El crimen del colectivero. Detuvieron a un nuevo sospechoso y el primer detenido dijo ser inocente
Los dos jóvenes apresados están imputados de los delitos de homicidio agravado criminis causae y por el uso de un arma de fuego en concurso real con robo agravado por el uso de un arma de fuego.
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LA NACION
La policía bonaerense detuvo a un segundo sospechoso por el crimen de Daniel Barrientos, el chofer de colectivo de 55 años que fue asesinado de un tiro ayer a la madrugada, cuando conducía por el barrio Vernazza, en Virrey del Pino. Tiene 24 años y fue arrestado en la localidad de Gregorio Laferrere, en La Matanza.
Así lo informaron a LA NACION fuentes judiciales y policiales. El arresto se produjo al cabo de varios allanamientos solicitados por el fiscal de La Matanza Gastón Duplaá. Hoy, el representante del Ministerio Público indagó a Alex Gabriel Barone, de 19 años, aprehendido ayer cuando circulaba en un Chevrolet Corsa gris visto salir a alta velocidad del lugar donde apareció incendiado el Fiat Siena que habrían usado los delincuentes que concretaron el mortal asalto a la unidad 87 de la línea 620.
El segundo detenido fue identificado por fuentes policiales como Gabriel Barone, de 24 años. Sería primo del joven detenido ayer e indagado hoy. Dijo que se dedicaba a hacer trabajos de changarín.
El sospechoso fue apresado en Valentín Gómez y Ascasubi, en Gregorio Laferrere, a pocos metros de su domicilio, agregaron las fuentes consultadas.
Los dos sospechosos, según fuentes judiciales, están imputados de los delitos de homicidio agravado criminis causae y por el uso de un arma de fuego en concurso real con robo agravado por el uso de un arma de fuego.
“Ante el fiscal Duplaá, Alex Barone dio su versión de la historia”, sostuvo a LA NACION una calificada fuente judicial. Sostuvo ser inocente.
En su descargo, el sospechoso dijo que al momento del crimen él estaba en su casa y acompañado de una mujer, que ya declaró como testigo y corroboró esa versión, según indicó el abogado defensor Vicente Huaman Centeno, informó la agencia de noticias Télam.
Alex Barone había sido detenido ayer en Autopista Perón y Guanabara, cuando iba en un Chevrolet Corsa gris. Según informaron fuentes policiales, ese auto había sido visto saliendo de Guanabara y Fortín Yunca, donde apareció incendiado en Fiat Siena, vehículo que habrían usado los asaltantes para cortar el paso del interno 87 de la línea 620 que conducía Barrientos, en Bernardino Escribano y Cullen, del barrio Vernazza.
El sospechoso vive a 14 cuadras de la escena del crimen, al otro lado de la ruta 3, en Virrey del Pino.Poco después de su detención, se manifestaron en Virrey del Pino y aseguraban que el joven detenido es inocente, que había pasado toda la noche en su casa, junto a su novia, y que salió a las 7 de la mañana para ir a trabajar como chofer de remise. Se trata del relato que hizo él mismo ante el representante del Ministerio Público Fiscal.
Alex Barone fue reconocido en rueda de reconocimiento por una testigo. Se trata de una pasajera que estaba sentada con su pequeña hija detrás del colectivero asesinado y que sufrió el robo de una mochila y un teléfono celular, según informaron fuentes de la investigación.
Alfonzo Franze, el abogado que representa a la familia de la víctima, sostuvo que fue una mujer quien “hizo el reconocimiento positivo, dice que esa fue la persona que le retiró sus pertenencias en el colectivo”.
Hoy, mientras el fiscal Duplaá indagaba al joven de 19 años, detectives de la policía bonaerense hacían una serie de allanamientos en La Matanza para intentar detener a otros sospechosos. Para los investigadores policiales y judiciales fueron tres los delincuentes que participaron del homicidio de Barrientos: dos se subieron al colectivo y un tercer cómplice los esperaba en un auto a cien metros del crimen.
En los operativos, como se informó, fue apresado por detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de La Matanza Gabriel Barone, de 24 años.
“Se llevaron a la persona equivocada”, sostuvo la madre del sospechoso en declaraciones al canal de noticias C5N.
Mañana será indagado por el fiscal Duplaá. Según pudo saber LA NACION de fuentes judiciales, tras la indagatoria del primer sospechoso detenido, el representante del Ministerio Público llevaba adelante una serie de medidas de prueba.
“Esto es lo que sucede todos los días en La Matanzaa. Hy una cuestión de inseguridad de la que somos víctimas diariamente. Nuestros barrios están al desamparo. Esto ocurre todos los días en distintas circunstancias. Se trató de un hecho criminal y tiene que ir en ese sentido la investigación”, dijo Alfonzo Franze.
Lluvia de balas
El homicidio de Barrientos ocurrió a las 5.01. Dos delincuentes subieron cuando el colectivo de la línea 620 que conducía la víctima pasaba por el barrio Vernazza.
“Los dos ladrones subieron con la intención de robarle a todos los pasajeros”, explicó a LA NACION una calificada fuente de la investigación.
Unas cuadras antes del asalto habían subido Yanina C. y su hija menor. Ambas se sentaron en el asiento ubicado detrás del chofer.
Mientras un ladrón le robaba a una pasajera, el otro delincuente le apuntaba con un arma de fuego al chofer”, declaró Carlos Bellido, un oficial de la Policía de la Ciudad que viajaba como pasajero en el colectivo. Se dirigía a su puesto de trabajo en el Departamento Operaciones Urbanas de Contención (DUOC) de la fuerza de seguridad porteña.
A la pasajera le robaron una mochila y un teléfono celular. Después, escuchó una detonación. Era el tiro mortal que segó la vida de Barrientos. “El asesino disparó sin mediar palabra”, sostuvo a LA NACION una fuente judicial.
“Mi hija estaba en el primer asiento con mi nieta. Subió uno de los delincuentes, que le apuntó a ella, y el otro, al chofer. A ella le sacaron la mochila y el celular y al chofer le tiraron un tiro y se escaparon”, dijo a la agencia Télam Virginia, la madre de la pasajera.
Tras el disparo mortal, y mientras los delincuentes descendían del colectivo, el oficial Bellido se acercó a la puerta delantera y se identificó como policía.
“Según declaró, tras identificarse como policía, Bellido extrajo su arma reglamentaria. Hubo un enfrentamiento entre el oficial y los delincuentes. Fueron muchos disparos”, dijo un investigador.
Si bien falta el resultado del peritaje balístico, un primer informe hecho por los peritos determinó que, por lo menos, hubo 15 disparos: una vaina servida fue levantada del panel del lado del chofer –junto a un plomo deformado– y se secuestraron ocho vainas calibre 9 milímetros en el suelo del colectivo (disparadas por el policía) y seis vainas abajo de la unidad a la altura de la puerta, sostuvieron fuentes policiales.
El fiscal Duplaá incorporó en el expediente un video de una cámara de seguridad privada donde quedó registrado el sonido de los tiros y las imágenes de la fuga de los ladrones. “Los delincuentes, tras el enfrentamiento, corrieron 100 metros hasta donde los esperaba un cómplice en un auto”, sostuvo un detective judicial.
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