En una terraza de Mataderos producían “cocaína rosa”, la peligrosa droga de efectos psicodélicos
La Policía de la Ciudad llegó a la casa en la que se producía esta sustancia sintética, también conocida como Tuci, luego de arrestar a un colombiano y un coreano que distribuían éxtasis en un auto, en la zona sur porteña
- 3 minutos de lectura'
Solo se le parece en su presentación en polvo. Pero lo que se conoce como “cocaína rosa” es, en realidad, una droga sintética derivada de las anfetaminas, con un efecto entre el alucinógeno y psicodélico propio del ácido lisérgico (LSD) y el estimulante del MMDA, más conocido como éxtasis. A dosis bajas, es una de las sustancias más buscadas en las fiestas electrónicas. A dosis altas, puede ser letal, como se cree que le ocurrió en septiembre del año pasado a la estudiante universitaria brasileña Ana Karolina Fernández, que cayó por el hueco del ascensor desde un piso 13 en un edificio del barrio porteño de Retiro.
En las últimas horas, la detención de un colombiano y un coreano que iban en un Volkswagen Vento negro con 2000 pastillas de éxtasis derivó en otros allanamientos que permitieron a efectivos de la Policía de la Ciudad encontrar a dos sujetos en plena producción de “Tuci” (deformación del inglés 2C-B, denominación de la “cocaína rosa” o “Nexus, cuya nomenclatura científica es 4-bromo-2,5-dimetoxifeniletilamina). Los dos “cocineros”, también colombianos, y aquellos dos dealers atrapados en el Vento a tres cuadras del parque de los Patricios, quedaron detenidos, a disposición del juez federal Sebastián Casanello.
Según informaron fuentes del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño, un equipo de la División Sumarios y Brigadas de Prevención de la Comisaría Comunal 4 de la Policía de la Ciudad recorría las zonas de Parque Patricios y Boedo siguiendo el dato de la presencia de un auto oscuro que distribuía drogas de diseño en la zona sur de la Ciudad. En el cruce de las avenidas Caseros y Sáenz advirtieron la marcha imprudente de un Vento Negro y ordenaron a su conductor que detuviera la marcha.
Los dos ocupantes del coche no podían disimular sus nervios: eran el colombiano y el coreano. En la requisa, los policías les encontraron bolsas transparentes que contenían 2000 pastillas de éxtasis con el sello de una medusa. “Esta simbología la utilizan los dealers para reconocer el producto”, explicaron fuentes del caso.
Además de ordenar el secuestro de la droga y de los celulares de ambos, el juez indicó el urgente allanamiento de los domicilios de los sospechosos. En el departamento del coreano, en Avellaneda al 500, Caballito, hallaron 50 mil pesos, pero nada de drogas. En cambio, en la casa de la calle Larraya al 2000, en Mataderos, donde vivía el colombiano, había un movimiento más interesante. “Los oficiales encontraron en la terraza a dos hombres de esa misma nacionalidad y elementos para la fabricación de Tuci, conocida también como “la droga de la noche”, que tiene un característico color rosa”. Concretamente, hallaron un kilo de esta sustancia, con la que se pueden fabricar mil pastillas de 2C-B.
También se hallaron tabletas de medicamentos antidepresivos (usados como elemento de corte en la fabricación de la droga), bolsas con el estupefaciente cocinado, en polvo y granulado, recipientes y balanzas de precisión.
La policía informó que los cuatro quedaron detenidos e imputados por infracción a la ley de estupefacientes 23.737. También se supo que uno de los colombiano arrestados tenía antecedentes por denuncias de violencia doméstica, en tanto que el coreano también tenía una causa por lesiones.
Otras noticias de Narcotráfico
Más leídas de Seguridad
Golpes, fracturas y amenazas. Noche de terror en un country de Pilar por el ataque de un cruento grupo comando
Rápida de reflejos. Una mujer frenó la huida de hombre que acababa de robar un celular al arrojarle una silla
Alarma en un country. Delincuentes entraron en Estancias del Pilar y se tirotearon con la policía
Más de 160 años de prisión. Aislado en la cárcel, el líder de Los Monos enfrenta un nuevo juicio y sumará otra condena