Difunden un video y ofrecen una millonaria recompensa para resolver un misterioso crimen en Caballito

Camilo Caupolicán Escobar tenía 23 años cuando fue asesinado en un departamento de Caballito. Lo mataron de un balazo. Hace cinco años y ocho meses que detectives policiales y judiciales buscan al homicida. El Programa Nacional de Recompensas del Ministerio de Seguridad de la Nación ofrece 4.000.000 de pesos para quien aporte información que permita identificar al sospechoso. Además, los investigadores difundieron una filmación donde el asesino, solo conocido como “Martín”, quedó grabado poco antes de ejecutar a la víctima, la noche del 10 de enero de 2019.

La Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°59, a cargo de Laura Belloqui, solicita la colaboración de la población para dar con el autor material del homicidio de Caupolicán Escobar y hace saber que se ha fijado una recompensa de 4.000.000 de pesos para quienes aporten datos útiles que permitan lograr su detención”, se informó en el sitio de noticias de la Procuración General de la Nación, www.fiscales.gob.ar.

El homicidio ocurrió, aproximadamente, a las 23.30 del 10 de enero de 2019. Esa noche, la víctima y un amigo había ido a un departamento de un edificio situado en Neuquén al 1200, en Caballito.

“Caupolicán Escobar y un amigo concurrieron a un encuentro acordado con los dos imputados identificados en esta investigación, L. C. y N. C., en la casa de otro amigo, para concretar una transacción de comercio de algunos kilos de marihuana. Allí se presentó un hombre del cual de momento se desconoce su identidad, conocido solo “Martín”, quien sacó un arma de fuego calibre nueve milímetros, se identificó como policía y les ordenó que levantaran las manos y se tiraran al piso”, explicaron fuentes cercanas a la fiscal Belloqui.

Según pudieron reconstruir los investigadores, Caupolicán Escobar y sus amigos decidieron no acatar la orden de “Martín” y corrieron hacia la puerta para salir del departamento.

Pero el misterioso hombre les bloqueó la salida. Caupolicán Escobar agarró una botella de vidrio y lo golpeó en la cabeza. Pocos segundos después, “Martín” le disparó y lo mató de un balazo.

“El hecho encuadra en el delito de homicidio agravado por haberse cometido con el empleo de arma de fuego y con el concurso premeditado de dos o más personas, para preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito o para asegurar sus resultados o procurar la impunidad para sí o para otro o por no haber logrado el fin propuesto al intentar otro delito”, explicaron fuentes de la fiscalía.

Después del crimen, fue convocada la División Homicidios de la Policía de la Ciudad, que comenzó a investigar con el equipo de la fiscal Bellloqui.

“Entre las numerosas tareas de investigación realizadas, se dio intervención a la División Homicidios de la Policía de la Ciudad, se recibieron múltiples declaraciones testimoniales, se practicaron allanamientos, diversas pericias, careos, explotación de redes sociales, análisis exhaustivo de comunicaciones telefónicas, se solicitó información a Facebook y WhatsApp, se obtuvo información sobre vehículos, se dio intervención a dependencias especiales del Ministerio Público Fiscal de la Nación”, recordaron desde la fiscalía. En referencia a la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas (Dovic), la Unidad Fiscal Especializada en Investigación Criminal Compleja (Ufecri) y la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (Datip).

Los detectives judiciales y judiciales, tras analizar filmaciones de cámaras de seguridad públicas y privadas, lograron conseguir una imagen del sospechoso cuando se dirigía al encuentro con la víctima.

“Las filmaciones fueron optimizadas mediante técnicas especiales desarrolladas en la Gendarmería Nacional. Dichas imágenes fueron cotejadas en las divisiones de individualización criminal de las fuerzas de seguridad, con resultado, por el momento, infructuoso.

En agosto de 2019, L. C. y N. C., los jóvenes que habían acordado el encuentro con la víctima y su amigo, habían sido procesados por al ser considerados partícipes necesarios del homicidio. Pero la decisión, posteriormente, fue revocada por la Sala V de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, que dictó la falta de mérito de los imputados y ordenó la libertad de ambos

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