Detienen en Río de Janeiro a un australiano que había sacado ilegalmente de la Argentina a su hijo, de 4 años
RIO DE JANEIRO. La policía brasileña detuvo el domingo a la noche en este estado brasileño a Mark Edward Mills, un australiano cuyo paradero era desconocido desde el 25 de agosto pasado, cuando raptó a su hijo de 4 años en el barrio porteño de Palermo.
Mills, de 42 años, fue abordado por la policía en una ruta provincial brasileña a una hora y media de Río de Janeiro. Los agentes percibieron la actitud sospechosa del australiano, que se había dado a la fuga con su hijo hace casi dos semanas en Buenos Aires, sin el consentimiento de la madre, según confirmaron a LA NACION fuentes de la policía brasileña.
El hallazgo de Mills puso fin al calvario de Lorena, expareja del australiano y madre de Rafael, de 4 años, a quien buscaba desesperadamente. Anoche el niño fue separado de Mills y llevado a un abrigo para menores. El cónsul general de la Argentina en Río de Janeiro, Claudio Gutiérrez, acompaña la situación del menor en contacto con la familia y conduce junto con la Cancillería los trámites de repatriación para que Rafael regrese a Buenos Aires.
El australiano pasó unas horas demorado en la comisaría de la ciudad de São Pedro da Aldeia, a unos 140 kilómetros de Río de Janeiro, donde las autoridades corroboraron que había ingresado a Brasil de forma irregular. Unas horas más tarde, y ya sin la tenencia del niño, Mills fue liberado luego de que se constatara que no existía ningún pedido de prisión internacional en su contra.
Al quedar en libertad, el australiano apenas se comprometió con la policía a regularizar su situación como inmigrante en Brasil. En el momento de la detención existía solo un pedido de paradero internacional por sustracción de menores, por lo que Mills acabó siendo liberado. No obstante, en las próximas horas podría elevarse un pedido de captura internacional que llevaría al australiano a prisión, según confió a LA NACION una fuente que acompaña el caso.
Durante la desaparición de Rafael, la madre del chico no había perdido completamente contacto con su expareja, quien en algunas comunicaciones por videollamada le mostraba que estaba con su hijo. Lorena había denunciado que era extorsionada por el hombre, quien habiéndole advertido que había salido de la Argentina le pedía un documento en el que le cediera la custodia del niño para que la madre pudiera volver a verlo.
"Estamos muy aliviados y agradecidos con la policía de Brasil", dijo a LA NACION un miembro del círculo familiar de Rafael Mills. Lorena, la madre del niño, no quiso hablar.
Según había relatado la madre de Rafael al noticiero Telenueve el jueves pasado, Mills no residía en Buenos Aires. El 25 de agosto la citó avisándole que había llegado a la Argentina por una semana y que quería ver a Rafael. Tras entregarle al hijo en el barrio de Palermo, el hombre desapareció con el chico sin dar más precisiones. Apenas por una comunicación de audio, dos días más tarde, el australiano le había avisado a Lorena que había salido del país de forma ilegal.
Lorena había hecho una denuncia, que recayó en el Juzgado en lo Criminal y Correccional N°47, a cargo de la jueza Paula González. La expareja de Mills había citado episodios de violencia de género y un comportamiento agresivo del hombre en el pasado. La principal sospecha era que se había escapado a México, donde Lorena y Mills habían convivido como pareja.
Casi dos semanas después, y a unos tres mil kilómetros de donde había visto a Rafael por última vez, la policía brasileña puso fin al suplicio de Lorena, que en las próximas horas se reencontrará con su hijo.
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