Flagrante: desbaratan una multitudinaria fiesta de cumpleaños clandestina en la villa 1-11-14
Una patrulla de la Gendarmería la descubrió en una recorrida dentro del Barrio Padre Ricciardelli, en el corazón del Bajo Flores; había más de 140 personas; el organizador de la reunión fue detenido
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No los arredró ni la pandemia ni la amenaza de que se haría cumplirían a rajatabla, con la acción de las fuerzas de seguridad, el último decreto de necesidad y urgencia que ajustó el torniquete para intentar bajar drásticamente los contagios de coronavirus. Había un cumpleaños de 15, estaba todo contratado, y la fiesta se iba a hacer igual.
A la madrugada, una patrulla fuertemente pertrechada del Escuadrón 1–11–14 de la Gendarmería recorría los pasillos internos de la villa del Bajo Flores que hoy lleva el nombre de Barrio Padre Rodolfo Ricciardelli y advirtió, por el sonido de la música y el movimiento de personas, que había una fiesta de cumpleaños clandestina.
Era un evento masivo: según informaron tanto fuentes del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad como de la fuerza de seguridad federal, en el salón había una multitud; obviamente, el distanciamiento social era una utopía y casi nadie llevaba puesto barbijo en ese momento. La amenaza de contagio de Covid era tan alta como el volumen de la cumbia que atronaba. Había, además, decenas de cajas de vino tinto y blanco y cajones con cervezas y gaseosas.
Aquella patrulla del Escuadrón 1–11–14 entendió, rápidamente, que lo que pasaba era “grande” y que necesitarían refuerzos. Con más efectivos, y con la orden dispuesta por la Fiscalía Penal y Contravencional N°25, a cargo de Néstor Maragliano, los uniformados entraron, hicieron encender las luces y le pusieron punto final al festejo.
El operativo duró varias horas; como demostración de la aglomeración, fueron identificadas 142 personas que participaban del festejo que infligía flagrantemente la disposición del DNU 334/21 del Poder Ejecutivo Nacional.
El fiscal Maragliano ordenó la detención del organizador del evento, un hombre de 30 años de quien no se dio a conocer su filiación. Quedó imputado por la violación de los artículos 205 y 239 del Código Penal, que penan a quienes violen las medidas adoptadas por las autoridades competentes para impedir la introducción o la propagación de una epidemia, y a quienes se resistan a la autoridad, respectivamente.
Además de la identificación de los participantes de la fiesta clandestina y de la notificación de la formación de una causa penal que los tendrá como imputados, el fiscal encargó a los gendarmes la incautación de los elementos utilizados en el festejo.
Además de las cajas y cajones de bebidas y de los packs de cervezas y energizantes, se incautaron 20 juegos de luces de diversos tamaños, tres máquinas de humo, tres reproductores de imágenes, tres notebooks utilizadas para la musicalización, un CPU, dos monitores de PC, una pantalla gigante rebatible, dos consolas de música y tres micrófonos y cableados eléctricos, entre otros elementos.
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