Declaraciones explosivas. Un exjefe de policía dijo que el exministro de Seguridad de Córdoba es “una persona abominable”
En su testimonio en el juicio por el asesinato de Blas Correas a manos de efectivos provinciales, el comisario mayor retirado Gonzalo Cumplido cuestionó a su superior por “evadir todas sus responsabilidades”; también dijo que le dio “vergüenza” la declaración en el debate de la actual jefa de la fuerza
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CÓRDOBA. El exsubdirector general de Seguridad Zona Sur de la ciudad de Córdoba, comisario retirado Gonzalo Cumplido, admitió que “hubo irregularidades y mala praxis policial” en el caso del asesinato de Valentín Blas Correas, que hace dos años fue baleado por efectivos cuando circulaba en un auto con amigos por la capital provincial. Pero, sobre todo, desató una fortísima interna que llega a lo más alto de la fuerza y al poder político provincial. Dijo que el exministro de Seguridad, Alfonso Mosquera –renunció al cargo hace un mes y medio y ahora es legislador por Hacemos por Córdoba– “evadió todas sus responsabilidades” en el hecho y tenía un “despacho alternativo” en la avenida Castro Barros. No solo eso: lo definió como “una persona abominable”.
Mosquera iba a declarar este miércoles, pero no lo hará porque mañana viaja al exterior y la declaración de Cumplido se extendió más de lo previsto, ya que, después de un cuarto intermedio, la retomó. No hay fecha para la nueva presentación del exministro.
En la audiencia con más repercusión política de las celebradas en el juicio que se lleva adelante contra 13 policías por el crimen, Cumplido sostuvo: “Me voy a arrepentir toda la vida de haber acudido a un despacho alternativo que Mosquera tenía en la avenida Castro Barros”, admitió. Aclaró que no quería repetir las palabras del exministro porque le genera “bronca e impotencia”. Pero la madre de Blas, Soledad Laciar, le pidió, como querellante, que las recordara.
Ahí empezó con una serie de expresiones contra exjefes de la Policía y contra Mosquera: “El jefe y el subjefe se quedaron escondidos hasta que no quedó ningún periodista en la Central de Policía”, repasó, respecto de la madrugada del día del crimen.
También sostuvo que desde el Ministerio de Seguridad le pidieron que se tomara licencia hasta fin de año y que luego aceptara un nuevo cargo. Su respuesta, según aseveró, fue que no se iba a “ir a ningún lado”. “Me voy a ir con retiro voluntario. Ustedes no tienen dignidad”, les respondió.
Según contó, Mosquera lo instó a seguir en la Policía. “Me decía ‘vos sos mi amigo, no te voy a retirar. Tengo directiva expresa del gobernador de que no te vas a ningún lado’”, señaló.
Cumplido planteó que fue “víctima de un complot político y judicial y policial” e indicó que cuando le pidió a Mosquera que lo autorizara a visitar a la familia de Blas para manifestarle sus condolencias, no lo dejó. ”Vos no vas a ningún lado. Esa familia está haciendo política”, aseguró que fue la respuesta.
Contra la actual jefa
Tampoco guardó munición pesada a la hora de referirse a la actual jefa de la Policía de Córdoba, comisaria general Liliana Zárate Belletti. Afirmó que le dio “vergüenza” su declaración en el juicio de la semana pasada, cuando ella también sostuvo que le dio “vergüenza” lo que hicieron los 13 policías acusados de la muerte del chico de 17 años.
Sobre la actuación de esos efectivos que dependían de él, Cumplido consideró que, a la luz de los hechos, “el personal policial no estaba debidamente capacitado ni entrenado para actuar”. Y definió: “Hubo irregularidades”.
Ante el tribunal técnico de la Cámara 8ª del Crimen y los miembros del jurado popular, el exfuncionario policial, quien estuvo imputado en la causa por “incumplimiento de los deberes de funcionario público” y luego sobreseído, afirmó que hubo “mala praxis en el uso del armamento, en plantar un arma, en la no contención de las víctimas y de sus familias y en no haber llevado a Blas Correas a un centro de salud”.
”Fue un hecho complejo, muy confuso y que se podría haber evitado”, consideró Cumplido y añadió que fue la última persona en la cadena de mando en enterarse de lo que había ocurrido. A pesar del rango, “nunca me llamaron del centro de comunicaciones. Fue un hecho grave y con irregularidades. No comandé, no fui al lugar del hecho y no encubrí. Solo ordené medidas para preservar el escenario del hecho”, manifestó el retirado comisario, quien afirmó el haber sido imputado en su momento le “arruinó la vida”.
“Lo que dijo en casa”
Laciar habló con la prensa cuando Cumplido terminó de declarar en la primera parte; antes del cuarto intermedio. “Me deja tranquila porque dijo tal cual lo que me dijo en mi casa”, expresó.
Añadió que es “gravísimo hablar de complot” y que ella cree que lo hicieron “para que calle: una escucha lo mismo, el apriete que recibían los policías que han declarado, que dicen que no se acuerdan de nada”.
“Yo quiero que algo cambie y eso fue lo que Cumplido también me dijo en mi casa, no sé si lo habrá dicho porque está enojado o porque le soltaron la mano. Si esto sirve para que algo cambie, bienvenido sea”, resumió.
Hace un mes, en declaraciones a El Doce, Mosquera dijo que mantuvo comunicación con la familia de Blas Correas y con el fiscal Mana, a cargo de la causa. “A las 8.36 de la mañana del 6 de agosto [día del crimen] me comuniqué con el único teléfono que pude obtener”, señaló, y agregó que el 12 de agosto (de 2020] le escribió de nuevo a Laciar.
“Buenas tardes, señora. Aunque empeñara todo de mí por hacerlo, jamás encontraría las palabras necesarias para expresarle mi pesar, el de mi gobierno y el de mi familia por el trágico hecho que le costara la vida a Valentino Blas. Me he comunicado con su esposo Ramiro desde el primer momento y con su abogado. Sin otra intención que no fuere no invadir su intimidad en este momento, pero siento la obligación moral y la necesidad personal de enviarle estas líneas directamente a usted y me disculpo si la incomodo”, fue el texto que mostró.
El hecho
El crimen de Blas fue cometido la madrugada del 6 de agosto del 2020, cuando el adolescente se trasladaba en un Fiat Argo junto a cuatro amigos y, al llegar al barrio Colinas, en el sur de la capital cordobesa, evadieron un control policial porque el conductor se asustó al ver que uno de los policías había desenfundado un arma.
Dos efectivos dispararon contra el rodado y uno de los proyectiles impactó en la espalda de Blas, quien murió.
Por el homicidio se encuentran acusados el cabo primero Lucas Damián Gómez, de 37 años, quien, según la fiscalía, efectuó cuatro disparos con su arma reglamentaria, y el cabo primero Javier Catriel Alarcón, de 33, quien disparó en dos oportunidades.
Ambos llegaron al juicio como “coautores de homicidio calificado por haber sido cometido en abuso de su función y homicidio agravado por el empleo de armas de fuego, homicidio calificado por abuso de su función en grado de tentativa reiterado (cuatro hechos) y homicidio agravado por el empleo de armas de fuego en grado de tentativa reiterado (cuatro hechos)”.
En tanto, los restantes acusados, todos policías, son Sergio Alejandro González, Wanda Micaela Esquivel, Yamila Florencia Martínez, Walter Eduardo Soria, Enzo Gustavo Quiroga, Jorge Ariel Galleguillo, Leonardo Alejandro Martínez, Rodrigo Emanuel Toloza, Ezequiel Agustín Vélez, Leandro Alexis Quevedo y Juan Antonio Gatica.
Los cargos que enfrentan son de “falso testimonio, encubrimiento por favorecimiento personal agravado por la calidad funcional y omisión de deberes de funcionario público”, ya que se les imputa, entre otros delitos, el haber “plantado” un arma con numeración “limada” para simular un enfrentamiento con los chicos.
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