Detienen al policía porteño que baleó a un joven en La Boca
La Cámara consideró que no actuó en legítima defensa y revocó su libertad
El policía metropolitano acusado de haber baleado el mes pasado al joven Lucas Cabello en La Boca, que en primera instancia fue liberado al considerar un juez que había actuado en exceso de su legítima defensa, volvió a ser detenido ayer por orden de la Cámara de Apelaciones. La víctima sigue internada en el hospital Argerich por las graves heridas de bala en una pierna derecha, el bazo y el cuello.
Según informó la Procuración General de la Nación en su portal www.fiscales.gob.ar, los camaristas de la Sala IV Mario Filozof y Marcelo Lucini hicieron lugar al recurso presentado la semana pasada por los fiscales Susana Calleja, Miguel Palazzani y Verónica Fernández de Cuevas, quienes reclamaron la prisión preventiva del policía Ricardo Ayala, de 24 años. La Cámara agravó la acusación a tentativa de homicidio agravado por la condición del imputado de ser miembro de una fuerza de seguridad.
En su apelación, los fiscales habían cuestionado la decisión del juez de instrucción Osvaldo Rappa, que el 26 de noviembre había dispuesto la libertad de Ayala por considerar que había disparado a Cabello en un acto de "exceso de legítima defensa".
Pero los camaristas consideraron que se "excluyen de la legítima defensa los casos de lesiones inusitada o aberrantemente desproporcionadas" y rechazaron la hipótesis de la defensa del policía, que sostiene que Cabello, de 20 años, estaba armado cuando ocurrió el hecho.
"El medio empleado por el indagado muestra una grosera desproporción e irracionalidad entre aquello que presuntamente pretendió evitar y lo que causó", destacó la Cámara.
Filozof y Lucini valoraron la consideración de los fiscales de que la conducta de Ayala configuró una "gravísima violación de los derechos humanos, en tanto se ha vulnerado la integridad física de Cabello con riesgo de su vida mediante la potestad que el Estado le brinda a un agente de una fuerza de seguridad".
Los camaristas recordaron que "los mayores conocimientos técnicos y el especial entrenamiento de los integrantes de las fuerzas de seguridad hacen que les sea exigible una mayor precisión a la hora de evaluar la necesidad de la defensa".
El hecho ocurrió el 9 de noviembre en Martín Rodríguez 559, en un hotel familiar para personas en situación de calle, donde Ayala estaba como consigna por una causa por amenazas entre dos vecinas.
Según declaró el policía, disparó contra Cabello al intervenir en una presunta agresión a una vecina; dijo que lo hizo "según los protocolos" de la Policía Metropolitana y que pensó que Cabello estaba armado.
Los fiscales sostuvieron que ninguno de los testigos dijo haber visto que la víctima estuviera armada. No hubo enfrentamiento: en el lugar donde fue baleado Cabello sólo aparecieron los tres casquillos producto de los disparos de Ayala, que no sufrió ningún tipo de lesión.