Drogas: el sicario más buscado de Paraguay usaba un nombre falso y se hacía pasar por sereno en Buenos Aires
Alcides Medina Brítez está acusado de haber participado de, al menos, tres homicidios ocurridos entre 2016 y 2019; es señalado como uno de los asesinos más importantes del Primer Comando Capital
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Se hacía pasar por sereno de una obra en construcción en Buenos Aires y usaba el nombre falso de Elvio Ruiz Díaz Bustamente, pero en realidad era uno de los sicarios más buscados de Paraguay, sospechado de ser un asesino a sueldo de la organización criminal brasileña Primer Comando Capital (PCC).
Alcides Medina Brítez fue detenido el 8 de octubre de 2020 en Zárate, provincia de Buenos Aires, en el marco de una investigación sobre una banda dedicada al narcotráfico. Cuando fue apresado y enviado luego al penal de Devoto, presentó un documento que lo identificaba como Elvio Ruiz Díaz Bustamente, de nacionalidad paraguaya y de 22 años. Su pasado escondía una larga lista de ejecuciones y muertes.
La información la repitió en su declaración indagatoria y afirmó trabajar como sereno en una obra en construcción. Con ese nombre y esos apellidos fue procesado con prisión preventiva por el delito de “tráfico de estupefacientes en las modalidades de transporte, almacenamiento y tenencia con fines de comercialización”. Pero, en realidad, se trataba de una falsa identidad.
El sospechoso tiene 29 años y su nombre real es Alcides Medina Brítez. En su país natal, Paraguay, lo buscaban por tres homicidios ocurridos entre 2016 y 2019, pero está sospechado de participar en otros dos crímenes, incluido el del periodista del diario ABC Color Pablo Medina Velázquez. Además es integrante del temible Primer Comando Capital (PCC), una de las dos gigantescas organizaciones criminales brasileñas.
Así lo confirmaron a LA NACION fuentes judiciales de la Argentina y de Paraguay. La causa que llevó a Medina Brítez a prisión fue elevada a juicio por el Juzgado Federal N° 3 de Morón y el debate estará a cargo del Tribunal Oral Federal (TOF) N° 3 de San Martín. En el medio de esta trama el fiscal paraguayo Pablo René Zárate pidió formalmente la extradición del sospechoso.
En un dictamen de abril pasado, el fiscal federal de Morón Santiago Marquevich y Matías Álvarez, auxiliar fiscal de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), solicitaron que se “clausure esta etapa y eleve a juicio las presentes actuaciones, respecto de Daniel Carballo, Fausto Carballo, Santos Jesuan Navarro, Aquilina Centurión y la persona que hasta el momento fue identificada como Elvio Ruiz Díaz Bustamante”.
La verdadera identidad del sindicado miembro del PCC fue confirmada cuando se analizaron sus huellas dactilares. El peritaje hecho por la División Dactiloscopía de la Policía Federal Argentina (PFA) determinó que las muestras analizadas “corresponden entre sí de forma categórica e indubitable, determinándose que se trata de una misma y única persona”.
Como se dijo, el falso Ruiz Díaz Bustamante fue detenido por la Prefectura Naval el 8 de octubre de 2020 en Zárate. El expediente estuvo a cargo del por entonces juez federal de Morón Néstor Barral (hoy integrante de la Cámara Federal de San Martín). La investigación comenzó por el desprendimiento de una causa judicial tramitada en los tribunales de Comodoro Py sobre un secuestro extorsivo.
Según el requerimiento de elevación a juicio firmado por Marquevich y Álvarez, al que tuvo acceso LA NACION, a la banda narco se le adjudica el transporte de casi 60 kilos de marihuana. Según el expediente, la droga fue secuestrada en febrero de 2019 en el interior de un camión que quedó varado en un camino rural que une la ruta 21 con la autopista Rosario-Buenos Aires, en las proximidades de la localidad bonaerense de Pavón, en Exaltación de la Cruz.
“El transporte estaba organizado al menos por Daniel y Fausto Carballo [padre e hijo], Navarro y un cuarto sospechoso, quienes al tomar conocimiento de que el camión había quedado encajado utilizaron varios vehículos para bajar la mercadería [ilegal] que se encontraba en el interior del vehículo para luego esconderla por un corto tiempo en un galpón situado en un campo de la zona”.
También la organización criminal habría “almacenado con fines de comercialización”, en un predio de San Antonio de Areco, 1186 kilos de marihuana. Parte de esa droga era la que lograran sacar del camión que se había despistado.
“Se pudo advertir que la actividad consistía en adquirir material estupefaciente, aparentemente proveniente del norte del territorio nacional, transportarlo por vía terrestre o aérea y luego almacenarlo en un lugar seguro, para lo cual era fundamental la utilización de un campo en zona rural y la colaboración de personas que lo tuvieran bajo resguardo por un tiempo, hasta poder ubicarlo y distribuirlo. Puntualmente, respecto a la posibilidad de que transporten las sustancias por vía aérea se puede asegurar que surgieron que permitían avalar dicha teoría”, afirmó el por entonces juez Barral cuando procesó a los sospechosos.
Según surge del expediente judicial, los investigadores descubrieron una pista de aterrizaje sobre la ruta 9 a la altura del kilómetro 103 a la que se podía acceder después de recorrer un kilómetro de una calle de tierra.
En el auto de procesamiento se explicó que el nivel de vida de los sospechosos no se podía justificar con las actividades comerciales legales que tenían. “Con el avance de la investigación, se supo también que estaban relacionados con la animación de distintos festivales de domas de animales y con la compraventa de hacienda, infiriéndose que todas estas operaciones eran en realidad llevadas a cabo con el fin de dar un marco de legalidad a las actividades que desplegaban [tráfico de marihuana] y que se han probado”, se afirmó en el requerimiento de elevación a juicio.
Además, el 8 de octubre pasado, el día que en que fueron detenidos los sospechosos, fueron secuestrados, en un campo de Zárate, otros 21 kilos de marihuana. “El lugar era utilizado por los Carballo para el almacenamiento de la droga, la cual fue provista por Centurión y la persona que se identificó como Ruiz Díaz Bustamante”.
El impostor
Cuando fue indagado, el sindicado integrante del PCC continuó con su falsa historia de vida. Dijo que le pagaban 15.000 pesos para cuidar la obra en construcción. Aseguró tener 22 años y haber nacido en San Pedro del Paraná, en Paraguay. Y contó que entre 2014 y 2015 tramitó su DNI argentino.
Para los detectives judiciales, el falso Ruiz Díaz Bustamante era un colaborador de Centurión. “Durante la investigación no surgieron indicios de su pasado criminal en Paraguay”, explicaron a LA NACION fuentes del caso.
El pasado de Medina Brítez en Paraguay está atravesado por la sangre. Es considerado, según la justicia paraguaya, uno de los sicarios más importantes de ese país.
En diálogo con LA NACION, el fiscal paraguayo Pablo Zárate afirmó que “se sospecha que Medina Brítez es uno de los sicarios más importantes del grupo criminal brasileño PCC”.
Hace siete años estuvo sospechado de matar al periodista del diario ABC de Paraguay Pablo Medina Velázquez, en un atentado que se produjo el 16 de octubre de 2014. La justicia paraguaya nunca pudo probar su participación y condenarlo, aunque fue indagado por el crimen, según contaron a LA NACION colegas de la víctima.
El sindicado homicida, a quien apodan Kuré, mató a dos policías el 31 de enero de 2016, durante un enfrentamiento en la localidad de Villa Ygatini, en Canindeyú, zona dominada por las organizaciones narcos. Los agentes de la brigada de Investigación de Delitos Ariel Páez Valdez y Daniel Villalba Chaparro murieron, como así también el narcotraficante Julio Florentin, que se dedicaba al tráfico de marihuana.
El gobierno paraguayo dijo en ese momento que con esa emboscada las organizaciones narco habían declarado “la guerra” a la policía. Los efectivos trabajaban como agentes encubiertos y se hacían pasar por compradores de marihuana, pero fueron descubiertos por Medina Brítez, quien tiene pedido de captura por ese doble homicidio.
La hipótesis de la justicia responde a que Medina Brítez fue quien coordinó el desembarco de dos jefes de esa organización en Paraguay, como los brasileños Thiago Giménez, conocido como Matrix, y Reinaldo Araujo. Matrix fue detenido en Canindeyú, su zona de dominio, el 8 de marzo de 2019. Ya se había fugado de la policía tiempo antes. Según un informe del diario ABC, Reinaldo Araujo, alias Chocolate, murió en un enfrentamiento con la policía el 5 de marzo de 2019 en un campo de marihuana.
Ese año Medina Brítez asesinó a dos paraguayos que vivían en Buenos Aires y habían viajado hasta Horqueta, en el centro de Paraguay, para adquirir un cargamento de cocaína.
El sospechoso, según la investigación, habría entablado un acuerdo comercial con los paraguayos que vivían en Buenos Aires. El 15 de setiembre de 2019 ejecutó a Luis Miguel Guerrero Palacios y a Esteban Malocevichz, a quienes incineró dentro de un auto. Luego, el 2 de febrero de 2020 Medina Brítez ejecutó a Cristihian René Barboza, que pertenecía a su banda.
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