Empieza el juicio por el crimen que desató la furia de los Monos
El asesinato de Claudio Cantero, alias "el Pájaro", ocurrido en 2013, tiene en el banquillo a dos sicarios y a un competidor de la narcobanda
ROSARIO.- El asesinato de Claudio Ariel Cantero, "el Pájaro", el 26 de mayo de 2013 sentó un mojón en la historia del crimen en esta ciudad, que a partir de la muerte del líder de los Monos se convirtió en escenario de una guerra narcocriminal que tiñó de sangre las frías estadísticas de homicidios, que ese año se dispararon hasta llegar a 264 casos.
Desde esta mañana los jueces Julio Kesuani, María Isabel Mas Varela e Ismael Manfrín juzgarán por ese asesinato que desencadenó la serie de acontecimientos que convirtió a los Monos en "el enemigo público número uno" a Milton Damario y Facundo Macaco Muñoz, como autores materiales, y a Luis "el Pollo" Bassi como autor intelectual. Osvaldo Zalazar, alias "Popito", está imputado por tenencia ilegal de arma.
Para el juicio se dispuso un operativo de seguridad especial en los Tribunales, por donde desfilarán unos 60 testigos. Está previsto que las audiencias terminen el 17 de este mes para dar paso, después, a los alegatos y la sentencia.
En las horas previas al juicio la ciudad volvió a sentir la violencia del narcotráfico. Alejandro Norberto González, "el Chino", sospechoso de ser sicario de los Monos, fue ejecutado por dos hombres en moto.
Sed de revancha
En el procesamiento por el crimen del "Pájaro", que dictó en julio de 2014 el juez Juan Andrés Donnola, se argumentó que su asesinato se produjo en un escenario de disputa entre los Monos y los Bassi por el control del barrio La Granada, zona ubicada en el borde sur de Rosario que estuvo dominada desde fines de los años 90 por los Cantero. En aquella época los Monos quedaron como únicos referentes de la incipiente venta de estupefacientes tras aniquilar a la gavilla rival, conocida como Los Garompa.
"El Pollo" pretendía desplazar a los Monos de la venta de drogas a través de las redes de búnkeres. En su fallo, el juez Donnola señaló que, con el crimen del "Pájaro", Bassi "buscó mostrar fuerza y [sembrar] miedo en un mercado delictivo signado por el cobarde valor que otorgan las armas y la nula importancia a la vida".
La muerte del "Pájaro", calificado como el "cerebro" de los Monos, encendió un raid de venganzas que terminó con cinco homicidios en una semana. Diego Demarre, "el Tarta", fue ultimado en Maipú y Seguí cuando volvía a Villa Gobernador Gálvez desde los tribunales de Rosario, adonde había ido preocupado porque el asesinato de Cantero había ocurrido frente a su boliche, Infinity Night.
Lo señalaban como un "coronel" de Los Monos en el barrio Tablada y como jefe de otro sicario: Milton César. Familiares de este supuesto asesino a sueldo también fueron atacados horas después del crimen del "Pájaro": Nahuel César fue muerto, su madre quedó cuadripléjica (y luego falleció) y su padrastro y dos hermanos más pequeños se salvaron de milagro. Un acompañante, Marcelo Alomar, también fue asesinado.
Por aquellas horas los Monos ofrecían dinero a cambio de información sobre el asesino del "Pájaro". Ramón Machuca, su hermanastro, decía que había 500.000 pesos para el que suministrara datos en los barrios del sur.
Meses después unos de los apuntados fue el padre de Martín Paz, alias Fantasma. "Guille" Cantero lo fue a buscar a Santa Fe el 28 de mayo, después de que Monchi le proveyera armas y municiones. Como no lo encontraban le pidieron información al oficial de la policía Juan José Raffo, considerado un "topo" de la banda. Guille admitió por teléfono a su hermano que sabían que Paz tenía tres vehículos: "una [coupé Peugeot] RCZ blanca, un VW Vento y un Mini Cooper".
La guerra entre los Monos y los Bassi se hizo visible con ataques cruzados, muertos, baleados y heridos de uno y otro lado. La policía y la Justicia fueron detrás de los hechos, juntando los cadáveres. La espiral de violencia narco se llevó 15 vidas, pero la Justicia investiga otros 55 crímenes que podrían estar vinculados.
Cuando "Guille" Cantero se entregó a la policía, en junio de 2013, lanzó una profecía que luego la banda cumplió. "Les vamos a mandar a sus familias los cuerpos sin cabeza. No va a quedar ningún pollo en el gallinero".
Hablaba de Bassi. En un lapso de dos años fueron asesinados dos hermanos y el padre del "Pollo". Su madre huyó de la ciudad para escaparse de la macabra lista. Luis Bassi padre, de 68 años, fue asesinado de diez tiros en la puerta de la remisería Cinco Estrellas, en Villa Gobernador Gálvez, el mismo escenario donde el 31 de diciembre de 2013 fue acribillado Leonardo, y el 12 de febrero del año siguiente su otro hijo, Maximiliano.
Milton Damario y Facundo Muñoz, los otros dos procesados por el asesinato del "Pájaro", corrieron la misma suerte que el "Pollo". La ira de los Monos se centró en sus familias. Miguel Ángel Damario, padre de Milton, fue asesinado el 13 de diciembre de 2014 de siete balazos, mientras que el padre del "Macaco" fue blanco de la misma cantidad de balas en abril de 2015. La Justicia rosarina sospecha que los inefables Monos estuvieron detrás de estos crímenes.
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