El excónsul de Bolivia en Salta fue condenado a cinco años de prisión por tráfico de cocaína

Diego Fernando Vega Ibarra, el excónsul de Bolivia en la ciudad salteña de San Román de la Nueva Orán, detenido con ocho kilos de cocaína escondidos en el baúl de su auto hace 22 días, fue condenado a la pena de cinco años de prisión por el delito de transporte de estupefacientes.

Vega Ibarra había sido detenido el 17 de diciembre pasado en un control vial realizado por la Gendarmería Nacional. La requisa efectuada por los uniformados permitió el hallazgo de ocho paquetes de cocaína, con un peso de 8,300 kilos, que estaban ocultos en el baúl, bajo la rueda de auxilio del coche.

Un día después, tras una audiencia ante los fiscales José Luis Bruno y Marcos Romero y el juez de Tartagal Carlos Martínez Frugoni, el exdiplomático (había asumido el 11 de marzo pasado y fue cesanteado por la presidenta Jeanine Añez el 25 de noviembre) y exsecretario de Hidrocarburos y Energía de Tarija durante el gobierno de Evo Morales, quedó imputado por el delito de "transporte de estupefacientes" y se le dictó la prisión preventiva por 20 días.

El exdiplomático había sido detenido junto al comerciante Wilson Bernardo Cordero Flores, quien también fue sentenciado, según informó el sitio de noticias del Ministerio Público Fiscal (MPF), www.fiscales.gob.ar.

La decisión se tomó en un juicio abreviado. El MPF y las defensas acordaron una condena de cincoaños de prisión efectiva para Vega Ibarra, mientras que para Cordero Flores se propuso una pena de cuatro años y seis meses. En ambos casos, por el delito de transporte de estupefacientes, tal como fue planteado en la acusación.

Previo a la decisión del juez Martínez Frugoni, las defensas de Vega Ibarra y Cordero Flores solicitaron la prisión domiciliaria de sus defendidos, lo que fue rechazado por el fiscal Romero, quien sostuvo que tal beneficio no correspondía porque no se acreditaron, de acuerdo a lo expuesto respecto a las circunstancias de cada uno de los imputados, los supuestos que establece la legislación vigente a tal fin, como tampoco las razones de índole humanitarias invocadas.

Vega Ibarra, de 36 años, ingeniero petrolero, negó haber colocado la droga en el auto y aseguró que él había llevado el vehículo a un taller y a un lavadero de Orán, donde "a veces" se lo revisaban y otras no. También sostuvo que mantenía su condición de cónsul, y afirmó que la resolución que lo apartó del cargo es consecuencia de los problemas internos de su país, aunque para la fiscalía está claro que no está en el cargo desde el 5 de diciembre.

Para la fiscalía, la advertencia sobre su condición de diplomático efectuada por Vega Ibarra a los gendarmes en el momento del operativo habría sido un intento de impedir la inspección de su vehículo y, en consecuencia, mantener oculto el transporte de sustancias prohibidas.

Los argumentos expuesto por el exdiplomático fueron rechazados a partir de las pruebas recolectadas por la investigación. Se concretó así un proceso de flagrancia, ya que los tribunales salteños cuentan con esa herramienta para definir en forma rápida un episodio en el cual el acusado es sorprendido en el mismo momento de cometer el delito.

Se informó que luego de la presentación de la fiscalía, la defensa de Vega Ibarra accedió a consolidar un pena en un juicio abreviado y aceptó la condena de cinco años de prisión, acuerdo entre la fiscalía y los abogados del acusado que fue homologado por el juez.

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