Descubren un arsenal en San Isidro: vendía por Internet fusiles, pistolas, ametralladoras y hasta un lanzacohetes antitanque
Tras un allanamiento, la policía bonaerense secuestró en un altillo armas, municiones y detuvo a un sospechoso
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LA NACION
Pistolas, revólveres, escopetas, fusiles, ametralladoras, municiones y hasta un lanzacohetes antitanque fueron secuestrados por la policía bonaerense en un allanamiento hecho en las últimas horas en una casa de Martínez, en San Isidro.
Así lo informaron a LA NACION fuentes policiales. El procedimiento se hizo en el marco de una investigación que se inició tras detectar la venta ilegal por Internet de cartuchos, municiones y repuestos para armas de fuego.
El allanamiento, durante el cual se detuvo a un sospechoso de 35 años, fue hecho por personal de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro, en un inmueble de Francisco Muñiz al 800, en Martínez, donde supuestamente se hacían las entregas de las armas y municiones que se vendían por la web.
La investigación, de la que participan el fiscal de Martínez Diego Garbus y la Unidad Fiscal Especializada en la Investigación de Ilícitos relacionados con Armas de Fuego, Explosivos y demás Materiales Controlados (UFI-ARM), comenzó tras detectar la oferta de armas y municiones que se hacía por Internet.
“Uno los abuelos del sospechoso detenido, que es empleado del Poder Judicial, es un capitán de navío retirado”, dijo a LA NACION un detective de la policía bonaerense.
Más allá de las armas, fueron decomisados proyectiles explosivos que fueron detonados en forma controlada por especialistas antibombas.
Según fuentes de la investigación, las armas y municiones estaban en un altillo de la propiedad allanada. La policía bonaerense se incautó de:
- tres pistolas calibre 22 marca Glock
- dos pistolas calibre 22 marca Bersa
- una pistola calibre 22 marca Rugger
- tres revólveres calibre 32 marca Taurus
- cuatro Revólveres calibre 38 Special marca Smit & Wesson.
- una escopeta a chimaza marca Battan
- dos rifles Winchester calibre 50
- tres fusiles Mausser sin numeración
- una pistola ametralladora mini Uzi con numeración suprimida
- un lanzacohetes antitanque LAW 72 de 66 mm
- 500 cartuchos de escopeta de diferentes marcas
- 500 cartuchos calibres 45; 50; 22; 38; 32; 9; 11,25
- 500 cartuchos de escopeta utilizados
- 300 vainas para ser reutilizadas; puntas de diferentes calibres
“Las armas y municiones estaban en un altillo. Para poder ingresar tuvimos que romper un candado”, explicó una fuente consultada.
Otro caso similar de acopio de armas
El movimiento irregular de armas en nuestro país quedó expuesto también en un caso de acopio de fusiles y pistolas detectado en marzo pasado. Todo empezó cuando un hombre entró en la División Roca de la Policía Federal, en la estación Constitución. Se presentó como fiscal federal y, con tono intimidante, comenzó a dar órdenes; dijo que quería conocer al titular de la dependencia y amenazó a los efectivos con labrar actuaciones si no se cumplían sus directivas. Pero a uno de los uniformados le llamó la atención no solo la actitud, sino lo que decía.
Los efectivos, al dudar del relato del hombre, realizaron consultas a diversos organismos de Justicia y así establecieron que no pertenecía al MPF ni desarrollaba función alguna dentro del Poder Judicial, así como que tampoco era abogado, según los registros de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires.
Un fiscal de verdad ordenó que lo detuvieran allí y que, además, allanaran su casa: en la vivienda del sospechoso, en Banfield, encontraron tres títulos falsos de abogacía, un arsenal de más de 60 armas y 44 credenciales de legítimo usuario (CLU) de arma de fuego “truchas”, con sus respectivas tarjetas para adquirir municiones.
la vivienda particular del acusado, ubicada en la calle Carlos Croce al 1200, en Banfield. los efectivos federales hallaron 19 armas largas, entre fusiles, rifles y escopetas, pistolas ametralladoras, pistolas y revólveres, casi todas en sus respectivas cajas o bolsos de transporte; cuatro credenciales que lo identificaban como fiscal federal y abogado; tres títulos universitarios apócrifos, diplomas del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, tarjetas personales con su nombre y como presunto fiscal federal, una credencial del Ejército Argentino y 44 credenciales, también falsas, de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC), entre ellas, para la tenencia de armas como legítimo usuario y para la adquisición de municiones. Balas había cientos, decenas de cajas.
LA NACION
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