El sueño de viajar, las acrobacias y las fotos
La mejor amiga de Lola recordó la pasión de la chica por la tela; quería recorrer el mundo
"Era muy alegre, muy transparente. Se ponía a bailar en el medio de la clase. Nos hacía reír mucho." Así la recuerda Sofía, la mejor amiga de Lola Luna Chomnalez, la chica de 15 años asesinada en Barra de Valizas, Uruguay.
Se conocieron a principios del año pasado en el Liceo 9 Santiago Derqui, del barrio de Belgrano. Las dos acaban de cambiarse de escuelas y al instante de comenzar la cursada del segundo año en el turno tarde se hicieron amigas íntimas. "Nuestra fantasía era tomarnos un año sabático al terminar el colegio para viajar. Ya no va a poder ser", comentó afligida a LA NACION.
Sofía la había invitado a pasar las vacaciones con su familia en Villa Gesell, pero Lola iba a viajar con su abuela Beatriz Chomnalez, la reconocida chef argentina, a Nueva York. Como ese viaje finalmente se canceló, Lola decidió irse a Uruguay. Viajó sola en ómnibus; el día de la partida habló por última vez con Sofía. Le contó que se llevaba su nuevo ukelele, que tenía planeado aprender a tocar.
Lola no era una alumna sobresaliente. Le habían quedado pendientes tres materias para rendir en febrero: Historia, Matemática y Francés.
Con Sofía y otras amigas salían a bailar reggaeton y cumbia, aunque lo que más acostumbraban era hacer las "previas" de las salidas en alguna casa o juntarse en la calle, fumar un cigarrillo o tomar un trago.
También solían juntarse a bailar las coreografías de Casi Ángeles, que a Lola le gustaban mucho, y escuchaban rock nacional, principalmente Los Redonditos de Ricota y Las Pastillas del Abuelo. También le gustaban las series internacionales, como Breaking Bad.
Practicaba tela (un tipo de acrobacia de tipo circense) y de grande pensaba dedicarse a eso y a la fotografía.
Lola no era ajena al fenómeno de las redes sociales; tenía Facebook, Twitter e Instagram, cuentas que ya fueron dadas de baja. También utilizaba la mensajería instantánea en su celular, con Whatsapp y Snapchat, una aplicación móvil que envía fotos y mensajes que se "destruyen" entre uno y diez segundos después de haberlos leído.
Según Sofía, con los padres se llevaba muy bien, "se peleaba como cualquier chica, pero se llevaba rebien". No tenía novio. Hablaba con algunos chicos, pero no gustaba de nadie.
Tenía muchos amigos que fueron los grandes impulsores para difundir el mensaje sobre su desaparición y cuando se conoció la noticia sobre su trágico final hubo tal conmoción que el colegio decidió, el último día de 2014, abrir sus puertas para brindar contención tanto a los alumnos como a algunos padres, que también se acercaron. En efecto, se tomó la decisión de que el primer día de clases, en marzo, se realice un acto en homenaje a la chica, acción a la que se sumó el Colegio Nacional Buenos Aires, donde Lola también tenía varios amigos.
Mensajes de despedida
Las redes sociales fueron espacios donde los amigos de Lola decidieron recordarla y despedirla. Desde mensajes escritos y reflexiones, palabras de desahogo y pedidos de justicia, hasta fotos con ella en distintas situaciones, siempre riéndose.
Martina compartió: "Te perdí físicamente, pero no mentalmente. Todos estamos unidos por vos y para vos para siempre. Sos eterna, Lola".
En Twitter expresó Coral, otra amiga cercana: "Te quiero en mi 2015 Lola, me niego a aceptar todo lo que está pasando, son una mezcla de sentimientos que sólo me llevan a las lágrimas",
Por su parte, Caro publicó en su muro de Facebook: "En este año nuevo la corto con el llevarme materias, con el iPhone 5 y pido justicia por Lola. Te vamos a extrañar".
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