El último penal de la Ciudad: la historia de la cárcel de Devoto y los planes de traslado
El Complejo Penitenciario Federal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, conocido como cárcel de Devoto, en donde hoy tuvo lugar un motín, es el último gran establecimiento carcelario que queda en la Capital. Funciona bajo la órbita del Servicio Penitenciario Federal y fue habilitado en 1957. Tiene capacidad para albergar a 1683 internos. Primero se la llamó Unidad Nº2. Recién en 2007 se le modificó la denominación.
Además de ser uno de los complejos penitenciarios más grandes del país, en ese penal funciona desde 1987 el sistema educativo implementado por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Allí se creó el Centro Universitario de Devoto (CUD), en el cual se dictan carreras de grado como abogacía, sociología, psicología y ciencias económicas.
La cárcel fue inaugurada en 1927, en terrenos donados por la familia Visillac. Nació como prisión para contraventores y dependió de la Policía Federal.
En 1978 se produjo el motín más trágico de la Argentina, llamado "masacre del pabellón séptimo" en el cual entre 60 a 65 internos perdieron la vida por asfixia, quemaduras o fueron baleados y 85 resultaron heridos debido a la combustión generada por la quema de colchones.
La cárcel también funcionó como centro clandestino de detención y torturas entre 1976 y 1983. Fue una de las que se utilizaron para alojar en forma ilegal a miles de presos políticos, siendo sometidos a torturas y en muchos casos asesinados o desaparecidos. Por allí pasaron unos 1200 presos que luego fueron "blanqueados" para ocultar a la comunidad internacional el plan sistemático de desaparición de personas durante la última dictadura militar.
Los planes de traslado
El traslado del penal a las afueras de la ciudad ha estado en la agenda de todos los mandatarios que pasaron por la Capital, y también de los de la Nación. Es, además, un reclamo eterno de los vecinos de Devoto. Pero los planes tuvieron numerosas idas y vueltas.
En 2011, la expresidenta Cristina Kirchner anunció el cierre del complejo penitenciario y la construcción de una nueva prisión en Agote, en el partido de Mercedes, a 120 kilómetros de la ciudad. Pero, para mediados de 2016, las obras de la nueva unidad penitenciaria solo habían avanzado un 8% durante su gobierno, según informaron entonces fuentes del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
Y, en agosto del mismo año, anticiparon que los trabajos habían sido reactivados y que estarían terminados a fines de 2018 con una capacidad, en una primera etapa, para 1200 internos. El proyecto final contemplaba 1612 plazas.
Finalmente, en marzo de 2018, el gobierno porteño anunció el traslado de los presos de Devoto al penal de Marcos Paz. El comienzo de las obras para permitir el proceso se fijó para diciembre de ese año. Se determinó que la Nación colaboraría técnica y financieramente. El anuncio fue realizado por Horacio Rodríguez Larreta y el entonces ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano.
El terreno liberado, según se anunció, será destinado a generar más espacios públicos en la Ciudad. El 65% del terreno liberado se utilizará para la creación de espacios públicos, mientras que el 35% restante será utilizado para la construcción de viviendas.
Según pudo saber LA NACION, las obras en Marcos Paz avanzaron un 60%. Se espera que finalicen en agosto de 2021, momento en que se llevaría a cabo la mudanza.
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