Delito: una ola de robos en la costa preocupa a los dueños de casas de veraneo
Los robos en casas preocupan a propietarios de viviendas en localidades de la costa bonaerense, con casos que repiten ante la certeza que tienen los ladrones: por la cuarentena no pueden acercarse a esos balnearios aquellos que no tienen allí residencia fija. Para los damnificados representan la medida de prevención sanitaria una dificultad adicional, ya que no pueden instalarse provisoriamente en esas viviendas para reparar los daños o instalar sistemas de seguridad.
"No dejan ni las lámparas de luz de las casas. Hacemos lo que podemos, pero no alcanza. Las autoridades no nos dan respuesta. Nada. También hay usurpaciones. Es una situación desesperante", dijo a LA NACIÓN una abogada, dueña de una vivienda en la localidad de Mar de Ajó y una de las referentes del grupo de propietarios que se autoconvocan en las redes sociales por esa ola de delitos que afecta, principalmente, al Partido de la Costa . "Tenemos miedo y queremos realizar la denuncia sin sufrir consecuencias", agregó al pedir la reserva de su identidad.
Ante la consulta de LA NACIÓN, un vocero de la intendencia del Partido de la Costa indicó que las restricciones para ingresar a las localidades y los controles previos exhaustivos corresponden al contexto de la emergencia sanitaria. "Es cierto que se han producido muchos hechos, por eso, a los propietarios no residentes, que son sumamente importantes para nosotros, les revisamos la denuncia y, una vez que constatamos la situación, se les permite el ingreso con el protocolo sanitario correspondiente".
Y agregó; "Para colaborar en la situación de los propietarios no residentes que quieren venir a ver sus casas porque aseguran que fueron robadas, permitimos que ingresen al Partido de la Costa de manera coordinada. Pueden llevar a cabo la constatación del problema y realizar los trabajos que consideren, por un plazo de unas 72 horas".
Por otro lado, una mujer víctima de la ola de saqueos, que tiene una vivienda en la localidad de Santa Teresita y que también pidió mantener su nombre bajo reserva, dijo a LA NACIÓN: "Sufrimos un robo en nuestra casa. Estamos cansados y con temor, porque alguien entrega el dato a los delincuentes de las casas vacías. Es inaceptable que haya tantos casos y que nadie haga nada, más que entregarnos un permiso de pocas horas para entrar en la ciudad a ver en qué estado queda la propiedad".
Sobre el robo sufrido, la propietaria del inmueble en Santa Teresita, dijo: "Se llevaron el sacrificio de una vida entera de mis padres. Estuvieron en la casa varios días porque lograron sacar absolutamente todo, desde camas hasta cortinas. Siento gran tristeza. Esto ocurre en todas las ciudades de la costa. Pensamos en poner en venta la propiedad, pero nadie va a comprar una casa en una ciudad invadida por delincuentes. Tampoco queremos equipar la casa nuevamente, porque no está garantizada la seguridad, que es lo único que reclamamos".
Por el momento, la principal preocupación de los propietarios que no residen en el Partido de la Costa es la imposibilidad de acceder a permisos de circulación para poder permanecer más de 72 horas en las ciudades turísticas –lapso habilitado hasta el momento por funcionarios locales– y poder corroborar que sus casas no hubiesen sido saqueadas, reforzar la seguridad, o reparar los daños sufridos.
Una vecina llamada Claudia, propietaria no residente en la localidad de Las Toninas manifestó su inquietud: "Somos un grupo de vecinos de varias ciudades. Tengo mi casa llena de cámaras y de alarmas, está bien reforzada. Los ladrones rompen las puertas traseras de las viviendas, para que en el frente no se advierta el saqueo. Estoy muy enojada porque no puedo contar con una autorización para ir a ver el estado de mi propiedad; solo te entregan el permiso en caso de que la vivienda haya sido violentada. La impunidad es total".
Otra vecina de la localidad de San Clemente se enteró del ingreso de ladrones en su vivienda, pero aún no pudo comprobar los daños: "Mi casa fue desvalijada en junio y todavía no pude ir a ver como está. Arrancaron la ventana con rejas, en el fondo de la casa. La situación que se está viviendo es tremenda".
Algo similar padece una mujer que tiene su casa de veraneo en Mar del Tuyú: "Me robaron en abril y, como muchos, todavía no pude ir".
Historias parecidas se repiten en diálogos con otros propietarios. "En lo personal, sufrí daños a mi propiedad y no me permitieron ni siquiera repararla para poder cerrarla. Muchos viven situaciones increíbles; casas destruidas, se llevan colchones, bidet, inodoro, Roban con odio", aseguró uno de los damnificados por esa ola de delito.
"Hoy, la prioridad máxima es la salud", informó el vocero municipal y aseguró que el esfuerzo está colocado en la prevención de los contagios de coronavirus -en le Partido de la Costa hay solo cuatro casos activos de Covid-19- por lo que se equipo una nueva sala de terapia intensiva con 26 respiradores. Los propietarios que no residente en forma permanente allí, en tanto, reclaman por los obstáculos que encuentran en el momento de verificar el estado de sus bienes.
Una sensación similar de desprotección sienten vecinos de Pinamar. Allí, los miembros una familia que vive todo el año junto al mar –dueños de dos grandes locales comerciales– dijeron a la nacion: "Está todo más peligroso. Durante la noche se roban cosas de las casas. Si se pueden meter, se meten. Está lleno de violadores, pero no se habla del tema. El miedo en el pueblo está latente. Yo tengo cámaras, alarma y estoy preparado si acaso alguien quiere entrar. No vivimos, sino que sobrevivimos".
En Pinamar, al igual que en Villa Gesell, trascendieron durante el aislamiento reportes de robos y usurpaciones.
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