Detuvieron en un country al jefe de la barra de Rosario Central por lavado de activos
Andrés Bracamonte, jefe de la barra brava de Rosario Central desde hace más de 20 años, fue detenido en una casa de un country en Ibarlucea, en las afueras de esta ciudad, donde guardaba parte de su flota de autos de alta gama. Está acusado de presunto lavado de dinero en una causa derivada de la investigación del crimen de un policía narco que fue ejecutado por la banda Los Monos.
Pillín Bracamonte fue detenido por supuesto lavado de dinero, el único resquicio por donde logró meterse el fiscal Miguel Moreno para avanzar contra el histórico jefe de la barra "canalla", que empezó a gobernar las tribunas del Gigante de Arroyito cuando desplazó a Los Chaperos, a principios de 2000.
Se transformó, con el paso del tiempo, en un "intocable" para la Justicia, pero siempre estuvo bajo la sospecha de ser uno de los jugadores principales de la mafia rosarina, en alianza con el clan Cantero.
"Es un hombre muy inteligente, que nunca dejaba los ?dedos marcados' en ningún lado", definió uno de los investigadores que allanaron su casa. Un ejemplo de esto es que hace años que no habla por teléfono.
Se sospecha que manejaba jugadores de fútbol a través de empresas fantasma que le servían de fachada, y que también tenían relación con Rosario Central a partir de testaferros. De hecho, la sede del club fue uno de los lugares allanados ayer.
La investigación busca determinar de dónde salían las sumas millonarias que Bracamonte movía en el fútbol y en una madeja de empresas. La lupa está puesta sobre actividades ilícitas como narcotráfico y extorsiones, tramas hasta ahora nunca profundizadas en los tribunales.
Ayer, a las seis de la mañana, Bracamonte se despertó de un salto cuando, otra vez, como lo habían hecho en abril pasado, uniformados de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) rompieron la puerta de entrada de su mansión en el country Los Álamos.
Los efectivos de la TOE y el personal de la Agencia de Investigación Criminal del Ministerio de Seguridad de Santa Fe secuestraron ocho autos, todos de alta gama; entre ellos, dos BMW, un Volkswagen Scirocco y dos VW Amarok.
Dos de los vehículos decomisados son taxis. Desde hace tiempo se sospecha que Pillín manejaba chapas de taxis y que desligaba su administración en su expareja.
Luego del primer allanamiento a las propiedades de Pillín, el concejal Roy López Molina pidió a la municipalidad que detalle si las empresas del jefe barrabrava prestaban algún servicio al Estado.
Desde muy temprano los agentes al mando de Maximiliano Bertolotti realizaron 16 allanamientos en Rosario, Capitán Bermúdez, Ibarlucea y Granadero Baigorria.
Entre las residencias allanadas está la de Carlos Silvetti, situada en San Juan al 3500.
Este hombre es representante de jugadores de fútbol y mantenía una estrecha relación comercial con Pillín Bracamonte a partir del manejo de jugadores a través de la firma Kabrasi, según explicaron fuentes de la investigación.
Uno de los que se enfrentaron a Silvetti fue el exintendente Horacio Usandizaga, que cuando fue presidente de Rosario Central habló de los presuntos "negociados" de este representante y de su eventual connivencia con la barra brava y con algunos dirigentes de la comisión directiva del fallecido Pablo Scarabino.
Vínculos con el fútbol
Fuentes judiciales señalaron que "Pillín y Silvetti habrían actuado durante mucho tiempo en sociedad" y que "Bracamonte era el que ejecutaba las extorsiones para que muchos familiares de jugadores de Rosario Central les cedieran los derechos" económicos.
El club es cuestionado desde hace años, precisamente, por sus estrechos vínculos con Bracamonte. En su casa la policía encontró ayer "documentación y elementos de interés para la investigación", según contó el jefe de la Agencia de Investigación Criminal, Maximiliano Bertolotti.
La trama de esta red de negocios, supuestamente en torno de Bracamonte, derivó en la tarde de ayer en un allanamiento en la sede administrativa de Rosario Central, donde los agentes de la TOE buscaron documentación ligada a las empresas de Pillín y a pases de jugadores, según señalaron las fuentes.
El fiscal Moreno confirmó que se encontró "facturación de empresas en las que Bracamonte tiene participación societaria". El funcionario del Ministerio Público de la Acusación sostuvo que los detalles de estos nexos serán dados en la audiencia imputativa contra Bracamonte que está previsto que se lleve adelante mañana o el jueves.
La sospecha del fiscal, según señalaron fuentes de la causa, es que Bracamonte lavó dinero por medio de varias empresas, entre ellas, Vanefra, Ruffino SA, Ser Eco, y Kabrasi.
"Son todas empresas fantasma que le servían de pantalla a Bracamonte para lavar dinero", sostuvo una calificada fuente de la investigación en curso.
Entre esas firmas está Vanefra Servicios, que está registrada en los rubros de la construcción y servicios de limpieza en Capitán Bermúdez. Fue creada en julio de 2017 y en ella Bracamonte tiene como socio a Fernando Rigiracciolo, según el Boletín Oficial.
En uno de los allanamientos, en los domicilios registrados de una de estas firmas, los efectivos de la TOE se sorprendieron porque dentro de la propiedad funcionaba una pensión.
Otra empresa es Ruffino SA, que de acuerdo a las fuentes oficiales se constituyó el 26 de julio de 2019. Esa firma está a nombre de Bracamonte y de Sergio Quiroga, oriundo de Granadero Baigorria, y tiene domicilio en la cortada Néstor Fernández 1068, a media cuadra del estadio de Central, en el barrio de Arroyito.
Esa firma tiene como objeto la "fabricación y venta de indumentaria deportiva, construcción de obras y organización de convenciones y eventos".
Ser Eco SRL, otra sociedad que se le adjudica a Pillín, fue creada en diciembre pasado y al igual que Vanefra tiene sede en Capitán Bermúdez. Esa firma está inscripta bajo el rubro de limpieza y transporte de cargas.
Por un homicidio narco
Esta causa por lavado de dinero es un desprendimiento de otra en la que se investigó el crimen del policía Cristian Ibarra, ocurrido el 22 de julio de 2019.
El sicario que mató a este policía que vendía drogas fue Ariel Maximiliano Cantero, alias Chanchón, que es hijo de Máximo Cantero, fundador de Los Monos. Chanchón fue condenado a 14 años de prisión.
En esta causa se empezó a investigar a Pillín Bracamonte a partir de que su nombre apareció en una de las llamadas que hizo el sicario. Luego de la detención de Cantero fue aprehendido el otro sicario que actuó en el crimen, que es el dominicano Otniel Almonte, que fue atrapado en un control por la cuarentena.
"Pillín Bracamonte seguía manteniendo una relación con el Viejo Cantero, que heredó del Pájaro, su hijo", señaló una fuente de la investigación. Por eso, no se descarta que con el curso de la pesquisa eventualmente aparezcan pruebas que liguen a Bracamonte con otros delitos.
Esa cercanía con Los Monos quedó cristalizada en una fotografía que consta en el expediente 913/12, que llevó a los Cantero a la cárcel. Fue durante un cumpleaños de Claudio "Pájaro" Cantero y aparecen sentados a la misma mesa Bracamonte; el entonces jefe de la barra de Newell's, Daniel Vázquez, y todos los miembros de la banda narco
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