El comisario que decía tener relación con barras lleva seis meses prófugo
Norberto Villarreal, ex jefe de la seccional 35», tiene una orden de captura desde el 2 de noviembre pasado; había anunciado que se iba a fugar
Avisó y cumplió. El comisario Norberto Villarreal, imputado como uno de los jefes de una asociación ilícita asentada en la comisaría 35» que extorsionaba a comerciantes de Núñez y de Saavedra a cambio de una seguridad privilegiada, había dicho, poco antes de que se ordenara su detención, que si lo acusaban de un delito no se iba a entregar. Villarreal llegó a afirmar que tenía la manera de fugarse y esconderse. Desde el 2 de noviembre pasado está prófugo.
Además, el sospechoso se jactaba de tener un cuñado en la barra brava de Boca Juniors, situación que utilizaba para amedrentar a sus subordinados.
Así surge de la declaración indagatoria del subcomisario Hernán Kovacevich, de 45 años, quien fue beneficiado con una falta de mérito firmada por el juez Ricardo Farías, a cargo de la causa donde se investiga la red de corrupción policial.
Once días atrás fue apresado el suspendido jefe de la Policía de la Ciudad, José Potocar, que ayer amplió su declaración. Su detención había sido solicitada por el fiscal José María Campagnoli, que investiga los presuntos hechos de corrupción desde el 21 de abril de 2016.
"Luego del primer allanamiento en la comisaría [situada en Cuba al 3100], Villarreal afirmó que si lo acusaban de un delito no se iba a entregar, que tenía manera de fugarse y esconderse. Dijo que tenía un campo en Cardales y familiares en Corrientes. También aseguraba que el cuñado que integra la barra brava de Boca le iba a facilitar la fuga", afirmó Kovacevich en su declaración indagatoria, a la que tuvo acceso LA NACION.
Kovacevich afirmó que como no estaba de acuerdo en los ilícitos que hacía su jefe, gestionó el cambio de destino. "Villarreal me insultó, me amenazó de manera física y me hizo saber que su cuñado estaba en la barra de Boca y que me deje de joder."
Campagnoli pidió la detención de Villarreal en un dictamen firmado en septiembre pasado. Farías hizo lugar a la solicitud del fiscal el 2 de noviembre.
"Lo cierto es que en este caso se ha podido comprobar el espurio pago que era receptado a contramano de los mandatos legales y, además, las evidentes contraprestaciones que brindaba la cúpula de la comisaría 35» para garantizar la perpetuidad de sus ingresos", explicó Campagnoli en el dictamen donde solicitó las detenciones e indagatorias de Villarreal y otros imputados.
Pasaron seis meses y Villarreal continúa prófugo. Hubo sospechas de que pudo haberse fugado a Paraguay, pero nunca fueron confirmadas. Kovacevich, en su indagatoria, contó que había un "radio pasillo" que sostenía que Villarreal se había ido primero a Corrientes y que desde mediados de enero pasado estaba en Brasil.
Los investigadores judiciales también pensaron que hubo una suerte de protección para que el sospechoso se pudiera escapar.
La tarea para encontrar al prófugo fue encargada a la Gendarmería Nacional. También se sumó a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).
Lo cierto es que Villarreal es una pieza clave en la investigación de Campagnoli. Una de las pruebas que llevaron a la detención del suspendido jefe de la Policía de la Ciudad fue secuestrada en la oficina del ahora prófugo.
Se trata de un cuaderno con anotaciones hechas a mano donde, según la hipótesis de Campagnoli, Villarreal registraba cómo distribuía el dinero de la caja negra de la seccional.
Testigo clave
Un uniformado que trabajaba en la comisaría 35» declaró como testigo en la fiscalía de Campagnoli. Bajo juramento de decir la verdad contó que ciertos comercios aportaban en forma periódica y sistemática grandes sumas de dinero exigidas por el comisario [por Villarreal]. Y que parte de la recaudación de la caja negra era distribuida a organismos superiores como la Circunscripción VII, la Dirección General de Comisarías, que para los investigadores figura en el manuscrito secuestrado con las letras DGC, la Superintendencia de Seguridad Metropolitana, que estaba en el manuscrito como SSM.
La prueba del supuesto registro de la distribución del dinero es cuestionada por la defensa de Potocar. Sostiene que todavía no se puede asegurar que se trate de anotaciones hechas por Villarreal, y que las siglas DGC signifiquen Dirección General de Comisarías.
"Los funcionarios que se desempeñan dentro de esta estructura y responden a las órdenes del comisario Villarreal despliegan al menos dos concretos e ilícitos canales de cobro: por un lado, obtenían dinero de los individuos que actúan como «trapitos»; mientras que, por otra parte, recolectan parte de la recaudación de comerciantes y empresarios de la zona", afirmó el fiscal Campagnoli en uno de sus primeros dictámenes firmados en septiembre pasado.
Policías bajo sospecha
José Pedro Potocar
Detenido
Era el director general de comisarías en el momento en que empezó la investigación.
En enero pasado asumió como el primer jefe de la nueva Policía de la Ciudad, que nació después de la fusión entre la Metropolitana y parte de la Policía Federal.
Norberto Villarreal
Prófugo
Estaba a cargo de la comisaría 35a., con jurisdicción en Núñez y Saavedra. Está acusado de ser uno de los jefes de una asociación ilícita que extorsionaba a comerciantes.
Tiene pedido de captura desde el 2 de noviembre pasado.
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