El último sospechoso: “No voy a formar parte del show de la familia García Belsunce”, afirmó Nicolás Pachelo
El exvecino del country Carmel, acusado de haber asesinado a María Marta García Belsunce, sostuvo que los fiscales, durante las 13 audiencias del juicio, no presentaron pruebas que lo incriminen en el homicidio ocurrido hace casi 20 años
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“Por favor, sean breves. Dos o tres preguntas cada uno”, pide Nicolás Pachelo durante un cuarto intermedio del juicio en el que es juzgado por su presunta responsabilidad en el homicidio de María Marta García Belsunce, ocurrido hace casi 20 años en el country Carmel, de Pilar. Tras 13 audiencias, el imputado, de 46, sostiene que el Ministerio Público Fiscal no presentó en el debate pruebas de su participación en el asesinato.
“No, absolutamente... No hay ninguna prueba que me incrimine. Tampoco hay pruebas que me sitúen en la escena del crimen, ni siquiera se me sitúa en la puerta [de la casa de la víctima], por lo menos de lo que surge hasta ahora. Y va a ser así, porque así fue”, responde Pachelo a LA NACION y a otros medios de comunicación que cubren el juicio que lleva adelante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°4 de San Isidro, integrado por los jueces Federico Ecke, Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin.
Acompañado de la abogada Raquel Pérez Iglesias, el imputado habló poco después de que el fiscal Patricio Ferrari le informara a los jueces que habían tenido que desistir del testimonio de Marcelo Maradei porque ese testigo había fallecido en agosto de 2021 y, antes de morir, había contado que Pachelo le había confesado que había matado a García Belsunce y también le habría contado dónde se descartó del arma homicida, un revólver calibre 32.
La confesión, según Ferrari, habría sido en una celda que Pachelo y Maradei compartieron en una dependencia de la Prefectura Naval, en Retiro. El relato, según se dijo en la última audiencia, fue hecho por Maradei ante el fiscal Andrés Quintana, pero no fue incorporado al expediente porque el Ministerio Público ya había presentado el requerimiento de elevación a juicio con el exvecino de Carmel como acusado.
“La fiscalía presentó algo, a mi entender, poco serio: un testimonio de una persona que murió. No lo voy a negar porque después el fiscal [por Ferrari] dice que soy un mentiroso. Sí, niego que haya confesado lo que dicen que confesé. Es insólito. Lo primero que me dijo mi abogada [por Pérez Iglesias] fue: ‘¿Por qué no fueron a buscar el arma?’. En vez de plantear que el testigo se murió, vayan a buscar el arma. Rara la actitud de la fiscalía, como siempre”, sostiene Pachelo.
-¿Por qué decidiste hablar en las audiencias para refutar testimonios de testigos?
-Yo no soy partidario de hablar con ustedes, lo deben saber desde hace 20 años, que me han llamado todos miles de veces. No me gusta mucho lo mediático. El tema es que no tengo el beneficio del alegato. No me puedo acordar en un juicio de tres o cuatro meses de duración, con ciento y pico de testigos, lo que dijo el primer testigo en la primera audiencia. Al principio no iba a decir nada, pero después me pareció prudente comenzar a contestar acusaciones de amenazas sin denuncias penales y dichos de dichos. Ya escuché cuatro versiones del perro [Tom, el cachorro de labrador de García Belsunce que habría sido robado y por el que le habría pedido un rescate en dólares para devolvérselo]. Se le está dando una entidad al perro que, para mí, carece de seriedad. Si hay una versión está bien, pero si hay tres o cuatro versiones no lo entiendo. Ustedes presenciaron que, bajo juramento, una testigo dijo que su mejor amiga le había dicho que había estado jugando con el perro en mi living. Cuando esa persona vino al día siguiente lo negó rotundamente. Alguna de las dos testigos incurrió en falso testimonio. Entonces hay cosas que hay que empezar a contestar porque, si no, la fiscalía empieza a tirar títulos en los medios y la gente lee lo que la fiscalía quiere que lea, y esa no es la realidad del juicio.
Pachelo insiste, como lo dijo en algunas de las audiencias en la que declaró, que el 27 de octubre de 2002, día del crimen, fue un domingo normal para él.
“Para mí fue un domingo normal. Fui a jugar al fútbol con mis amigos, pasé a buscar a mi hijo [Felipe, el mayor] por lo de un amigo, después fui a Buenos Aires a verla a mi mamá [Silvia Ryan] para que le compre el regalo de cumpleaños a mi hijo. Acá no se trata de mentir, como dice el fiscal [por Ferrari], ni de armar coartadas falsas. Acá, desde este lado, se dice toda la verdad”, relata Pachelo.
-¿Para vos, quién mató a María Marta?
-No, no. Hay tres jueces. No voy a acusar gratuitamente. Lo que pienso, lo pienso para mí y no tengo cómo demostrarlo. No me corresponde a mí, no voy a formar parte del show de la familia García Belsunce, que acusa y se sienta acá a insultar fiscales y a decir que el Poder Judicial es una corporación.
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