El femicida de Martindale: “Farré es un psicótico peligroso”, dijo su exabogado, que lo denunció por hostigamiento
Jorge Césaro afirmó que el homicida, condenado a perpetua por apuñalar y degollar a su esposa, Claudia Schaefer, en el country de Pilar, hace cinco años, utiliza falsos perfiles en las redes sociales para acosar a sus hijas y a otras personas
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“Psicótico peligroso”. El abogado Jorge Césaro definió así a su excliente, Fernando Farré, el femicida condenado a prisión perpetua por apuñalar y degollar a su esposa, Claudia Schaefer, en el country Martindale, de Pilar, en agosto de 2015.
El letrado presentó ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 2 de San Isidro un hábeas corpus preventivo donde describió acciones agresivas e intimidatorias de parte de Farré. Además, según adelantó a LA NACION, presentaría una denuncia por hostigamiento ante el Ministerio Público Fiscal de la ciudad de Buenos Aires.
El conflicto entre Farré y Césaro habría comenzado cuando el letrado le reclamó a su cliente el pago de los honorarios por su trabajo en la causa judicial.
“Nuestro primer conflicto se produjo cuando me enteré de que los Farré nos estaban estafando a mí y a sus propios hijos, escondiendo 200.000 dólares. Mis conclusiones y mi reclamo de honorarios enfurecieron a Farré, quien, además de estar psicótico, no quiere ser trasladado a una unidad psiquiátrica porque en las cárceles bonaerenses goza de privilegios”, afirmó el abogado.
Pero la presentación del abogado tuvo la respuesta de su cliente: el femicida rechazó “en todos términos [de las acusaciones] de Césaro” y dijo haber sido él víctima de amenazas, calumnias e injurias por parte del letrado. El juez Alejandro Lago ordenó “obtener copia y remitir al Colegio de Abogados de San Isidro la denuncia formulada por Farré”.
Césaro definió a Farré, que hoy tiene 57 años, como “un psicótico peligroso, con personalidad múltiple, que se encuentra completamente desconectado de la realidad y que no tiene control sobre su accionar”.
Césaro también hizo una denuncia contra Farré, vía correo electrónico, ante el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), a “efectos de que se tomen medidas urgentes para contener el severísimo agravamiento de su estado de salud mental y de interrumpir los ilícitos que está cometiendo”.
“Farré utiliza redes sociales como Instagram y Facebook para hacerse pasar por abogado y, desde ese rol imaginario, inventa interminables conspiraciones para asesinar a distintas personas e intenta defraudar a profesionales con supuestas contrataciones de servicios”, sostuvo Césaro en la presentación ante el SPB.
Tras la denuncia, según informaron fuentes oficiales a LA NACION, se hizo una requisa en el calabozo de la Unidad 4 de Bahía Blanca, donde actualmente está alojado Farré, y se le secuestró un teléfono celular.
Desde abril de 2020, cuando fueron suspendidas las visitas como medida preventiva para evitar la expansión del Covid-19 en las cárceles, los reclusos fueron autorizados a tener y usar teléfonos celulares para comunicarse con sus familiares, pero el protocolo solo permitía que tuvieran instalado WhatsApp y prohibió que pudieran manejar desde esos aparatos redes sociales como Instagram, Twitter y Facebook.
En junio de ese año, a Farré le secuestraron dos teléfonos que tenía en su celda de la cárcel bahiense. La requisa del personal del SPB se realizó por orden del juez del TOC N°2 Esteban Andrejin, luego de que la fiscal Carolina Carballido Calatayud y el abogado Jorge Sandro -en representación de la familia de Claudia Schaefer- denunciaran que el femicida de Martindale hostigaba a través de las redes sociales -y, a veces, con perfiles inventados- a testigos de la causa, a la hermana de la víctima e incluso a una de sus hijas, que entonces ya tenía 18 años.
En esa oportunidad, el abogado Césaro presentó un pedido de recusación del juez Andrejin en un escrito en el que, además de considerar “arbitraria” la medida, él mismo se atribuyó ser quien le manejaba a Farré los perfiles de sus redes sociales.
“Se hará un análisis del teléfono celular de Farré para determinar si, como sostiene la presentación del abogado Césaro, utilizó el móvil para bajarse aplicaciones que no le estaban permitidas”, dijeron ahora las fuentes consultadas a propósito del nuevo secuestro de un celular de Farré.
Habeas corpus y traslado
Tras un hábeas corpus presentado por Césaro, el juez Lago hizo lugar al traslado del femicida desde la cárcel de Bahía Blanca hacia otra unidad penitenciaria bonaerense. En su resolución, el magistrado sostuvo explicó que el abogado “ya no reviste el carácter de defensor del justiciable”.
En la audiencia donde se trató el hábeas corpus, el femicida (representado por su abogado Omar Saker, que se sumó a su defensa hace un año) declaró de forma virtual y sostuvo que un interno, después de manosearlo, lo obligó a depositar 100.000 pesos en una cuenta bancaria para comprar “ocho lechones, dos corderos, pollo y fruta”.
Fuentes oficiales consultadas por LA NACION afirmaron que no es cierto que los presos hayan obligado a Farré a depositar dinero para hacer compras de comida.
El femicida también sostuvo que se agravaron sus condiciones de detención “por las cuestiones de salud que refirió padecer: arritmia, úlcera sangrante, hernia de esófago, taquicardia, hipertensión arterial y elevado colesterol”, y que a nivel psiquiátrico padece “depresión crónica profunda y trastornos del sueño”.
Ante esta situación pidió que se “garantice su resguardo físico” y solicitó ser trasladado a las Unidades 46, 47 o 48 de San Martín -donde ya estuvo alojado y donde LA NACION lo entrevistó- o a la cárcel de Campana.
“Ordenar con carácter de urgente al SPB que disponga el realojamiento del detenido Farré en una unidad distinta a la alojante [sic] en virtud de los problemas de convivencia que presenta allí con el resto de la población carcelaria. Hágase saber que la unidad de destino a designarse deberá contar con todos los medios e infraestructura para brindar adecuado tratamiento de las patologías que padece Farré -arritmia, úlcera sangrante, hernia de esófago, taquicardia, hipertensión arterial, elevado colesterol, depresión crónica profunda y trastornos del sueño-”, sostuvo el juez Lago, que durante la feria subroga el TOC N° 2, tribunal que condenó al femicida de las 66 puñaladas.
Tras la resolución del juez Lago, el abogado Saker dijo a LA NACION: “Estamos conformes con la decisión del magistrado. Ahora Farré podrá hacer uso de sus derechos de estudiar y acercarse a su familia. Espero que en la unidad carcelaria donde sea trasladado pueda desarrollarse como interno sin los problemas que tuvo hasta el momento”.
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