Violencia de género: el hijo del intendente de Tigre dijo que la violenta era su mujer y que él se defendió

Carlos Zamora tiene 37 años. Es hijo del intendente de Tigre, Julio Zamora, de su primer matrimonio. Hace ocho meses convive con María Elena López, de su misma edad, en una casa alquilada en Benavídez. Hoy a la madrugada fue detenido después de pegarle a su pareja. En su declaración indagatoria, el acusado sostuvo que la violenta era su mujer y que él se defendió.

Así lo pudo reconstruir LA NACION de calificadas fuentes con acceso al expediente. El fiscal Pablo Menteguiaga, que conduce de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) especializada en Violencia de Género de Tigre, pidió que Zamora quede detenido acusado de los delitos de lesiones agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género y amenazas coactivas agravadas por el uso de arma.

Anoche, el juez de Garantías Orlando Díaz hizo lugar a lo solicitado por el representante del Ministerio Público y Zamora quedó detenido, informaron fuentes judiciales.

“Zamora fue imputado de lesiones agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género en concurso real con amenazas coactivas agravadas por el uso de arma [un cuchillo]. Durante su declaración indagatoria afirmó que él no era el violento, que la violenta era la víctima y que él solo se defendió”, afirmó una fuente de la investigación.

El hecho de violencia de género que desencadenó la aprehensión de Zamora ocurrió hoy a la madrugada en el domicilio de la pareja, situado en Luis Beltrán y avenida Presidente Perón, en Benavídez, en el partido de Tigre. Fuentes del municipio remarcaron el trato que tuvo el acusado “sin ningún privilegio político”.

“La víctima llamó al número de emergencias 911 porque, tras ser golpeada, intentó que Zamora se fuera de la casa y él se quería quedar”, explicaron fuentes de la investigación.

La pesadilla para López no terminó cuando el personal de la policía bonaerense llegó a su casa. “Zamora se apoyó un cuchillo en el cuello y le pidió que le dijera a los uniformados que ya se había ido, que si no lo hacía se mataba por eso el fiscal le imputo el uso de un arma en las amenazas coactivas”, explicaron a LA NACION fuentes del caso.

En un primer momento, la víctima le dijo a los policías que llegaron al domicilio después de llamada al número de emergencias 911 que Zamora ya se había ido.

“Pero, al ver las marcas que le habían dejado los golpes, los uniformados insistieron y la mujer se quebró, contó lo que había sufrido y los policías ingresaron en la casa y detuvieron al sospechoso”, afirmó una fuente judicial.

Según un informó policial, los golpes sufridos le provocaron a López “lesiones de carácter leve en distintas partes del cuerpo”.

Consultadas por LA NACION respecto de lo sucedido, fuentes de la Municipalidad de Tigre dijeron no contar con información adicional a la remitida hasta al momento. No obstante, resaltaron que el hijo del intendente “no tiene ninguna vinculación” con la administración local, sino que se trata de “un ciudadano más” cuyo caso se encuentra en manos de la Justicia.

Los voceros consultados sostuvieron que el hijo de Zamora “fue y será tratado sin ningún privilegio político”.

“El fiscal indagará a Zamora en las próximas horas. Está analizando la imputación, pero los delitos por los que podría responder serían los de lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género y amenazas coactivas por el uso de arma”, explicaron fuentes judiciales.

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