Juego clandestino: detuvieron a un fiscal general por cobrar coimas de US$ 5000
ROSARIO.-El fiscal regional de Rosario Patricio Serjal quedó detenido, acusado de cobrar coimas pagadas por un empresario que tenía una red de casinos clandestinos y que estaba vinculado a la banda Los Monos. Otro fiscal había sido arrestado la semana pasado en la misma causa.
El martes pasado había sido detenido el fiscal Gustavo Ponce Asahad, quien –de acuerdo a la acusación- cobraba las coimas que "arreglaba" Serjal, el jefe de los fiscales de Rosario desde 2017.
En la audiencia que se llevó adelante en el Centro de Justicia Penal, Serjal sustentó su argumento de defensa en que se trataba de una causa "política". Para apoyar esa hipótesis contó una llamada del fiscal general Jorge Baclini, en la que recibió fue advertido que el gobierno de Omar Perotti "lo querían fuera de la fiscalía" de Rosario.
Las pruebas y el contexto que demarcaron en la acusación los fiscales Luis Schiappa Pietra, Matías Edery y Gisela Paolicelli convencieron a la jueza Eleonora Verón de que Serjal debía quedar detenido. Los defensores del fiscal regional, que presentó su renuncia la semana pasada, ofrecieron que quedara con prisión domiciliaria en San Vicente, provincia de Buenos Aires, donde vive su familia, pero la magistrada rechazó esa propuesta.
La prueba más firme que relataron los fiscales fue un encuentro que Serjal mantuvo el 14 de noviembre pasado en el hotel Etoile, en el barrio porteño de Recoleta, con el empresario Leonardo Peiti, a quien le pidió un aumento de la coima de US$ 5000 que cobraba mensualmente junto con el fiscal Ponce Asahad.
Serjal admitió que estuvo en ese hotel y que fue a la ciudad de Buenos Aires por una cuestión laboral, pero esa versión fue refutada por los investigadores que señalaron que Serjal se alojó allí con un amigo y que -de acuerdo a las fotos que aportó este hombre- fueron a "cortar" la semana. "Se fue de joda a Buenos Aires y los gastos los pagó la fiscalía", afirmó el fiscal Schiappa Pietra.
Los fiscales detallaron una serie maniobras que tramaban Serjal y Ponce para controlar y manejar las causas de juego clandestino, como las que se tramitaban en Casilda, Melincué, Cañada de Gómez y Rosario.
Serjal fue acusado de "diseñar y ejecutar" junto con Ponce Asahad un "plan delictivo" para "recibir dinero de Leonardo Peiti". A cambio, los funcionarios del Ministerio Público de la Acusación "se comprometían a transmitir información reservada, a no investigar hechos que podrían constituir delitos y a interferir en las investigaciones en curso, retardar u omitir dictámenes propios de su competencia todo con el objeto de que no prosperen imputaciones" por juego clandestino contra el empresario.
La calificación que usaron los fiscales para acusar a Serjal fue la de "Incumplimiento de los deberes de funcionario público, cohecho pasivo agravado y transmisión de datos reservados". Paoliceli dijo que si se llega a la instancia de juicio se pedirán penal "muy altas" porque es tremendo daño que hizo Serjal" a la fiscalía.
Serjal nunca cobró de manos de Peiti, sino que fue el fiscal Ponce Asahad quien lo hacía. Según los fiscales, el jefe de los fiscales acordaba el monto de la coima, unos US$ 5000 mensuales, aunque en una oportunidad le pidió US$ 100.000 para "ayudar" al empresario cuando la investigación judicial ya había avanzado.
Peiti empezó a estar en el radar de la pesquisa a partir de un mensaje que apareció en el teléfono de Maximiliano Díaz, el lugarteniente de Los Monos, que fue detenido por el ataque al casino de Rosario, en enero pasado. Ese mensaje se lo había reenviado Peiti, a quien a su vez se lo había remitido el secretario de la fiscalía Nelson Ugolini. En ese texto, Ponce Asahad decía que iba a meter un comentario para operar a favor de dos soldaditos detenidos de la banda narcocriminal.
El 16 de junio, según la imputación, Serjal concurrió al Organismo de Investigaciones, donde pudo observar un diagrama de la estructura criminal que se estaba siguiendo, una trama en la que figuraban Peiti y el excomisario Alejandro Torrisi, exjefe de la Unidad Regional VI de Villa Constitución, quien fue detenido en la puerta de un casino ilegal con $ 150.000.
Al otro día Serjal regresó a esa oficina acompañado de Ponce Asahad. Miraron todo el esquema de la investigación y señalaron que "Peiti era una víctima". Johana Tarnowski, analista del Organismo de Investigaciones, señaló que Serjal hizo ese comentario luego de que vio "la imagen de la libreta de Cachete donde aparecía Leo Peiti como pagando".
El 30 de junio Ponce Asahad le avisó al empresario de la existencia de esa investigación en su contra y le advirtió que su teléfono estaba intervenido, por lo que le recomendó que destruyera el celular, que estaba siendo escuchado desde el 22 de junio. Por esa información le pidió US$ 100.000 "para evitar que prospere la investigación en su contra" .
Contactos desde 2018
La relación entre Peiti y los fiscales habría comenzado en diciembre de 2018, cuando Ponce Asahad, según la declaración del empresario "arrepentido", se encontró con ese capitalista del juego clandestino en un bar de Oroño y Mendoza, en el centro de Rosario, para avisarle que el fiscal Matías Merlo investigaba en Melincué una red de casinos ilegales.
El empresario cuenta que a "principios de marzo vuelve a llamar (Ponce Asahad) y me dice: «Mirá el problema no está resuelto». Peiti hace unas presentaciones a través de sus abogados y dos meses después se comunica con el fiscal otra vez, al que le reclama "cómo puede ser que pasó esto". Es decir, para qué paga la coima si no pueden protegerlo.
Ponce Asahad, según los dichos de Peiti, le contestó: "Esto pasó porque mi jefe no maneja la regional esa, pero quedate tranquilo que en Rosario esto no te hubiese pasado y acá no te va a tocar nadie".
Hasta ese momento, Peiti nunca se había reunido con el fiscal regional. El primer encuentro con Serjal ocurrió después del atentado que sufrió Peiti en un edificio de Servando Bayo al 1100, el 1º de julio de 2019, donde Los Monos le dejaron escrito un mensaje en la pared: "Leo pagá". Peiti contó que estaba "asustado" por lo que le pidió al fiscal una reunión con Serjal. El encuentro se produjo en el bar Saita, de Mendoza y Oroño, a poca distancia de la residencia de Ponce Asahad.
"Le pregunté a Patricio (Serjal) cómo era el tema y me dice: «Te aconsejo que no denuncies porque no están dadas las garantías. Tratá de seguir dilatándolo y manejáte con Gustavo (Ponce Asahd) por el tema de la cuota y por todos estos problemas andá comunicándoselo a él", declaró Peiti, quien se contactaba con dos números telefónicos con el fiscal.
Un mes después, Ponce Asahad le envió un mensaje para arreglar una reunión el 14 de noviembre pasado en Buenos Aires en el hotel Etoile, del barrio de la Recoleta. Peiti relató que se hospedó en el hotel y a la mañana lo esperó a Serjal. "Cuando lo vi a Patricio me acerqué e hicimos los dos el check in juntos. Él estaba con un hombre rubio de pelo lacio un poco más alto que él. El hombre no participó de la charla".
"Le pregunté cómo veía el tema de las amenazas y me siguió diciendo que tratara de no denunciar, por seguridad, manejate con Gustavo y fijate si se puede subir la cuota" de las coimas, indicó el empresario en su declaración. La charla fue a unos metros de la recepción y duró entre "cinco y diez minutos".
Peiti se encontró dos meses después en el bar de Río de Janeiro y Mendoza con el lugarteniente de Guille Cantero, a quien le comentó que tenía contactos en la fiscalía, algo que hizo para demostrar sus influencias.
En otro punto donde aparece Serjal mencionado en esta trama es a través del fiscal de Melincué Matías Merlo, que seguía el rastro de una red de juego clandestino. Este funcionario declaró que en otra causa, en la que se investigaba en Venado Tuerto una megaestafa inmobiliaria, fue mencionado el fiscal regional de Rosario. Según Merlo, en esa causa el abogado Antonio Di Bendetto recibió una comunicación de un tal Matías Álvarez -una persona con antecedentes por narcotráfico-: "Tenemos gente que conoce a Serjal, quien te puede dar una mano".
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