Dejaron sin custodia a un sospechoso y se escapó antes de ser acusado de femicidio

ROSARIO.- Cristian Cabrera estaba acusado de intento de femicidio, al rociar a su pareja Florencia Coria con alcohol y prenderla fuego el 29 de diciembre pasado, un ataque salvaje que le había provocado a la mujer lesiones en el 90 por ciento del cuerpo. Pese a ese brutal ataque y al evidente riesgo de vida para la mujer, el agresor no estaba en prisión. Antes de entrar en feria, el juez de Villa Constitución Ignacio Vacca determinó que el imputado por intento de femicidio estuviese en su casa, en prisión domiciliaria. Florencia murió ayer. La expectativa de pena para el hombre es de prisión perpetua. Una comisión policial fue a buscarlo a su vivienda. Cabrera se había enterado del fallecimiento de su esposa y de la inminente acusación por femicidio. Abrió la puerta y se escapó.

La justicia de Santa Fe ordenó ayer la captura de Cabrera, quien no tenía custodia policial en su casa, donde cumplía la prisión preventiva. Detectaron que estaba prófugo, luego de que a las 11 un grupo de policías lo fue a buscar a su domicilio, situado en Mitre al 800, en la localidad de Villa Constitución para llevarlo a los tribunales. No se encontraba allí, en el lugar donde habría atacado y prendido fuego a su pareja, madre de dos niños, que desde hace cinco años denuncia a Cabrera por maltratos y violencia de género, según sus familiares.

El 29 de diciembre pasado, Florencia Coria y su marido concurrieron a una fiesta en Villa Constitución. Tras una discusión decidieron regresar a la casa que compartían en Mitre al 800, en el barrio Santa Mónica de esa localidad del sur de Santa Fe. Cabrera, de 43 años, habría arrojado alcohol a su esposa y la prendió fuego.

Florencia sufrió heridas en el 90 por ciento de su cuerpo y fue trasladada al Samco de Villa Constitución, donde quedó internada en terapia intensiva, aunque luego por la gravedad de su estado de salud fue trasladada a Rosario.

Su esposo también tenia lesiones en su piel (quemaduras de segundo grado) y una herida cortante en el hombro, por lo que también fue hospitalizado.

Al otro día del ataque que sufrió Coria, la fiscal Analía Saravalli se trasladó al hospital e imputó a Cabrera de "tentativa de homicidio y femicidio agravado por el vínculo" y pidió prisión preventiva efectiva para el marido de la mujer atacada.

La fiscal Saravalli, acusó a Cabrera de haber rociado con alcohol a su expareja para luego prenderla fuego "con la clara intención de quitarle la vida aprovechándose del desequilibrio emocional que ella presentaba".

Sin embargo, el juez de Instrucción Penal Preparatoria Ignacio Vacca ordenó que luego de que le dieran el alta médica, Cabrera fuera trasladado a su casa para cumplir la detención domiciliaria hasta el 10 de enero.

Fuentes judiciales señalaron que el imputado declaró en la indagatoria que en medio de una discusión con Florencia ella se "autoagredió" al rociarse con alcohol y prenderse fuego. Esa versión del imputado contrasta con los antecedentes de violencia contra su esposa en varias oportunidades. Dora, la madre de la víctima, dijo -en una entrevista que realizó la periodista Lorena Panzerini en el diario Rosario 12- que, incluso, "el día que se casaron ella hizo una denuncia por agresiones".

Florencia tenía un hijo cuando en diciembre de 2015 se casó con Cabrera, con quien tuvo una niña. "Ella lo denunció el día del casamiento, porque él le pegó; le dejó desfigurada la cara", recordó la mujer sobre el historial de violencia que padeció su hija.

A pesar del ataque que sufrió Florencia Coria el 29 de diciembre pasado, con quemaduras en el 90 por ciento de su cuerpo, y de los antecedentes del marido, el juez Vacca dictó la prisión domiciliaria del imputado. Esa medida generó polémica, ya que estaba claro que si Florencia moría, tal como ocurrió ayer, debido a las graves quemaduras, de las que el magistrado tenía conocimiento, la imputación contra Cabrera sería cambiada de tentativa de homicidio a femicidio,con una pena prevista de prisión perpetua.

Cabrera se fugó ayer por la mañana, según fuentes de la investigación, pocas horas antes de que la policía lo fuera a buscar para participar como imputado de una audiencia judicial. A las 11 los efectivos de la fuerza de seguridad provincial confirmaron que Cabrera se había escapado.

Ante esa situación la fiscal Eugenia Lascialandare, que reemplaza a su colega Saravalli durante la feria, pidió a la jueza Mariel Minetti que declare en rebeldía a Cabrera y ordene su captura.

Este nuevo femicidio se produjo en un contexto complejo para Santa Fe, que está segunda, detrás de Buenos Aires, por el número de casos de femicidios registrados en el país. De los 327 asesinatos de mujeres que ocurrieron en 2019 -según el registro del Observatorio de la Violencia de Género "Ahora que si nos ven"-, 41 ocurrieron en Santa Fe, la segunda en la lista nacional, solo debajo de Buenos Aires, que contabilizó 124 casos.

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