“No sabíamos si nos mataban”. El miedo del exsenador al que le robaron media docena de escopetas, la camioneta y una fortuna en dólares y pesos
Horacio Román, de 72 años, se repone de los golpes sufridos durante el golpe en “La Rosada”, su chalet de Castelar; los delincuentes se llevaron $2 millones, US$ 10.000, seis armas largas de caza, relojes y alhajas
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Tras la conmoción del momento del hecho y mientras se recupera de los golpes y del miedo, ya que temió que lo mataran, el exsenador provincial Horacio Román continúa con el penoso relevamiento de las pérdidas tras el asalto sufrido a manos de delincuentes que irrumpieron en su casa de Castelar ayer a la madrugada, cuando el dirigente político peronista y su esposa dormían. Hasta el momento sabe que les robaron cerca de dos millones de pesos, 10.000 dólares, alhajas, seis escopetas de caza y una camioneta. El exlegislador de 72 años, que hace dos años sufrió otro robo similar, afirmó que los dejaron “prácticamente sin nada”.
Según informaron fuentes policiales y judiciales a la agencia de noticias Télam, al menos tres delincuentes armados ingresaron a las 3 de la mañana en “La Rosada”, el chalet de Larralde al 3200, en aquella localidad del partido de Morón. Despertaron violentamente a Román y a su esposa, Amalia Iglesias, y los redujeron.
Tras revisar los ambientes de la casa, y con el poder de la amenaza armada y de los golpes, los delincuentes accedieron a los objetos de valor que la pareja tenía en una caja fuerte, entre ellos, unos dos millones de pesos y 10.000 dólares. También se llevaron joyas y valiosos relojes.
Según determinó la policía, en la calle propiedad los esperaba un cuarto delincuente, que hacía de “campana”, junto a quien huyeron a bordo de la camioneta Honda CRV gris de Iglesias.
La fiscal Paula Salevsky, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°4 de Morón, caratuló al hecho como “robo” y ordenó una serie de medidas investigativas a la policía bonaerense.
“Querían plata, me pegaban”
Esta mañana, el exsenador Román dijo a la prensa que el episodio que vivieron junto a su esposa fue “doloroso” y que temió ser asesinado.
“No sabíamos si nos mataban, nunca pensé que pudiera suceder una cosa así. Querían plata, me pegaban”, recordó Román, visiblemente conmocionado.
Dijo que los delincuentes los tuvieron “secuestrados” entre las 3 y las 5.30 y que luego huyeron con el dinero. “Nos dejaron en la calle, prácticamente”, se lamentó Román, en relación con el dinero sustraído.
Iglesias, en tanto, afirmó que los delincuentes los dejaron maniatados con precintos antes de escapar y que, para poder liberarse, tuvo que descender dos escaleras “apoyando la cola y agarrándose con las manos”.
“Lo único que quería era cortar el precinto con un cuchillo tramontina y luego poder liberar a su marido”, explicó.
“Me decían ‘ahora nos dan todo y nos llevamos a su marido’ y yo les dije ‘no, me voy con él, nos llevan a los dos”, aseguró la mujer.
Iglesias aseguró que temió por la salud de su marido porque sufre del corazón.
Por último, la pareja aseguró que no tiene sospechas de quiénes podrían ser los asaltantes y diferenció este hecho con uno que vivieron hace dos años, de similares características, aunque planificado.
Más temprano, José, uno de los hijos del matrimonio asaltado, aseguró que los ladrones “sabían quién era” su padre.
“Saltaron la pared, forzaron la ventana de una pieza y subieron a la habitación de mi papá. Los ataron con precintos. Rompieron toda la casa”, dijo ante la prensa.
El hombre calificó el robo como “un hecho más de inseguridad” con la diferencia de “que sabían a quién venían a robar”. El hijo de las víctimas informó que, además del dinero, los delincuentes se llevaron seis escopetas utilizadas para cazar.
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