Dramático mensaje: “Me callé siempre hasta que me vi muerta”
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El crimen de una joven de 19 años, asesinada de varias puñaladas en la zona rural de Guido Spano y cuyo principal sospechoso es su expareja, provocó una multitudinaria movilización anoche frente a la comisaría de la ciudad bonaerense de Rojas y esta tarde los vecinos volvieron a movilizarse para pedir justicia por el feminicidio. La víctima avisó que estaba en peligro. Le hizo saber a la Justicia que su vida corría peligro. Su agresor ya tenía antecedentes, pero ninguna advertencia funcionó y otra mujer se suma al triste recuento de femicidios.
La convocatoria se realizó por las redes sociales y con el hashtag #JusticiaPorUrsula, que convocó a reunirse a las 17 frente a la Plaza San Martín y continuó en las puertas de la comisaría local.
En medio de serios enfrentamientos con el personal policial, los familiares y amigos de Úrsula Bahillo reclamaron que existían denuncias contra el victimario, que además es miembro de la fuerza de seguridad bonaerense, y que hubo inacción de la policía durante el fin de semana, cuando la joven quiso hacer otra denuncia.
“Me callé siempre hasta que me vi muerta, por eso lo denuncié”, fue el mensaje que poco antes de ser asesinada envió la víctima a una de sus amigas, a quien le relató las agresiones sufridas ante su expareja.
Esta tarde, cientos de habitantes de Rojas volvieron a manifestarse, esta en vez en forma pacífica, para exponer que la falta de apoyo judicial y policial permitió este femicidio. La víctima, hija de un reconocido comerciante local, había intentado denunciar nuevamente a su exnovio, el policía Matías Martínez, el pasado fin de semana, pero no fue escuchada en la sede de la comisaría de la Mujer.
El ministro de Seguridad, Sergio Berni, se reunió con la madre de la víctima a la que prometió apoyo para descubrir si otros efectivos evitaron tomar denuncias contra Martínez por tratarse de un oficial de la fuerza provincial. La madre de la joven asesinada se mostró conforme con la reunión.
Luego de llevar adelante el homicidio, Martínez de 25 años, se autoinfligió heridas, pero permanecía internado fuera de peligro. Aparentemente, el victimario citó adrede a la joven al lugar donde finalmente ocurrió el femicidio.
“Me mandé una cagada”, le dijo Martínez, por teléfono, a su tío y le contó que se encontraba cerca de una escuela en el paraje rural Guido Spano, a unos 13 kilómetros a las afuera de Rojas. Fuentes con acceso a la investigación contaron a LA NACION que, de inmediato, personal policial de Rojas se acercó hasta el lugar con el familiar del sospechoso y se encontraron a Martínez dentro de un Peugeot 307 gris. Los agentes reportaron que el policía “señaló hacia el campo indicando que se hallaba su exnovia Bahillo”. A su lado, había una cuchilla tipo carnicero con manchas de sangre.
La adolescente, en tanto, fue encontrada tendida en el piso con su cuerpo ensangrentado y ya sin signos vitales. Presentaba heridas de arma blanca en la zona del cuello y de la espalda. Martínez intentó huir de a pie, pero fue aprehendido, agregaron las fuentes.
El oficial se desempeñaba en un destacamento de San Nicolás y estaba con licencia psiquiátrica desde septiembre de 2020. Tras su detención, el hombre quedó a disposición de la justicia acusado de “homicidio calificado por violencia de género”. Según pudo saber la nacion, el efectivo ya tenía denuncias por amenazas y golpes de parte de anteriores parejas. El fiscal Sergio Terrón confirmó que Martínez debía afrontar el 18 de abril próximo un juicio por violencia de género, derivado de la denuncia de otra joven, y señaló que el ahora acusado de femicidio tenía incluso una denuncia por abuso sexual, en un caso ocurrido en 9 de Julio.
Según indicaron medios locales, la Justicia le había impuesto a Martínez una orden de restricción para evitar su acercamiento a Bahillo. “Hace meses habíamos denunciado el hostigamiento de esta persona hacia mi hija, hasta fuimos a la comisaría de la Mujer y nos mencionaron que no tomaban la denuncia porque era fin de semana”, dijo Patricia Nassutti, la madre de la víctima, durante la manifestación que ocurrió anteanoche.
Y apuntó contra el asesino: “Este hijo de puta me la manoteó y la apuñaló; cuando ella pidió auxilio la policía no actuó. ¿Por qué esperaron a que mi hija estuviera en una morgue?”. Conmocionada, la mujer pidió justicia por el crimen y calificó al acusado, como una “lacra humana” que “golpeaba y tenía amenazada de muerte” a la joven.
Patricia contó que ella y su marido se habían enterado de que Úrsula era víctima de violencia de género por parte de Martínez el 9 de enero pasado, cuando un matrimonio amigo que conocía la situación de su hija se acercó a ellos para alertarlos “porque iba a aparecer muerta”. “Nos contaron todo y fuimos a la Comisaría de la Mujer de Rojas, donde nos tomaron la denuncia”, explicó en diálogo con El trece.
Sin embargo, la mujer afirmó que el 1° del actual, menos de un mes después de la denuncia, Martínez violó la perimetral que le habían impuesto. Con imágenes en la mano que evidenciaban la infracción, Patricia se dirigió nuevamente a la comisaría, pero, según contó, los agentes que la recibieron desestimaron su denuncia. “Tenía fotos de él en la puerta de mi casa y no hacían nada; pedía por favor, porque no quería que ella fuera una menos, quería que no me la tocaran y que la salvaguardaran”, recordó.
La madre de la víctima denunció que “hay varias mujeres más golpeadas por este policía”, y aseguró que el imputado tiene también una causa por “violar a una nena discapacitada que hoy tiene 14 años”.
Con respecto a la manifestación que se produjo anteanoche frente a la comisaría de Rojas tras conocerse el crimen, Patricia indicó: “Nadie nos quería decir que nuestra hija estaba muerta y me trataron como a una delincuente. Me pusieron esposas, estoy toda machucada por la forma en que me trataron, y fue un varón, aunque no le pude ver la cara porque me tiraron al suelo”.
Amigos de la víctima se enfrentaron anteanoche con la policía. Se registraron heridos por balas de goma y una camioneta policial fue incendiada durante los disturbios.
Los dramáticos mensajes que intercambió Bahillo con una de sus amigas muestran el temor que la víctima tenía frente a su expareja, que la acosaba y golpeaba. “Me tiene amenazada de muerte, por eso tengo miedo amiga”, escribió la adolescente en una comunicación por WhatsApp. Y agregó: “Siete meses me pegó; me callé siempre hasta que me vi muerta, por eso lo denuncié”.
En un tuit publicado por @MilagrosO_5, se exhibe una captura de pantalla con mensajes emitidos por Úrsula del 19 de noviembre pasado donde la chica cuenta: “Estoy temblando. No me respondas nada de lo que te digo. Me re cagó a palos mal. Y esta vez fue muy posta”.
En Twitter la víctima también hablaba sobre cómo se sentía. En uno de los últimos posteos que publicó, escribió: “Hace dos días no como, vivo a mate y agua. No creo que termine muy bien”.
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