Empleados del Ministerio de Cultura van a juicio por robar un tesoro histórico
Los acusados estaban asignados a tareas de maestranza y mantenimiento en el Museo Histórico Nacional; según la Justicia, sustrajeron 948 monedas de una milenaria colección numismática grecorromana
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José David Melissare, su hijo Jonathan y Cristian Basso eran empleados del Ministerio de Cultural de la Nación. Cumplían tareas de maestranza y mantenimiento en el Museo Histórico Nacional, de San Telmo. Entre el 11 de febrero y el 7 de marzo del año pasado sustrajeron de allí 948 milenarias monedas de una colección numismática de piezas griegas y romanas. Parte del botín fue vendido a coleccionistas que pagaron 547.500 pesos y 2700 dólares. Ahora, los supuestos ladrones se sentarán en el banquillo de los acusados para ser juzgados como integrantes de una “asociación ilícita destinada a sustraer bienes pertenecientes al patrimonio histórico y cultural de la Argentina”.
Así lo resolvió el juez federal Sebastián Casanello al clausurar la instrucción. “Teniendo fundamentalmente en cuenta la naturaleza preparatoria de la instrucción, no corresponde más que elevar las presentes actuaciones al Tribunal Oral en lo Criminal Federal que resulte desinsaculado para intervenir en la etapa de debate, donde se resolverá definitivamente la situación de los restantes imputados con la mayor amplitud de medios probatorios y con la inmediación que le es propia”, sostuvo el magistrado en su resolución, a la que tuvo acceso LA NACION.
Se trató de un “robo hormiga”. Como informó LA NACION en marzo de 2020, la investigación comenzó con la presentación en los tribunales en Comodoro Py de un experto en numismática y la denuncia de un comerciante dedicado a la compraventa de objetos usados, que adquirió 133 de esas monedas por 200.000 pesos.
En un primer momento la investigación estuvo a cargo del por entonces juez federal Rodolfo Canicoba Corral, magistrado que se jubiló en julio pasado. En el expediente, el Ministerio Público Fiscal estuvo representado por el fiscal Guillermo Marijuán. Los funcionarios judiciales tuvieron la colaboración de detectives de Departamento Protección del Patrimonio Cultural de Interpol.
Según habían explicado oportunamente fuentes al tanto de la investigación, el botín de los delincuentes eran monedas acuñadas en tiempos del Imperio Romano y de la Antigua Grecia, adquiridas para el acervo cultural argentino durante la presidencia de Bernardino Rivadavia, entre 1826 y 1827.
En distintos operativos ordenados por Canicoba Corral, personal del Departamento Protección del Patrimonio Cultural de Interpol recuperó 280 monedas, en tanto que otras 341 piezas fueron devueltas por un comprador que dijo haberlas adquirido de buena fe, según informaron fuentes con acceso al expediente.
Según la resolución de Casanello, también será juzgada Eliana Galisteo, quien vendió parte del botín robado por los empleados del Museo Histórico Nacional.
Los detectives policiales y judiciales pudieron reconstruir que el 14 de febrero de 2020, José David y Jonathan Melissare vendieron 133 monedas por $200.000 a un experto en numismática que tiene un local a 200 metros del Obelisco. Las milenarias piezas de esa transacción pertenecían al Imperio Romano.
Tres días después, en una oficina de Belgrano, Galisteo vendió, por 15.000 pesos, cinco monedas. Las operaciones continuaron: el 20 de febrero, a cambio de $60.000 y 800 dólares, los Melissare entregaron 100 piezas históricas.
Seis días más tarde, padre e hijo volvieron a recibir dinero por parte de la colección: 82.500 pesos y 1900 dólares a cambio de 175 monedas históricas. Para concretar el plan criminal, José Melissare usó la falsa identidad de David López. Galisteo, además, vendió 19 piezas por $30.000, siempre según el expediente judicial.
“El 6 de marzo de 2020 José David Melissare y Jonathan David Melissare vendieron 189 monedas por $170.000 pesos”, afirmó Casanello en la elevación a juicio del expediente judicial.
En su indagatoria, Basso -el restante acusado- sostuvo: “No tengo nada que ver con todo esto”.
El 31 de agosto pasado, los sospechosos fueron procesados. Fueron considerados integrantes de una asociación ilícita, en concurso real con los delitos de hurto y tráfico ilícito de piezas arqueológicas (en la modalidad venta).
Un año después del hurto todavía no pudieron ser recuperadas 327 monedas históricas. Tienen pedido de secuestro nacional e internacional.
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