El secuestro exprés-exprés castiga al Sur
Es una nueva modalidad en la que reducen a automovilistas al llegar a sus hogares y exigen rescates en la puertas de sus casas; la policía dice que el principal problema es el social y que han proliferado las villas; crecieron los patrullajes, pero no alcanzan
LA PLATA.- "¿Vos estás seguro de que venís de LA NACION? La otra vez vinieron a hacerme preguntas y después me robaron todo", dice Teresa González. Pide la credencial y la examina un rato largo. Duda. "Mirá cómo te miran todos", dice después de un rato. Hay un auto cruzado a cinco metros y otro unos metros por detrás. En cada uno hay un par de hombres que escrutan la escena con cara de pocos amigos. Aquí, en Berazategui, la gente desconfía todo el tiempo. Hasta de la policía.
Según el superintendente de la zona sur de la policía bonaerense, comisario Sergio Gil, el delito de moda en ese sector del conurbano es el "secuestro exprés-exprés": los delincuentes abordan y reducen a un conductor que está llegando a su casa, llaman a su familia y le exigen que junte dinero y lo deje en la puerta de entrada, donde lo pasan a buscar y dejan al cautivo. Todo es muy rápido y no da tiempo a que la policía llegue antes del escape de los malhechores.
"La principal problemática en la zona es social. En los últimos años, se han creado muchos asentamientos", explicó Gil a LA NACION. "Esta presencia de la marginalidad produce robos en ciudades, como Lanús o Lomas de Zamora. Aunque, por supuesto, no todos los delincuentes viven ahí, ni todos los que viven ahí son delincuentes. De hecho, la mayoría de los datos sobre ellos nos los aporta gente del barrio." Además de los secuestros instantáneos, la acción de los "motochorros" sigue preocupando en la zona sur, dijo el comisario. "Los tenemos siempre porque hoy cualquiera se compra una moto. Es un vehículo apto para escapar y fácil de comprar", dijo.
Sostuvo que las entraderas están disminuyendo por la mayor presencia policial en las calles a partir de la creación de los Comandos de Prevención Comunitaria (CPC) por parte del ministro de Seguridad, Alejandro Granados. Sin embargo, para los intendentes de Quilmes y La Plata, consultados por este diario, esta modalidad sigue siendo una de las más preocupantes.
Ésta es una de las caras de la inseguridad hoy en la zona sur del Gran Buenos Aires, donde la sucesión de delitos violentos no cede. Las estadísticas más recientes de la Procuración General de la Suprema Corte de Justicia bonaerense revelan que en 2013 casi uno de cada 100 vecinos fue víctima de un robo, y hubo casi 400 homicidios dolosos, 19 de ellos en ocasión de robo. Los números se aplican a los departamentos judiciales de Lomas de Zamora, Quilmes y La Plata, donde viven cinco millones de personas.
De esos tres distritos judiciales, el de Quilmes (que también incluye a los partidos de Florencio Varela y Berazategui) es el que tiene los índices más altos de homicidios dolosos y secuestros (hubo ocho en todo el año pasado) respecto de su población. Sin embargo, Lomas de Zamora registra más violaciones sexuales cada 100.000 habitantes (8,13).
Detrás de las estadísticas, hay historias y nombres concretos, como la de Guillermo Cuadros, un chico de 15 años que hace una semana murió al recibir un balazo en el cuello cuando estaba en la vereda frente a su casa de Villa Caraza, en Lanús. El proyectil no le estaba destinado: habría sido disparado por uno de los delincuentes que, a metros de allí, procuraban robar una camioneta conducida por un abogado. El hombre hizo una maniobra evasiva y logró escapar, pero uno de los delincuentes intentó detenerlo con un disparo, y la bala, tras rebotar en la puerta del acompañante, alcanzó al muchacho, que fue llevado al hospital, pero llegó muerto.
Sólo unas horas antes, en Burzaco, partido de Almirante Brown, un policía había sido baleado en un tiroteo. Ese mismo día, en Berazategui, cuatro hombres irrumpieron en la casa de una mujer a la que aterrorizaron mientras saqueaban la propiedad; fueron detenidos, pero ella quedó atemorizada y no quiso hablar con LA NACION de ese tema. Dos días antes, la policía había desarticulado, en Florencio Varela, una banda que robaba autos a mano armada. A fines de junio, en Bernal, partido de Quilmes, una anciana de 80 años fue maniatada y golpeada por ladrones que le robaron el dinero de su jubilación. La lista de hechos podría continuar largamente.
Pero, para los vecinos, la tranquilidad nunca llega. "Vivo como en una cárcel. Tengo que abrir cuatro puertas para entrar en mi casa", dice Teresa, propietaria de un quiosco ubicado sobre el camino General Belgrano. De la mano de enfrente, Enrique Cardozo, de 65 años, se limpia las manos en el mameluco y hace una pausa en el trabajo de su pequeño taller mecánico para señalar el agujero que una bala perdida dejó en el cartel del negocio, en un tiroteo.
"Hace un año, me desmantelaron el local. Hace seis meses, me robaron el auto. Hace 15 días, forzaron el portón metálico para entrar otra vez. La policía no tarda menos de una hora en llegar. Esto es tierra de nadie", concluye Enrique. Los hombres de los autos siguen mirando desde enfrente y no confían.
Los números de las denuncias de delitos
10
personas robadas
Cada 1000 personas, 10 fueron víctimas de un delito en los distritos judiciales de La Plata. Quilmes y Lomas de Zamora, en 2013
400
homicidios dolosos
Esa fue la cantidad registrada en 2013 en esos distritos, 19 de los cuales fueron en ocasión de robos
8
violaciones
Es la cifra que se denunció en 2013 cada 100.000 habitantes en el distrito judicial de Lomas de Zamora, el más alto en el sur del conurbano
Del editor: Lo importante.
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