El crimen de Andrés Blaquier: cómo llegaron a identificar a los precoces ladrones y por qué la policía no seguía una pista
Durante la tercera audiencia del juicio por el homicidio del empresario, ocurrido en la autopista Panamericana, a la altura de Pilar, declararon los detectives que lograron detener a los adolescentes acusado del asesinato
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Habían pasado pocas horas del homicidio del empresario Andrés Blaquier, asesinado de un tiro en el pecho en la autopista Panamericana, a la altura de Pilar, para robarle la moto, cuando desde el Ministerio de Seguridad bonaerense se comunicó la detención del presunto tirador: un joven de 18 años con antecedentes penales apodado Lucianito. Pero era el sospechoso equivocado. “No fue él, se está comiendo un garrón. Sabemos dónde se esconden los asesinos”, dijeron vecinos del barrio Cri-Cri, en Garín, Escobar, que se presentaron en una oficina del Ministerio Público Fiscal bonaerense para relatar lo que sabían.
Ayer, en el juicio donde son juzgados dos adolescentes de 17 años como presuntos autores del homicidio de Blaquier, que tenía 62 años y fue ejecutado delante de su esposa, Magdalena De Elordy, declaró como testigo un funcionario que trabaja en la Ayudantía Fiscal de Garín y que, entre fines de octubre y principios de noviembre pasado, recibió a los vecinos del barrio Cri-Cri que tenían información sobre los supuestos asesinos del empresario.
“El funcionario judicial dio la información a los fiscales que tenían a su cargo la investigación del homicidio de Blaquier. Los datos fueron certificados y se ordenó allanar dos domicilios del barrio. Los procedimientos no tuvieron el éxito esperado [las detenciones de los sospechosos], pero se logró encontrar el auto utilizado para trasladar a uno de los autores del crimen a un hospital de Garín y se pudo ubicar a la novia del delincuente que conducía la moto utilizada para interceptar a la víctima y a su esposa”, explicó una fuente que presenció la tercera audiencia del juicio, que comenzó el lunes pasado.
El juicio está a cargo de los jueces del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil Alejandro Flori, Silvia Chomiez y Patricia Klentak. El Ministerio Público Fiscal estará representado por Paula Romeo y la familia de la víctima, por el abogado Ramiro Salaber.
El debate se desarrolla sin acceso al público general, restringido solo a las partes del proceso. Por tratarse de menores de edad, las identidades de los dos acusados de ser los autores del crimen no se difunden.
Tras la declaración del funcionario judicial, se presentaron como testigos los dos policías que llevaron la investigación desde el inicio, y contaron cómo llegaron a los presuntos autores del homicidio. Relataron que lograron identificarlos a partir del análisis de las filmaciones de cámaras de seguridad que los captaron antes y después del crimen y por la información que se consiguió en el hospital de Garín donde fue atendido uno de los adolescentes imputados por las heridas que sufrió cuando se cayó de la moto que le robaron a la víctima.
“En la audiencia de ayer quedó en evidencia que la policía se resistía a seguir otras pistas porque el ministro Sergio Berni ya había salido a decir públicamente que era Lucianito el autor del homicidio”, sostuvo la fuente consultada.
Los dos adolescentes que están en el banquillo de los acusados llegaron imputados de robo agravado por el uso de arma de fuego y por resultar lesiones graves, en concurso real con homicidio criminis causae (matar para lograr la impunidad), por alevosía y por haberse cometido con arma de fuego.
Los primeros testigos de la audiencia de ayer habían sido las personas que vieron el momento en que el asesino de Blaquier se cayó de la moto de la víctima. “Dijeron que era un joven con claritos en el cabello y que después de levantarse se subió a una moto con ´vivos´ verdes”, explicaron las fuentes consultadas.
El homicidio de Blaquier ocurrió el 29 de octubre pasado a las 18.54 a la altura del kilómetro 50 de la autopista Panamericana, en Pilar. Los delincuentes circulaban en una moto negra con “vivos” verdes que habían robado días antes en la localidad de Ricardo Rojas, Tigre.
Blaquier y su esposa circulaban en una moto BMW 1200. Estaban acompañados por una pareja amiga que iba en una moto BMW GS800.
“Los delincuentes encerraron a Blaquier y le dispararon en el pecho con una pistola calibre nueve milímetros con la intención y voluntad de causarle la muerte para facilitar y consumar el desapoderamiento de su vehículo. Como consecuencia del disparo, la víctima y su esposa cayeron de la moto. El delincuente que disparó, después de levantar la moto BMW 1200 del empresario ayudado por su cómplice, se dio a la fuga”, según el expediente judicial.
Como consecuencia de la caída, De Elordy sufrió la fractura de la rótula izquierda. Blaquier murió por un “shock hipovolémico, a causa de una herida de arma de fuego con orificio de entrada en hemitórax izquierdo y de salida en región dorsal derecha, perforando pleuras, ventrículo izquierdo y derecho, lesionando los aparatos valvulares del corazón, pulmón derecho entre otros daños, lo que provocó una hemorragia masiva”.
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