Emotivo encuentro. La Fundación Espartanos inauguró dentro de un penal el auditorio que dará un nuevo impulso al proyecto de apoyo a presos
Ubicado dentro de la Unidad N° 48, servirá como punto de contacto entre personalidades de diferentes ámbitos y las personas privadas de la libertad que integran Los Espartanos
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La Fundación Espartanos, creada por el abogado Eduardo“Coco” Oderigo, inauguró el primer auditorio en el país dentro de un complejo penitenciario. El encuentro se llevó a cabo en la Unidad Penal 48 de San Martín, el penal donde arrancó el proyecto en 2009 y contó con la presencia de unas 250 personas, entre ellas representantes de Banco Macro y Techint, que colaboran con esta iniciativa en procura de lograr la resocialización de personas privadas de la libertad.
Con una capacidad para 600 personas, la estructura del auditorio designado Jorge Brito -en homenaje al apoyo entregado desde el comienzo de la Fundación Espartanos por el empresario fallecido en noviembre del 2020 en un accidente de helicóptero, tiene 600 metros cuadrados que permitirán generar un ámbito propicio para el encuentro de personalidades de distintos ámbitos y presidiarios que buscan cambiar sus vidas y “obtener una segunda oportunidad”.
El emotivo encuentro se realizó ayer dentro del auditorio, donde espartanos -los presidiarios que encontraron en el rugby una forma de encausar positivamente su tiempo de encierro-, se encontraron con empresarios, entre ellos, Jorge Pablo Brito, presidente de River e hijo del homenajeado banquero, Francisco De Narváez y Sebastián Eskenazi, entre otros, además que representantes diplomáticos de las embajadas de Gran Bretaña y Suiza. Julián Weich fue el conductor del evento.
El presidente de la Fundación Espartanos, Damián Donelly se mostró emocionado al recordar que el lugar donde está el auditorio era “un potrero con ladrillos, vidrios y piedras” y explicó que ahora buscan “contagiar” el modelo que ha dado “resultados impensados”. La fundación ya tiene presencia en 44 penales argentinos y el modelo se replicó en el exterior.
Alejandro Martínez, director d La Unidad Penal 48, remarcó la importancia de: “trabajar juntos y en equipo con compañerismo” dentro del predio. Y también le recordó a los Espartanos que “hay que aceptar, ser ayudado y saber que si se quiere, se puede cambiar”.
Fue el momento entonces de que tomase la palabra el capitán del equipo de rugby de Los Espartanos, Marcelo Galarza. A paso firme, con la camiseta que identifica a esos rugbiers, y con algo de timidez subió al escenario que estaba montado delante de una pared de ladrillos grises con el logo de Espartanos pintado en negro. “¿Qué significa ser Espartano?”, fue la primera pregunta que recibió. “Para mí implica ser valiente, disciplinado, resiliente, saber enfrentar los desafíos, la adversidad; mantenernos firmes y tranquilos”. Y amplió: “Los Espartanos tenemos que ser humildes y tener lealtad; somos una familia”.
“Ser Espartano es lindo. Una chica que quiere cambiar su vida acá puede, gracias a los valores del rugby como el respeto y la unión”, dijo Sofía, capitana del equipo femenino de rugby, cuando tomó la palabra.
Oscar Mondelo, un espartano que está por terminar de cumplir una condena de cinco años de prisión, también fue invitado a hablar. “Estoy más nervioso ahora que cuando entré al penal”, dijo. Y se sinceró: “Cometí errores, cuando entré al penal me dieron una faca y me dijeron que me cuidara”. Pero todo cambió cuando ingresó a Los Espartanos. Terminó la primaria y está por concluir sus estudios de nivel secundario. “Las segundas oportunidades existen, los invito a que crean en ello”, aseguró. Y agregó: “Representamos a 300 espartanos que el día de mañana van a poder tener trabajo y mirar a sus familias a los ojos. Queremos cambiar. Queremos recuperar una vida de bien”.
Coco Oderigo, por su parte, explicó la evolución del proyecto centrado en un equipo de rugby como forma de transmitir valores positivos: “Se derribaron muros. La demanda de espartanos en el mercado laboral hizo que tengamos que multiplicarnos”.
Por su parte, Jorge Brito (h.) expresó que su padre tenía “un profundo amor por Los Espartanos, ya que para él eran fundamentales el deporte y el trabajo. Le daba más felicidad ayudar a alguien con el valor de un reloj que comprarse ese reloj”.
“Queremos llenar este auditorio de vida, de proyectos y de educación”, expresó Dolores Irigoin, directora ejecutiva de la Fundación Espartanos. “Será un punto de encuentro entre él afuera y él adentro. Para que más gente se anime a conocer estas realidades. Nuestro compromiso está en que el 100% de los espartanos puedan conseguir trabajo. Ellos nos enseñan que esto vale la pena. Menos del 5% de nuestros espartanos reinciden. Queremos más espartanos. Queremos llevar espartanos a más cárceles porque nuestro modelo dio resultados. No nos dejen solos, solos no podemos, somos un equipo, aseveró”.
A modo de despedida, los capitanes los equipos masculinos y femeninos llamaron al auditorio a acompañar un “haka” -al estilo de los All Blacks- que cerró este evento.