Nueve días antes de la intoxicación masiva, la policía supo que dos vendedores de la banda de Mameluco Villalba se habían descompuesto al probar dosis de una sustancia recién traída de Colombia, pero no lo informaron a la Justicia antes del 2 de febrero, cuando se produjo la crisis de la droga cortada con carfentanilo
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-Acá hay un ‘bondi’
-¿Qué pasó?
-El Dylan y El Boli trajeron una droga de Colombia, viste, como pasta base...
-Sí.
-Y preguntaron quién quería fumar, y dice El Perro, y fue a parar al hospital, re duro quedó, re acelerado...
-Ah, no...
-Y después el hermano de Mocho, Mosqui, tomó y también fue a parar al hospital.
-Decile que me convide un poco a mí.
-No, nene, sabés cómo te deja, re mal.
-Dale, amor.
-¿Sabés cómo se fueron al hospital los dos?
-Pero a mí me va a pegar re piola.
-¿Qué piola? La cagada que yo te voy a dar te va a quedar piola...
Esa conversación duró solo 82 segundos, pero era clara y contundente: una tal Nati le comentó a su novio, Fran, que Perro y Mosqui, dos integrantes de la banda de Miguel Ángel “Mameluco” Villalba, probaron una droga nueva, pero les hizo tan mal que terminaron internados, entre ellos, el hermano de Matías Pare y Ruiz, alias Mocho, que, como reveló LA NACION el viernes, fue quien le avisó al jefe narco que habían sacado a la calle la “droga mala” que habían acordado sacar de circulación por sus efectos indeseados.
Pero eso no pasó el 2 de febrero, cuando 24 personas murieron en sus casas, en las calles o en hospitales de San Martín por consumir, como se sabría después, cocaína mezclada con carfentanilo, sino el 24 de enero: nueve días antes de la tragedia. Esa escucha telefónica era de la Dirección Unidad Especial de Lucha contra el Narcotráfico de la Policía Bonaerense, según pudo reconstruir LA NACION con base a documentos oficiales del expediente que llevan adelante la jueza federal Alicia Vence y el fiscal Paul Starc, pero recién lo informó dos días después del desastre.
Por aquellos días, Mameluco Villalba, alojado en la cárcel de Rawson, Chubut, donde cumple una pena unificada de 27 años por narcotráfico y lavado de activos, “bajó” la orden de tirar la “droga fea”. Pero alguien de la organización tal vez se equivocó o tal vez no y la metió de nuevo al mercado. La noche del 1 de febrero, no bien terminó el partido de fútbol de la Selección Argentina contra Colombia, los “transas” volvieron a los pasillos a vender. Y los sobrecitos con la droga “mala” aparecieron en el pasamanos de los búnkeres del noroeste del conurbano. Y aparecieron los muertos, y los problemas, y las represalias...
A las 5.07 de la mañana del 2 de febrero, Chavo lo alertó a El Boli:
-Se re ‘pinchó’ en la villa, amigo, me rompieron todo, boludo… ¿me escuchás?
-Sí, ¿vos estás en el auto?
-Yo estoy en el auto, boludo...
-Haceme un favor
-¿Adónde estás vos?
-Acá en Marqués, en el telo de Marqués, venime a buscar.
-Yo estoy acá en la entrada de Libertad...
-Dale, dale, hermano, ¿Qué dieron, boludo?
-No sé qué carajo, bocha dieron, boludo, de mercadería.
-Y si eso no había más de la cosa, la tiramos hoy...
-No sé, boludo, pero ni idea, Boli, imaginate que se empezaron a descomponer, ¿viste?
-Sí.
-Y, bueno, de allá vino El Pachu con su banda, compa, y me agarraron, boludo, y estoy todo roto, amigo...
-A ver, pará que llamo a Dylan.
-Llámalos a todos, compa, vinieron todos enfierrados...
A las 6.20, Chavo llamó a Nati:
-¿Qué onda, Chavo?
-Nada, estoy acá en la villa con El Boli.
-Ahí me llamó, me llamó El Negro.
- Sí.
-Y me dijo que no arranque hasta que no me cambien la mercadería, que estaban preparando, me dijo ahora.
-Sí.
-Porque dijo que si sale eso de vuelta va a ser una masacre, allá en Puerta 8 dice que murieron dos.
-¿En Puerta 8 también?
-Sí
-Y ahí me dijo El Boli que no, que descarten eso, que no vendan.
En esa charla a las corridas, los transas hicieron su propia investigación. Querían saber quién había sido el responsable. Necesitaban saber cómo arreglar las cosas. Con sus códigos:
-¿Dijo quién te llevó esa mercadería?
-¿Quién me llevó, quién me trajo?
-Sí.
-Y de acá, que me pasa siempre, ‘la Fabi’.
-Mmmm, sí, porque me dijo: ‘¿No sabes quién le alcanzó? Si dijimos que eso no se podía laburar, dijo, porque ya habían probado con dos y casi pasaron de largo, ¿ te acordás, con Perro y Mosqui?
Pero también los narcos rivales fueron esa misma madrugada a ajustar las cuentas, a “hacer bondi”, como le contó Nati a Faja:
-¿Qué pasó?
-Por una droga fea que supuestamente largaron en el turno del Chavo y le pegaron al Charly, a Chavo, a todos y hay una banda que se descompensó, los llevaron al hospital y hay dos que murieron de Puerta 8 por esa porquería y ahora estos los están por ir a buscar a toda la banda de ‘Pachu’ y ‘Chaparro’, así que por eso tu mamá estaba preocupada
- Sí, con razón el otro día estuvo ‘Charly’ y me había pasado una y yo le mandé mensaje a este y le digo uy…
- Sí, pero yo le dije a la Fabi el otro día que no traigan esa porque habían ido, cuando dieron de probar, fueron dos al hospital, El Perro y el otro. ‘No, no, acá no, va a ir a Lavalle’, me dijeron, y se ve que en el turno, como a las 4 de la mañana, dice que le dieron al Chavo. Ahora hay una banda que está en el hospital, la Adri está en el hospital, la llevaron toda doblada...
-Ah...
-Y por eso empezó todo el ‘bondi’, porque dice que la Adri empezó a doblarse y ahí fue donde Pachu y Chaparro fueron a hacer ‘bondi’...
Ya a primera hora de la mañana del 2 de febrero, la madre de uno de los intoxicados hizo la denuncia policial. Entonces, le fiscal provincial Germán Martínez se hizo cargo de la investigación. Al mediodía, el ministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni, mientras encabezaba los allanamientos en Puerta 8, pidió por todos los medios: “Quienes hayan comprado droga en las últimas 24 horas tienen que descartarla”. Por su parte, las autoridades del Ministerio de Salud les recomendaron a los médicos usar naloxona como antídoto porque los pacientes evidenciaban signos de haber sufrido una intoxicación por consumo de opiáceos.
A la tarde, Mameluco, enterado de la “cagada”, organizó a los suyos a través de Mocho Pare y Ruiz.
-¿Qué onda con ese guachin atrevido?
-Fue el hermano de Chaparro, le dieron un par de tiros.
-¿Quién le dio?
-Gabi y Piloto.
-¿Y qué onda?
-Y Boli también. Y nada, estamos todos acá con ese ‘bondi’ de la droga esa.
-Sí, sí, ya sé, toda cagada hicieron, cagada total, pero ¿qué onda con el guachito?
-Sí, sí, y bueno ahora estamos, vinieron a hacer ‘bondi’ a las 4 de la mañana por ahí, a las 5.
-¿Cómo?
-Que El Pachu y todos esos con Chaparro, todos esos...
-¿Buscándolo a quién?
-Y a cualquiera, porque supuestamente dice que la Adri fumó, tomó por la nariz
-Ah ¿la Adri ahora se para de manos?
-Todos se paran de manos.
-¿Y el guachito con quién anda?
-Anda con un par, anda con El Nico, los Chaparro, El Pachu, son un par, estos me parece que laburaban con El Negro Alicho o siguen laburando
-Ah ¿están laburando con ‘El Negro’?
-Pero como no tenemos el ok de El Salvaje para asesinarlo, no hacemos nada. Pero ahora tenemos el ok para ‘darle de bardo’. Tenemos ‘tarjeta verde’.
-No, no, ya sé, a todos hay que ‘darles de baja’, pero no se puede, hay que aguantar...
-Pero ellos van a venir a tirar.
-No, ya sé, ahí me están contando lo que pasó. Escuchame: me interesa más este quilombito ahora. Ahora voy a hablar con Chucky, yo ya lo manejo con Chucky.
-Ya lo hablé con Chucky.
-¿Qué te dijo Chucky?
-Qué acá, la mamá de Chaparro fue a hacer la denuncia por el pibito.
-Sí.
-Y que hay como tres o cuatro muertos que tiene ahí en la comisaría, pero la pateó para Puerta 8.
-Sí, bueno, Puerta 8 ya la allanaron, ya está, Puerta 8 está hasta la verga.
El 2 febrero terminó con la certeza de 24 muertos y el misterio de la “cocaína envenenada”. A las 4 de la mañana del día siguiente, tras una investigación del juez federal Juan Manuel Culotta abierta el año anterior, la Bonaerense arrestó a Joaquín “Paisa” Aquino. Berni sugirió que era el “reemplazo” de “Mameluco” y su hijo Iván, alias “Salvaje”, en San Martín. Agregó: “Este era el cabecilla de la banda encargada de distribuir esta droga, que no podemos determinar todavía cuál es el componente, pero indirectamente sabemos que es un opioide”.
Pero “El Paisa” respondía a Max Alí “Alicho” Alegre y Blas Adrián “Gordo” Gómez, presos en la cárcel de Villa Devoto y enfrentados, justamente, al clan Villalba.
Mientras tanto, de los once aprehendidos en Puerta 8, varios recuperaron la libertad en menos de 24 horas. Algunos no tenían nada que ver con la “droga fea”: LA NACION pudo confirmar que uno de los “perejiles” era un futbolista que quedó en la historia del Club Atlético Atlas al lograr el 30 de enero de 2021, por primera vez en 56 años, el ascenso a la Primera C.
El 10 de febrero, la División Cromatografía Gaseosa de la Dirección Química Legal de la Policía Científica informó los resultados de 20 muestras incautadas en Puerta 8. Estaban divididas en tres grupos: 10 envoltorios termosellados de nylon de color rosa, 3 envoltorios similares pero de color celeste y 7 envoltorios también de color rosa. Todos tenían cocaína, pero con una pureza de entre 15% y 56% y solo 12 de los 20 tenía trazos de carfentanilo sin posibilidad de cuantificarla. Esta heterogeneidad muy probablemente haya decidido la suerte de los que murieron el 2 de febrero y los que se salvaron el 24 de enero.
En un análisis paralelo, el Laboratorio de la Policía Federal (PFA) determinó el 22 de febrero que la droga del “Paisa” no estaba mezclada con carfentanilo. Ese mismo día, entonces, la jueza Vence, que investigaba al clan Villalba desde 2020, ordenó múltiples allanamientos y detenciones con la seguridad de que, como demostraban las escuchas telefónicas, la “droga fea” era la del otrora “rey de la cocaína”. Tanto en la causa contra “Paisa” como contra “Mameluco” el fiscal era Starc.
Las escuchas telefónicas hablan, lógicamente, del clan Villalba, pero, tras analizar la línea de tiempo, reconstruida con base en documentos oficiales, también hablan de la Bonaerense. Por eso, LA NACION le preguntó a una alta fuente de la investigación: “Si la policía hubiera valorado correctamente la escucha del 24 de enero en el momento oportuno, habría podido evitar la tragedia del 2 de febrero?”. Pero la fuente lo rechazó: “No, no es así, las intervenciones estaban en la modalidad diferidas, es decir, no se escuchan en tiempo real, era imposible hacer una valoración en ese sentido. Hay que ver la línea de tiempo para entenderlo mejor”.
En esa línea de tiempo, el 31 de enero, la oficial principal encargada de transcribir las conversaciones elevó un informe a la comisario mayor María Cristina Sánchez, de la Dirección Unidad Especial de Lucha contra el Narcotráfico, en la que reprodujo una charla entre “Mocho” y quien podía ser “Mameluco”, por lo que le planteó la necesidad de intervenir la línea de Villalba. Nada dijo de los intoxicados del 24.
El 3 de febrero, cuando todo había explotado, desde el juzgado solicitaron que “tenga a bien extremar los recaudos, en el marco de las tareas de investigación y escuchas telefónicas que se encuentran en pleno desarrollo, con la finalidad de establecer si el hecho que resulta de público y notorio conocimiento tiene algún tipo de relación con el suceso pesquisado”.
Al día siguiente, la encargada de transcribir las escuchas le entregó a su jefa Sánchez un informe con los diálogos incriminatorios del clan Villalba del 2 de febrero, pero también el del 24 de enero, cuando Perro y Mosqui quedaron “re duros” por probar la droga que Dylan y Boli trajeron de Colombia. La Policía les cayó a varios integrantes del clan el 22 de febrero, pero Dylan, hijo de “Mameluco”, está prófugo.
La Bonaerense tuvo nueve días para escuchar la Comunicación 9 del CD 385 del 24/01/2022 a las 20.33.11 entre Nati y Fran para darse cuenta de que algo estaba pasando, pero lo informó recién el 4 de febrero. Ya era demasiado tarde.
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