violencia ligada al narcotráfico a medida que se empezó a flexibilizar la cuarentena y las medidas restrictivas por el covid-19. Este año se cometieron 75 homicidios en lo que va del año, con un incremento de los casos en enero y febrero, cuando se produjeron 49 crímenes. En mayo la violencia muestra que la tendencia criminal fue en aumento durante las últimas dos semanas.
La hipótesis preliminar que empezó a tejerse horas después del homicidio en Nuevo Alberdi es que se habría tratado de un ataque protagonizado por miembros de la banda de Los Monos que fueron a vengar el secuestro de uno de los integrantes de la familia, ocurrido hace unos días.
La versión que maneja la policía es que la víctima del secuestro sería un adolescente de 16 años, sobrino de Ariel Cantero, alias Guille. Pedían 5.000.000 de pesos para liberarlo, pero el chico pudo escapar de sus captores.
Esta modalidad de secuestros extorsivos entre narcos la impuso el propio Guille Cantero. Por ese tipo de delitos fue condenado en octubre pasado a 10 años de cárcel y suma 53 años de prisión por otras dos sentencias previas.
De acuerdo a los peritajes, para ejecutar el crimen se habrían usado pistolas calibre 9 milímetros con cargadores largos de 31 disparos que las transforman en automáticas, con el mismo poder de fuego que una ametralladora.
Según las fuentes de la investigación, Mansilla habría formado parte de la banda de Los Romero, una organización histórica del noroeste rosarino que se dedica desde hace más de una década a la comercialización de drogas y a la provisión de armas de grueso calibre, que alquilan y venden a otras bandas.
El móvil del crimen habría sido una venganza, según la información relevada por los investigadores. Los datos preliminares apuntan a que Los Romero habrían secuestrado a un miembro de Los Monos que logró escapar mientras pedían un rescate. Y los integrantes de los Cantero fueron a matar a uno de miembros de la banda rival.
Más ataques
Una hora y media después de que se produjera este asesinato en Nuevo Alberdi, un joven de 15 años fue atacado en la cabeza en Villa Gobernador Gálvez, localidad vecina a Rosario. El balazo que recibió Joaquín V. le atravesó la cabeza y le provocó serias heridas, por lo que se encuentra internado con pronóstico reservado en el hospital de Emergencias de Rosario.
Según fuentes policiales, este muchacho mantuvo una discusión con otro joven del barrio que prometió volver y dispararle. Cumplió su promesa unos minutos después y ahora está siendo buscado por las fuerzas de seguridad.
El domingo pasado, un hombre de 40 años fue asesinado a puñaladas en el rostro, el cuello y el abdomen. Roberto Vallejo murió en el medio de una pelea barrial que terminó con el robo de algunas pertenencias de su casa y una trama de intento de usurpación de la vivienda, en Puente Gallego. La brigada de Homicidios detuvo luego a una expareja suya como posible autora del crimen; la mujer había llamado a un flete para llevarse los muebles de la víctima.
El sábado a la noche, un joven de 26 años fue asesinado de un tiro en la cabeza. El crimen ocurrió cerca de las 22, en el barrio La República de la Sexta, en la zona sur de Rosario. Allí, José Molina, de 26 años, recibió un tiro en la cabeza que le provocó la muerte.
El joven conocía al asesino que apretó el gatillo de la pistola 9 milímetros con el que antes de morir mantuvo una breve discusión. Se sospecha que ambos estaban involucrados en la venta de estupefacientes en la zona. A pocos metros de la casa donde vivía el joven funcionaba un búnker de venta de drogas.
El jueves, un joven de 22 años fue ejecutado a balazos en la zona oeste cuando se encontraba en la puerta de su casa. Franco Verón murió tras ser atacado en barrio Belgrano a las 21. Lo mataron desde un auto que frenó en la puerta de su casa. La víctima, fue trasladada al Policlínico San Martín y luego derivada al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, pero llegó sin vida.
Antes de disparar, según los testigos, los sicarios lo llamaron por su sobrenombre "Franquito", un muchacho conocido en el ambiente de la venta de drogas por ser el novio de una de las hijas de Luis Medina, el empresario narco que fue asesinado a fines de diciembre de 2013 en el acceso sur de Rosario. La suegra de "Franquito" y expareja de Medina es Daniela Ungaro, una mujer que transita un proceso judicial por venta de drogas que dominaba en el barrio Municipal, eje de la violencia entre las bandas de los Funes y Caminos a principios de 2018.
El miércoles se produjo otro asesinato vinculado a la venta de drogas en el barrio 7 de Setiembre, donde además del homicidio hubo ataques a balazos contra varias viviendas. Como informó LA NACION, el muchacho que ejecutaron se llamaba Rodrigo Soraire, de 19 años.
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