El crimen de Andrés Blaquier: prisión preventiva para el segundo motochorro detenido por el homicidio del empresario
Se trata del adolescente de 17 años que conducía la moto en la que escapó el autor del disparo mortal
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LA NACION
Durante la audiencia donde se definía su futuro inmediato, F. E., el adolescente de 17 años explicó que no tenía nada para decir. Cada una de las partes ya había expuesto ante el juez de Garantías del Joven de San Isidro Fernando Ribeiro Cardadeiro. Solo restaba conocer la decisión del magistrado. Y el funcionario resolvió que ese sospechoso, acusado de haber participado en el homicidio del empresario Andrés Blaquier, continué detenido con prisión preventiva en un instituto de menores de régimen cerrado.
Así lo informaron a LA NACION fuentes judiciales. Para la Justicia, F. E. es el delincuente que conducía la moto en la que escapó Puchito, el adolescente de 16 años que el 29 del mes pasado mató de un balazo en el pecho a Blaquier. El crimen ocurrió en la autopista Panamericana, a la altura de Pilar.
En la audiencia donde se dictó la prisión preventiva para el sospechoso participaron la fiscal del fuero penal juvenil Paula Romeo, a cargo de la investigación; los abogados Ramiro Salaber y Francisco Vilela, que representan a la familia de la víctima, y el defensor oficial Santiago Moisés.
En la audiencia, la fiscal Romeo solicitó que el sospechoso continúe detenido “bajo la modalidad de prisión preventiva”. Lo mismo solicitaron los abogados que representan a la familia de la víctima y que se cumpliera “en un instituto de régimen cerrado con toda la seguridad necesaria para evitar la profuguez [sic] del joven”.
La defensa oficial sostuvo que no existen “elementos de prueba suficientes que vinculen a su asistido con el hecho investigado y en el entendimiento que no están acreditados la autoría” del crimen. Solicitó la libertad del adolescente y “para el caso de denegatoria subsidiariamente se otorgue la excarcelación extraordinaria”.
Pero el juez rechazó los planteos de la defensa y dictó la prisión preventiva. F. E., al igual que Puchito, está imputado de los delitos de “robo agravado por el uso de arma de fuego y por resultar lesiones graves en concurso real con homicidio criminis causae agravado por la utilización de arma de fuego”.
El asesinato de Blaquier, de 62 años, ocurrió el 29 del mes pasado a las 18.54 en el kilómetro 50 de la ruta Panamericana, en Pilar. El empresario murió al recibir un balazo en el pecho.
Blaquier había sido interceptado por motochorros que le robaron su moto BMW. La víctima estaba acompañada por su esposa, Magdalena de Elordy, quien sufrió la fractura de la rótula de la pierna izquierda al caer del rodado por la violencia ejercida durante el robo.
Puchito, después de disparar, se llevó la moto de la víctima. Entre el kilómetro 39 y 40, perdió el control y cayó. “Sufrió heridas en la cara y se fracturó la nariz”, dijo una fuente judicial. Hay filmaciones de parte del trayecto donde a Puchito se lo ve con el rostro ensangrentado.
El ataque a Blaquier, de 62 años y que viajaba en su moto con su esposa, ocurrió a las 18.54. Diez minutos después, el presunto homicida ya estaba arriba de la moto conducida por su cómplice.
Las cámaras del Centro de Monitoreo de la Municipalidad de Escobar registraron esa secuencia. A las 19.04 las cámaras captaron la moto verde en la que circulaban los sospechosos en Patricias Argentinas y 18 de julio, en Garín. En las grabaciones, el rostro de Puchito está ensangrentado.
“La moto Yamaha 400 verde que conducía el cómplice del presunto homicida había sido robada dos días antes del crimen cuando estaba estacionada en la sucursal de un banco de Ricardo Rojas, en Tigre”, explicaron fuentes del caso.
Pero, además, hay otra prueba fílmica. La llegada del sospechoso al Hospital Municipal de Escobar Doctor Horacio Dupuy, situado en Garín, donde fue acompañado por familiares y amigos para atenderse por las heridas sufridas cuando se cayó de la moto que le robó a Blaquier.
Las imágenes del Centro de Monitoreo de la Municipalidad de Escobar son de las 19.42. Cuando el sospechoso y sus acompañantes llegan al centro de salud, personal del hospital les facilitó una silla de ruedas para que el herido se movilice hasta la guardia.
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