El Pepo lloró cuando escuchó que agravaron la acusación en su contra
La fiscal de Dolores Verónica Raggio agravó la acusación contra el cantante de cumbia Rubén Dario Castiñeiras, más conocido como El Pepo. Al escuchar la nueva imputación, la descripción del trágico episodio y cómo murieron sus dos colaboradores, Ignacio Abosalleh y Marcelo Nicolás Carabajal, el cantante comenzó a llorar y no pudo declarar ante la representante del Minesterio Público.
Según fuentes de la investigación, desde que el 20 de julio pasado, el cantante volcó la camioneta que conducía en el kilómetro 8,5 de la ruta 63, la fiscal incorporó nuevas pruebas y decidió acusar a El Pepo por doble homicidio culposo sextuplemente agravado.
Debido al cambio de la figura penal, la representante del Ministerio Público decidió convocar al cantante a nueva indagatoria para que pudiera defenderse de los nuevos cargos en su contra. En la primera indagatoria realizada 48 horas después del accidente, El Pepo se negó a declarar. La situación se repitió en las últimas horas debido a la crisis de llanto que el cantante sufrió cuando, en el momento en el que le describían las nuevas pruebas en su contra y mencionaron a los dos colaboradores fallecidos.
A partir de las pruebas incorporadas en el expediente, la fiscal consideró que había más que los dos agravantes que se consignaron en la primera indagatoria. Al imponer la nueva calificación, la fiscal sostuvo que además de la pluralidad de víctimas y del hecho de conducir de forma imprudente había nuevos agravantes como el exceso de velocidad, que superaba por casi 80 kilómetros por hora el máximo permitido para circular en caso de niebla y el hecho de haber consumido alcohol y cocaína.
Todos estos elementos, según la investigación, provocaron que el cantante tuviera sensiblemente disminuida su aptitud para conducir con lo que incumplía en el deber de cuidado.
Además de la segunda indagatoria de Pepo, también se suspendió el peritaje psicológico al que debía ser sometido el cantante para determinar si le corresponde el beneficio de la prisión domiciliaria con el monitoreo a través de una tobillera electrónica.
Esta medida, morigeradora de la prisión preventiva, había sido solicitada por la defensa del cantante, que sostuvo que El Pepo sufría un estado depresivo debido a la detención. Pero la fiscal y el abogado Marcelo Biondi, que representa a los familiares de las víctimas, se opusieron. Actualmente el cantante está preso en un penal de La Plata.
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