El enemigo de Los Monos. Esteban Alvarado fue procesado por lavado de dinero narco
Este mes ya recibió dos condenas: una, a prisión perpetua por el secuestro y asesinato de un prestamista, y otra, a 16 años de cárcel por tráfico de drogas
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ROSARIO.-Como ocurrió con el líder de Los Monos, Ariel “Guille” Cantero, que en sólo cinco años acumuló más de un siglo de condenas a prisión, Esteban Alvarado, rival de esa banda, parece seguir el mismo camino. Ayer fue procesado por lavado de dinero junto a su expareja Rosa Capuano, en una investigación que se inició hace una década.
A principios de junio, Alvarado cargó sobre sus espaldas con dos condenas. Una a prisión perpetua en el fuero provincial, acusado de secuestrar y matar al prestamista Lucio Maldonado en 2018 y de atentar contra edificios judiciales, y otra en el tribunal oral federal, que sentenció por narcotráfico a 15 años de cárcel a este hombre que dominó durante 15 años los resortes de la violencia y la venta de drogas en la región. De esa manera se terminó de romper la supuesta protección con la que contó Alvarado durante más de una década, que incluye a funcionarios políticos, que aún no fueron investigados por la Justicia.
Ahora Alvarado fue acusado por lavado de activos provenientes del narcotráfico. El procesamiento estuvo a cargo del juez federal Marcelo Bailaque, cuya actuación fue discutida en el juicio contra el narcotraficante por los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery. Esta investigación, en la que fue querellante la Unidad de Información Financiera, estuvo en manos de los fiscales Javier Arzubi Calv; Diego Iglesias, titular de la Procunar, y Diego Velasco, de Procelac.
Alvarado, como ocurrió con Los Monos, empezó a acumular condenas después de que durante más de una década y media manejara sin trabas parte del negocio narco de Rosario y de la región. En el juicio que se realizó en el Centro de Justicia Penal de Rosario entre febrero y junio pasado se expusieron los mecanismos de protección con los que contaba este narco, sobre todo en la policía. El grupo de “elite”, como la División Judiciales, que combatió a la banda rival, a Los Monos, “trabajaba” para Alvarado, que pretendía quedarse con el monopolio del negocio narco.
Uno de los testimonios más intensos e importantes fue el del testigo Carlos Argüelles, quien tras declarar fue asesinado por tres sicarios. En una declaración que se grabó en video, Argüelles habló de que Alvarado era parte de una “narcodictadura”. Dio detalles de unos 40 casos de desapariciones de personas y torturas que ejecutaba este grupo narco. También en ese juicio en el fuero provincial se expuso la aceitada estructura de complicidades que le garantizaba la Policía de Santa Fe, que armó la sociedad entre Alvarado y Luis Medina, narco que fue asesinado por su socio, según se sospecha, a fines de 2013. La fortaleza que tenía Alvarado en el negocio narco se trasladó también a su actividad económica, aunque en la investigación federal se detectaron solo algunas operaciones oscuras a pesar de que la causa se inició en 2015, hace más de siete años.
En la investigación se estableció, según el fallo de procesamiento al que tuvo acceso la nacion, que Alvarado prefirió descargar en su expareja Rosa Capuano el manejo de gran parte de la actividad económica y de los bienes de la banda, que se dedicaba a traer cargamentos de cocaína y marihuana desde Paraguay en avionetas.
De acuerdo a la causa, Alvarado manejaba un inmueble identificado como paraje “Los Muchachos”, un campo cerca de la localidad de Piñero, cercano a la Unidad Penal Nº11, donde estuvo cautivo el prestamista Lucio Maldonado. En la causa se detectó también que fue beneficiario de una operación de cesión de derechos por parte de sus hermanos de una casa en Rosario, ubicada en Cochabamba 6880. A su vez, este narco, que estuvo detenido en la provincia de Buenos Aires por robo de autos de alta gama, registró acreditaciones bancarias por $3.500.000 entre 2015 y 2018, montos que no pudo justificar con ingresos legales, porque parte de ese tiempo estuvo en prisión.
Capuano, expareja de Alvarado, era titular de la firma Logística Santino SRL. Según las declaraciones juradas de ganancias registró entre 2009 y 2015 ingresos gravados por $3.520.280,16; con un disponible calculado de $ 2.130.622.
Pocos meses después de que se constituyera esa firma dedicada al transporte de cargas, una de las supuestas fachadas del grupo narco, adquirió un tractor de semiremolque, que según la AFIP tuvo un valor de factura de $954.000, es decir, el triple del capital social de la empresa que era de $300.000. Capuano compró en poco tiempo 19 vehículos (de los cuales vendió diez). Algunos de esos rodados fueron utilizados para los fines de la empresa Logística Santino, según surge de la titularidad de los seguros.
La documentación secuestrada por la justicia federal en Logística Santino SRL deja a trasluz que gran cantidad de las facturas, remitos y tickets se encontraban a nombre de Alvarado, pese a no figurar él como miembro de la sociedad, ni a poseer la capacidad económica suficiente como para sustentarlas.
También poseía una caballeriza y era titular de dos caballos de carrera en el hipódromo de Rosario.
Alvarado fue condenado a 15 años de prisión por el envío de 493 kilos de marihuana en un camión de la empresa Toia SRL a Río Negro. El semirremolque que se usó para el transporte de la droga estaba a nombre de Roberto Peralta, un ex chofer de la empresa Logística Santino y registrado como empleado de Jorge Benegas, otro miembro del grupo narco.
En el fallo se señala que Capuano además de haber sido cónyuge de Alvarado “actuaba como prestanombres” y permitió “ocultar la verdadera titularidad de la empresa Logística Santino SRL”. Por pedido de los fiscales, el juez Bailaque ordenó un embargo de $30.000.000 a Alvarado y dictó la prisión preventiva contra el jefe narco, que se encuentra actualmente detenido en el penal de Ezeiza.