Córdoba: a tres años del homicidio de Blas Correas, impulsan agravar penas a policías que encubran y “planten” armas
La familia del chico asesinado en Córdoba el 6 de agosto de 2020 motoriza una ley que, entre otros puntos, sanciona la tenencia ilegal de armas y las acciones tendientes a desviar las investigaciones, e incorpora la figura del “arrepentido” para estos casos
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“A lo largo de todo este tiempo, Blas ha sido el ángel que nos ha dado fuerzas para seguir esta lucha, para levantarnos cuando creíamos que todo estaba perdido, para iluminar el camino que debíamos seguir y que pensamos seguir hasta el final de nuestros días”. Así rezaba la convocatoria a la misa que se realizó ayer a la mañana en la Catedral de Córdoba para recordar a Valentino Blas Correas, el chico de 17 años asesinado por disparos de la policía la madrugada del 6 de agosto de 2020, hace tres años, homicidio por el que fueron condenados 11 efectivos provinciales, dos de ellos, a prisión perpetua.
Ese “camino correcto” que la familia de la víctima, con la figura sobresaliente de su madre, Soledad Laciar, se prometió seguir recorriendo “sin bajar los brazos”, no solo incluye el recuerdo. Comprende, además, dar impulso a un proyecto de ley para modificar el Código Penal e introducir penas más severas en los casos de crímenes cometidos por miembros de las fuerzas de seguridad y militares. Se lo conoce como la “Ley Blas”.
La iniciativa consta de tres puntos: agravar la tenencia y portación ilegal de armas por parte de miembros de las fuerzas de seguridad, policiales y penitenciarias; incorporar una sanción específica para los miembros de las fuerzas de seguridad, policiales y penitenciarias que ‘planten’ armas u otros elementos para entorpecer o alterar una investigación”, e incorporar al nuevo tipo penal la aplicación de la figura del “arrepentido”, según lo que establece la ley 27.304.
Correas fue asesinado en la madrugada del 6 de agosto del 2020 cuando iba con cuatro amigos, también adolescentes, en un Fiat Argo; al evadir un control policial en la zona sur de la capital cordobesa, dos efectivos dispararon contra el auto y uno de los proyectiles impactó en la espalda de Blas y le provocó la muerte.
El 31 de marzo de este año la Cámara 8ª del Crimen, con jurado popular, condenó a 11 de los 13 policías enjuiciados por ese hecho. Las máximas sentencias fueron para los cabos primeros Lucas Gómez, de 37 años, y Javier Alarcón, de 35, autores de los disparos.
El comisario inspector Walter Soria fue condenado a cuatro años y nueve meses de prisión, y el subcomisario Enzo Quiroga y el comisario inspector Jorge Galleguillo, recibieron una pena de cuatro años y ocho meses. En tanto, la oficial ayudante Yamila Martínez fue condenada a cuatro años y tres meses de prisión; el subcomisario Sergio González, a cuatro años y diez meses, y el comisario Juan Antonio Gatica y el cabo Alexis Quevedo, a cuatro años.
Por otro lado, la agente Wanda Esquivel –que fue quien “plantó” el arma para simular un enfrentamiento con las víctimas y luego pidió disculpas por ese “error”– recibió una pena de tres años y diez meses de prisión, y el oficial ayudante Ezequiel Vélez, una de dos años y medio.
El agente Rodrigo Toloza y el cabo Leonardo Martínez, que también habían sido enjuiciados por encubrimiento y falso testimonio, fueron absueltos por el jurado.
En la sentencia se resolvió remitir los antecedentes a la Fiscalía de Instrucción para que investigar penalmente a los responsables políticos a cargo de distintas áreas de seguridad al momento del hecho. Entre ellos, el exministro de Seguridad Alfonso Mosquera; el exsecretario de Seguridad Sebastián Mezzano; la actual jefa de la Policía provincial, Liliana Rita Zárate Belletti, y el jefe zonal sur de la policía, comisario Gonzalo Cumplido.
El fiscal José Mana se declaró “incompetente” para actuar en esa nueva causa y derivó el expediente al Fuero Anticorrupción, decisión que cuestionó severamente la madre de Blas, al entender que lo que se busca es “la impunidad de los funcionarios políticos responsables del encubrimiento” del crimen.
En tanto, por estos días se desarrolla en los tribunales de Cruz del Eje el juicio por jurados contra seis policías por el crimen de Joaquín Paredes, el chico de 15 años asesinado durante un operativo de seguridad en octubre de 2020 en la localidad cordobesa de Paso Viejo; en la primera audiencia estuvo presente Soledad Laciar, madre de Blas.
Los agentes Maykel Mercedes López, Iván Alexis Luna, Enzo Ricardo Alvarado, Jorge Luis Gómez y Ronald Nicolás Fernández Aliendro se encuentran acusados del “homicidio agravado por el uso de arma de fuego” de Paredes en calidad de “coautores” y “partícipes necesarios”; un sexto policía, Daniel Alberto Sosa Gallardo, enfrenta cargos por “amenazas calificadas”.
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