Doble crimen en Vicente López: “Es un monstruo que vivía dentro de casa”, el testimonio que hizo llorar al jurado

Una tras otra, las palabras salieron desde sus entrañas con dolor, entre llantos e hicieron emocionar al jurado popular que debe decidir sobre la culpabilidad o no de su exesposo, Martín Del Rio, juzgado por haber matado a balazos a sus padres, José Enrique Del Rio y María Mercedes Alonso, doble crimen ocurrido en Vicente López en agosto de 2022. “Es un monstruo que vivía dentro de casa. Me humilló como mujer, como madre. Nos traicionó. Es irreparable el daño que nos hizo. Nos mintió todo el tiempo. Es una situación tan humillante. Te sentís tan vulnerada”.

Así, Cecilia Sánchez, describió a su exesposo durante la tercera audiencia del juicio por jurados, a cargo de la jueza María Coelho, integrante del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°7 de San Isidro. A medida que la testigo hablaba, los integrantes del jurado popular rompían en llanto. Se secaban las lágrimas con pañuelos. La declaración fue una bomba de emociones.

“Nos dejó en un estado de vulnerabilidad. Estamos bajo tratamiento”, sostuvo la mujer. Cuando dijo “estamos” se refería a ella y sus dos hijos, Milagros, de 22 años, y Santiago, de 19. El acusado estaba imperturbable ante el estremecedor relato.

“Antes no tenía ataques de pánico, ahora vivo con ataques de pánico. Lo que nos pasó no se lo deseo ni a mi peor enemigo”, afirmó Sánchez ante preguntas del fiscal Alejandro Musso y el abogado Félix Linfante, letrado que representa a Diego Del Rio, el hermano del acusado.

Sánchez y Del Rio se conocieron en la Universidad de Belgrano, cuando estudiaban Ciencias Económicas. Se casaron por civil en 2002. Poco después nació Milagros. Se divorciaron después del doble homicidio de Vicente López.

“Lo admiraba”, sostuvo Sánchez. Sobre todo, explicó, por su visión para invertir en barrios que después tenían un importante desarrollo inmobiliario. Pero todo cambió el 7 de septiembre de 2022. Del Rio fue detenido por detectives de la policía bonaerense cuando llegaba a su casa del Barrancas del Lago de Nordelta.

“Es un monstruo que vivía en nuestra casa. Lo descubrimos ese puto 7 de septiembre”, afirmó la testigo con vehemencia. Todos los presentes en la sala de audiencias escuchaban con atención.

Esa noche, Sánchez y sus hijos no solo conocieron que Del Rio estaba acusado de ser el autor del doble crimen de Vicente López, sino que también descubrieron que tenía una vida paralela.

“Las víctimas más grandes son mis hijos. Te levantas rota todos los días y los ves a tus hijos rotos”, explicó Sánchez. En el fondo de la sala de audiencias, conmovido, escuchaba Diego Del Rio, su excuñado, que declaró ayer.

En medio de su relato, Sánchez contó que pocos meses después de la detención de su exesposo, la defensa del único acusado pidió una prisión domiciliaria y pretendía ir a la casa familiar de Nordelta.

“Teníamos miedo, teníamos pánico. No sabíamos cuál era su plan. Mirá si viene a vivir a Nordelta y nos mata a nosotros”, sostuvo ante una pregunta puntual del fiscal.

Su testimonio duró más de una hora y media. “Solo quiero que esté fuera de nuestra vida. Quiero hacer nuestras vidas lejos de él. Nos vive complicando a diario, ni siquiera nos ayudó a resolver problemas que nos dejó, problemas económicos. No pagó la cuota alimentaria. Le pedí que firmara para pasar los autos a nombre de mis hijos y no quiso”.

Sánchez contó que Santiago, su hijo, reconoció a su padre como “el caminante”, como los investigadores llamaron al sospechoso que quedó filmado en las inmediaciones de la casa de las víctimas el día del homicidio.

“Es papá, es un hijo de puta”, sostuvo Santiago cuando vio la filmación del “caminante”, según contó en la audiencia Sánchez. Ella se enteró tiempo después porque, al principio, por indicación de su psicóloga y psiquiatra, no miraba ni escuchaba nada sobre el doble crimen de sus exsuegros.

Sánchez recordó que un día fue, con su hijo, a visitar a la cárcel a su exmarido. “Cuando salimos, Santiago me dijo: ‘Mamá, no le creí una sola palabra’. Yo tampoco le creí”.

Hoy, ella también reconoció a su exmarido como “el caminante”. “Por su forma de caminar puedo decir que es Martín”, sostuvo ante una pregunta del fiscal Musso cuando le exhibió la citada filmación.

Después de su emotiva declaración, la exesposa del acusado se retiró de la sala de audiencias. En su salida se fundió en un fuerte y emotivo con abrazo con su padre, Miguel Sánchez, que fue el siguiente testigo.

El exsuegro de Martín Del Rio también lloró al hablar de sus nietos Santiago y Milagros. “Lo más bravo es escuchar a mis nietos que viven mal y van a seguir viviendo mal”.

Sánchez recordó que su nieto, después de ver el video del “caminante”, dijo: “Mi papá me defraudó”. Entonces, el testigo dijo: “En ese momento lloramos juntos”.

El momento en que se quebró el acusado

Tras un cuarto intermedio comenzó a declarar como testigo la comisario inspector de la policía bonaerense Paola Abadi, licenciada en criminalística y especialista en levantar rastros papilares, según explicó.

Recordó cómo encontró la escena del doble crimen y las charlas que tuvo con el acusado cuando todavía no estaba bajo sospecha.

“Me dijo [Martín Del Rio] que hacía tiempo no iba a la casa y que sus padres se estaban por mudar. No lo vi llorar, estaba ansioso”, afirmó la comisario inspector.

Después, en pantallas de TV fueron exhibidas las fotografías de cómo encontraron los cuerpos de José Enrique Del Rio, de 75 años, y de su esposa, de 72, en el interior de un automóvil Mercedes Benz estacionado en el garaje de la casona de Melo 1101, donde vivían las víctimas.

Las imágenes son desgarradoras. Si bien no fue la primera vez que se vieron en la sala de audiencias, esta vez, al verlas, Martín Del Rio lloró, por momentos, de forma desconsolada.

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