El robo del anillo de Menem: “Hoy todos son sospechosos; parece una película, pero es real”, dijo el abogado de la familia

Tras la conmoción que produjo la noticia del robo del histórico anillo del expresidente Carlos Saúl Menem, fallecido el domingo pasado a los 90 años, el abogado de la familia, Diego Storto, descartó la eventual participación en el hecho del círculo íntimo del exmandatario. Y aunque advirtió: “Todas las personas que rodeaban su entorno están bajo la lupa”.

En diálogo con LA NACION, el letrado aclaró que la causa, que está en secreto de sumario, comenzó el 14 diciembre pasado con la denuncia del enfermero personal del exmandatario, que entonces se encontraba internado, en estado delicado. Dijo que hay “12 personas que están siendo investigadas”.

“Empezamos a analizar las declaraciones de estas personas y nos encontramos con cosas que no nos gustaron para nada. Algunas están más en la mira. Pero descartamos cualquier lazo familiar en este asunto. Yo le aconsejé a Zulemita constituirse como querellante en la causa”, señaló Storto.

Un día antes de que se constatara el faltante, Zulemita le había solicitado a la custodia personal de su padre que fueran a su domicilio, en la calle Echeverría, en Belgrano, para que le llevaran algunos objetos personales, entre ellos, un estuche de anteojos donde Menem guardaba el anillo que desde hace décadas llevaba en el dedo anular de su mano izquierda.

Al día siguiente, el enfermero de Menem, que volvía a su puesto tras haber tomado vacaciones, quiso darle los anteojos, pero no los encontró. Advirtió, además, que le faltaba su teléfono celular. Al acompañar su testimonio en la denuncia, precisó que trabajaba como asistente en el domicilio junto a otros tres enfermeros que habían sido contratados de manera temporal por la empresa Swiss Medical, que prestaba el servicio de atención médica a Menem, se informó.

Consultado acerca de si en el hecho podría haber más de una persona implicada, el abogado de la familia Menem ratificó que en la causa están sujetas a investigación varias personas que tuvieron contacto próximo con el expresidente en sus últimas semanas de vida. Según pudo averiguar LA NACION de otras fuentes, la Justicia tiene bajo la lupa a enfermeros, médicos y personal de seguridad que asistía al extinto senador riojano.

“El anillo estaba grabado con las iniciales de los cuatro hijos de Carlos Menem; si Zulemita, para recuperarlo, tuviera que volver a comprarlo, lo haría. Esperamos que se realicen próximamente las indagatorias; a medida que vayan surgiendo novedades las iremos comunicando”, anticipó.

Esta mañana, Storto había dicho que “algunas personas están más sindicadas” en la investigación por la sustracción del anillo, y que “hoy todos son al menos sospechosos”. “Parece una película, pero es la realidad”, expresó.

En este sentido, el abogado enfatizó que “van a dejar todo” por recuperar el anillo robado, ya que es “parte de la historia de Menem y de su familia”. Y precisó que la hija del fallecido expresidente, Zulema María Eva “Zulemita” está “destruida” por lo sucedido.

“Ella no descuidó ni un segundo la atención de su padre. Fue un largo proceso hasta que el juzgado de instrucción nos validó como querellantes en esta causa. A partir de ahí la investigación dio un giro importante. Se obtuvieron datos precisos de personas que falsearon su testimonio y quedaron al descubierto”, añadió el abogado.

Storto dijo ser “muy optimista” con el devenir de la causa y afirmó que ya declararon “15 o 20 personas”. Insistió con que en algunos testimonios “se encontraron contradicciones” y que “no es fácil” preguntarle a la hija del expresidente qué es lo que pasó, en función de los últimos tiempos que transcurrieron por la condición de salud.

“Yo no sé si [Menem] murió pensando que le habían robado el anillo, sobre todo en ese estado de salud en que se encontraba. Por el momento solo el anillo desaparecido es lo denunciado; el teléfono que le robaron al enfermero personal de Menem jamás fue activado, eso consta en la investigación”, dijo.

Vale mencionar que el expediente en cuestión se encuentra bajo secreto de sumario y que interviene la Fiscalía N°42 de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de Carlos Velarde. El anillo se destaca por poseer una joya preciosa negra, y ser de gran valor por partida doble: por lo económico y, fundamentalmente, por lo sentimental dada la historia de la joya, que al expresidente le había legado su padre.

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