Ecos de la guerra. Detuvieron al autor de las amenazas de bomba a las embajadas de Israel y los Estados Unidos
El sospechoso fue arrestado en su domicilio de la localidad de Don Torcuato, Tigre; especialistas en cibercrimen determinaron que en su vivienda se realizó la conexión a Internet desde la cual se enviaron los mails intimidatorios
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Casi al mismo tiempo, en las casillas de correo electrónico de las embajadas de Israel, en el centro porteño, y los Estados Unidos, en el corazón del barrio de Palermo, entró un mail que advertía lo mismo: un presunto artefacto explosivo haría volar los edificios donde funcionan ambas delegaciones diplomáticas, en el contexto de la guerra que se acaba de desatar en Medio Oriente. La intimidación bastó para movilizar los recursos del Estado para activar el protocolo y revisar palmo a palmo las instalaciones hasta determinar que no había ninguna bomba a punto de estallar.
Pero el que se haya tratado de una falsa amenaza no significó que se haya congelado la búsqueda del autor de la intimidación pública que causó tanta zozobra entre los empleados de las sedes consulares como un importante gasto en la movilización logística de las fuerzas de seguridad de dos distritos. Muy temprano esta mañana, a decenas de kilómetros del centro porteño, en el norte del conurbano, la Policía Federal detuvo al presunto autor del hecho.
Según informaron fuentes del Ministerio de Seguridad de la Nación, efectivos del Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía Federal realizó, bajo las órdenes del juez federal Ariel Lijo, un allanamiento en un domicilio de Don Torcuato, partido de Tigre, donde detuvieron al sospechoso, argentino y mayor de edad.
Hasta él se llegó al cabo de dos investigaciones que confluyeron en un solo camino en las últimas horas: la primera, iniciada tras “una serie de mensajes intimidatorios que recibieron las diferentes cuentas oficiales de email de las embajadas de Estados Unidos de América, Israel, Canadá, Emiratos Árabes Unidos, Irán, y la Delegación de la Unión Europea”, a principios de octubre, y la otra, la que comenzó con las amenazas de bomba en las sedes diplomáticas norteamericana e israelí.
“Por lo general, el denominador común de esos mensajes, consistían concretamente en amenazas de bomba realizadas a las diferentes sedes diplomáticas, acompañados de amenazas hacia los distintos funcionarios de las embajadas”, se informó.
Las fuentes explicaron que los investigadores echaron mano a distintas técnicas investigativas, como ser el análisis de fuentes abiertas y redes sociales, y chequeos de diferentes domicilios, hasta lograr individualizar al presunto autor de los mensajes intimidatorios. Acto seguido se dio intervención al personal de la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia, que logró establecer que la IP (identificación de conexión a Internet) desde la cual habían salido los mails intimidatorios coincidía con el domicilio verificado por los detectives de Antiterrorismo.
El procedimiento en la vivienda del sospechoso culminó con el secuestro de teléfonos celulares, notebooks, pendrives y otros dispositivos de almacenamiento. En tanto, el sospechoso quedó detenido, alojado en la Alcaidía de la Superintendencia de Investigaciones Federales, en el barrio porteño de Villa Riachuelo.
El acusado, de 18 años, fue indagado por el juez federal Ariel Lijo por el delito de “intimidación pública” y la sospecha de los investigadores es que este mismo imputado tiene relación directa con las amenazas que había recibido en agosto pasado la Embajada de Estados Unidos.
La causa por las amenazas de ayer en las embajadas de Israel y de Estados Unidos estaba a cargo de la jueza María Eugenia Capuchetti, pero por una cuestión de conexidad con el expediente de agosto pasado, se decidió que toda la investigación quede en manos de Lijo.
“Se intercambió información que permitió detectar patrones similares entre los hechos de agosto y de ayer”, dijo a Télam una fuente judicial.
En la indagatoria, el joven negó haber sido quien realizó las amenazas y sostuvo que en alguna oportunidad su cuenta de Facebook había sido hackeada, lo que a los investigadores les pareció un intento por explicar que alguien pudo haber manipulado sus dispositivos por él.
Las fuentes consultadas explicaron que el joven permanecerá detenido en el Departamento Unidad de Investigación Antiterroristas (DUIA) de la Policía Federal Argentina mientras se analizan todos los dispositivos electrónicos, entre ellos los teléfonos celulares, secuestrados en el allanamiento del lugar donde se lo detuvo.
Además, será sometido a un estudio psicológico, informaron las fuentes.
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