El crimen de Blas Correas. El policía que mató al adolescente pidió perdón a la familia y a la tarde se conoce el veredicto
“No fue mi intención quitarle la vida a nadie, eso mi Dios lo sabe”, dijo Lucas Gómez al hacer uso de sus úlltimas palabras antes de que se conozca el fallo
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CÓRDOBA.- Comenzó la cuenta regresiva para conocer el veredicto del juicio donde se juzga a los policías cordobeses acusados de haber participado del homicidio del adolescente Blas Correas, crimen ocurrido en agosto de 2020. Antes de que el jurado popular se retire a deliberar su decisión, los imputados empezaron a hacer uso del derecho a decir las últimas palabras antes del fallo. El agente que disparó y mató al chico, le pidió perdón a la familia de la víctima. Tras las palabras de los sospechosos se inició un cuarto intermedio hasta la tarde, donde se dará a conocer el fallo.
Cuando la madre de Correas, Soledad Laciar, habló por última vez les pidió a los acusados “un gesto de humanidad” y que “digan la verdad”.
Hoy, al entrar en la sala de audiencias, Lacia dijo: “Es muy fuerte todo esto. Voy a morir luchando como las abuelas de Plaza de Mayo. Entendí que ese es el camino. Espero que se haga Justicia y que se encuentren a los responsables políticos”. Llevaba puesta una camiseta blanca con la foto de su hijo y la leyenda “Justicia por Blas”.
En sus redes sociales, la madre de la víctima hizo un emotivo posteo. “Llegó el día mi amor... Hoy damos el primer paso. Quiero agradecer tanto tanto tanto amor que he recibido en estos días y a lo largo de estos años. No quiero nombrar porque no quiero olvidar a nadie. Hoy Blas va a tener un poquito de Justicia. Hoy quizás empecemos a ver que al menos la Justicia entendió que #Justiciaporblas es #nuncamas”.
Lucas Gómez y Javier Alarcón son los imputados por homicidio calificado y agravado por su función policial. De sus armas salieron los disparos contra el Fiat Argo en el que iban los jóvenes el 6 de agosto del 2020. Una bala de Gómez fue la que mató a Correas.
Gómez tiene antecedentes por encubrir a un violador serial en 2016 y Alarcón no aprobó el examen de tiro. Para los dos, la Fiscalía pidió prisión perpetua por considerar que quisieron matar.
“Hace dos años y casi ocho meses que le vengo pidiendo a Dios por ustedes para que les dé la fuerza necesaria -dijo Gómez hoy-. Quiero realmente pedir perdón por lo sucedido. No fue mi intención quitarle la vida a nadie, eso mi Dios lo sabe”.
Alarcón, en cambio, eligió tomar distancia de la acusación. “No soy un asesino, no maté a nadie”, afirmó leyendo. Aseguró que fue el “único que no desenfundó el arma. Muchos vinieron acá y dijeron que estaba mal, pero tuvieron dos años para pensar qué hacer. Yo tuve dos segundos y siempre actué de buena fe”.
Por encubrimiento y falso testimonio están acusados Wanda Esquivel (quien se quebró y contó que “plantaron” un arma), Yamila Martínez, Leandro Quevedo, Ezequiel Vélez, Sergio González, Jorge Galleguillo, Enzo Quiroga, Walter Soria, Rodrigo Toloza, Leonardo Martínez, y Juan Antonio Gatica. Las penas pedidas fueron de hasta seis años para ese grupo.
Además, los fiscales de Cámara pidieron que la Justicia investigue al exministro de Seguridad y actual legislador oficialista, Alfonso Mosquera, al exsecretario de Seguridad Lucas Mezzano y el excomisario Gonzalo Cumplido. El abogado de la querella pidió hacer lo propio sobre el rol de la actual jefa de Policía, Liliana Zárate Belletti, en 2020 a cargo de la formación policial.
Qué dijeron los demás
Esquivel habló parada y mirando a los padres de la víctima: “Lamento la muerte de Blas porque si pudiera cambiar algo lo haría. Me da vergüenza mi accionar, me cuesta mirarla a la cara [dirigiéndose a Laciar]. Me cuesta explicarle a mi hija lo que pasó. Si hubiera sabido algo más lo hubiera dicho en su momento, pero dije como fueron las cosas”.
La agente Martínez sostuvo: “Jamás mentí, jamás formé parte de un encubrimiento, siempre dije la verdad. Sí cometí errores, estaba muy nerviosa, nunca había vivido algo así. Tenía muy poca experiencia en la calle, pero nunca formé parte de un encubrimiento”. A Laciar le dijo “admiro las fuerzas que tiene para seguir día a día”. Las dos mujeres cumplen prisión domiciliaria.
En los próximos meses será el juicio a los empleados del Sanatorio Aconcagua que no atendieron a Correas. Fue el lugar donde sus amigos llegaron para hacerlo atender después de haber sido herido. Les dijeron que fueran al Hospital de Urgencias, cuando reiniciaron el camino la Policía los paró en el centro y el adolescente murió allí.
Cómo fue el hecho
Alrededor de las 23.30 del 6 de agosto de 2020 –en medio de la cuarentena por el Covid-19 se permitían reuniones– Correas y sus amigos volvían de comer una pizza en la zona de sur de la ciudad.
Tuvieron un altercado con una moto, en la que iban dos hombres, y minutos después no frenaron en un control policial de dos patrulleros y varios agentes. Ese retén había recibido el alerta de Quevedo y Vélez sobre la presencia de “seis sierras” (sospechosos). Aseguraron que los motociclistas les habían contado de un presunto intento de robo. En el juicio, ambos desmintieron esa versión.
En el juicio se mostró el video grabado por las cámaras de los móviles policiales. Gómez y Alarcón, alertados por la llegada del Fiat Argo, hacen señas para que baje la velocidad. Gómez con una mano indica que frenen y, con la otra, desenfunda el arma reglamentaria.
El joven que conducía primero aminora la velocidad y después acelera y sigue. En su declaración, afirmó que se “asustó”. Cuando el auto se alejaba, Gómez dispara y lo sigue Alarcón.
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