El exalumno del liceo militar que asesinó al chofer de una combi en Santa Fe podría recibir cadena perpetua

SANTA FE.- El joven de 19 años, exalumno del Liceo Militar “General Belgrano” de esta capital, que el pasado viernes asesinó al chofer de una combi que trasladaba a liceístas con destino a la ciudad de San Javier, podría recibir una condena de prisión perpetua. Así surge de los delitos por los que esta mañana fue imputado en la audiencia que se realizó en los Tribunales santafecinos.

El martes, en la audiencia cautelar, se dispondrá la prisión preventiva y seguramente otros requisitos a los que deberá someterse, entre los cuales se incluiría estudios psicológicos y psiquiátricos.

En la audiencia imputativa de este domingo, la fiscal del Ministerio Público de la Acusación (MPA), Ana Laura Gioria, imputó a Martín Kunz, de 19 años, radicado junto con su familia en la localidad de Humboldt, 60 kilómetros al oeste de esta capital, la autoría del homicidio calificado criminis causa de Rubén Isidro Walesberg, de 71 años, conductor del transporte, la tentativa de homicidio en perjuicio de 4 cadetes, a los que apuñaló y algunos permanecen internados, y privación ilegítima de la libertad, en concurso real, de todos los cadetes liceístas que viajaban en la combi.

En tanto, y casi en simultáneo, la ciudad de San Javier, de donde era oriundo, despedía a “Bigote” como lo apodaban amigos y familiares. El cuerpo del infortunado chofer arribó anoche, tras los trámites de rigor exigidos por la justicia. Fue chofer de micros de larga distancia de la Empresa Ruíz, ya desaparecida, y desde hace varios años era el transportista a cargo de buscar a los cadetes en Santa Fe y emprender el viaje de regreso hacia San Javier, tarea que desarrollaba los domingos y viernes de cada semana.

La fiscal Gioria anunció que este lunes se solicitará a las autoridades del Liceo Militar los informes por los cuales Kunz fue desplazado de esa institución. Algunos informes preliminares indican que el exliceista había cambiado radicalmente su carácter, volviéndose agresivo, a pesar de ser –académicamente- un alumno de buenas notas.

También este lunes, las autoridades del Liceo se reunirán con responsables del área de Salud Mental del Ministerio de Salud de la provincia para recibir asesoramiento sobre los pasos a seguir, teniendo en cuenta la implicancia que podría haber generado los hechos del viernes pasado en el resto de los estudiantes. Después de ello se convocará a los padres y tutores de los alumnos para resolver las acciones a seguir. Por ese motivo, este lunes el Liceo Belgrano, ubicado frente al mismo Hospital Provincial “Dr. José María Cullen”, donde fueron internados los cadetes heridos, permanecerá cerrado.

Gioria, que dialogó con los periodistas al término de la audiencia imputativa, aclaró que el agresor “no tiene antecedentes penales” por lo que “se buscará reconstruir su historia personal para determinar qué hechos ocurrieron y cuándo, que cambiaron sus actitudes” en el lugar donde cursaba sus estudios.

Kunz residía en Humboldt junto a sus padres y hermanos. Precisamente, uno de ellos también estudia en el mismo liceo.

Por otra parte, los jóvenes cadetes de 17 años que fueron hospitalizados en esta capital luego de la agresión, recibieron ayer a última hora el alta médica.

Pero otro de los cadetes, este de 14 años, continuará internado en el Hospital de Niños “Dr. Orlando Alassia” aunque en franca recuperación tras una intervención quirúrgica a la que fue sometido el mismo viernes.

LOS HECHOS

Todo se desencadenó el viernes alrededor de las 13, frente a una panadería del distrito Colastiné, ubicada a la vera de la Ruta Provincial 1, lugar donde habitualmente el transporte hace una parada para que los cadetes adquieran algo para comer hasta arribar a San Javier, 150 kilómetros al norte.

Sin que nadie lo observara, apareció el excadete Kunz y cuando intentó subir a la combi, ante la resistencia de su conductor, lo hirió mortalmente en el cuello.

De inmediato se apoderó de la camioneta y con los 9 alumnos en su interior obligó a uno de ellos a que condujera el vehículo por la misma ruta hacia el norte. Allí amplió la agresión contra varios cadetes, algunos de los cuales permanecías dormidos en los últimos asientos.

Ante lo sucedido, vecinos de Colastiné llamaron al 911 y personal policial de la zona comenzó la persecución. El rodado fue detenido unos 8 kilómetros al norte, donde detuvieron a Kunz y se dispuso el operativo de asistencia médica, que obligó a la interrupción de la circulación vehicular por casi dos horas.

Hasta ese momento, los adolescentes atacados desconocían quién era el agresor, hasta que horas después se confirmó la identidad del mismo.

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